El miedo es una emoción que se desencadena cuando la persona se siente en peligro o amenazada. Este incrementa la producción de cortisol, la hormona del estrés, para prepararnos para la lucha o la huida.
Cuando una persona siente miedo, su pulso se acelera, aumenta la sudoración y sus pupilas se dilatan. Esta emoción es instintiva y, gracias a ella, la humanidad ha logrado sobrevivir.
En ocasiones, el miedo se produce sin que haya un estímulo amenazante concreto, aunque despierte la misma reacción que si lo hubiera. Por eso, puede que tu niño le tenga miedo a algo que a ti no te asusta o que te resulta inofensivo.
Lo que ocurre es que entre los 3 y los 6 años, los pequeños atraviesan una fase de miedos irracionales porque todavía no saben distinguir bien la imaginación de la fantasía.
Tus hijos necesitan de tu apoyo para poder enfrentarse a sus temores y para que puedas lograrlo, hemos hecho una recopilación de frases que no les debes decirles cuando sientan miedo. ¡No te las pierdas!
Lo que no debes decir a un niño cuando siente miedo
Habitualmente, los padres utilizamos ciertas frases para calmar a nuestro hijo cuando tiene miedo. Sin embargo, muchas veces empeoramos la situación sin dar cuenta de ello. Veamos qué frases no debemos decirle a un niño con miedo.
1. “No es para tanto”
Esta frase le quita valor a sus emociones y debes evitarla en cualquier contexto. Puede que para ti no sea nada, pero al niño le genera un malestar.
Aunque pienses que no tiene importancia ese miedo, cuando dices esta frase lo único que le das a entender al niño es que sus emociones no son válidas y que debe reprimirlas. Esto, en un futuro, puede provocarle serios problemas emocionales.
2. “Deja de tener miedo”
Por mucho que quieras que tu hijo no sienta miedo, no está bien forzarlo para que no lo experimente.
No debes olvidar que el miedo es una emoción instintiva que nos avisa sobre un peligro. Si bien se puede aprender a controlar, no se deja de sentir de un momento a otro.
3. “Eres un cobarde”
No ridiculices a tu hijo porque tenga miedo, ni te rías de él por esa razón. A nadie le gusta que se rían de uno por temerle a algo.
Lo que el niño necesita es que valides sus emociones, que lo comprendas y que estés a su lado. Ayúdale a desarrollar sus estrategias para afrontar el miedo, no para esconderlo.
4. “No tengas miedo”
Aunque no te guste ver a tu hijo mal por el miedo y trates de convencerlo de que no hay nada de qué temer, no va a dejar de sentirse inseguro. El miedo es una emoción natural y hay que verla como tal.
En lugar de decirle que no tenga miedo, dile que es un niño muy valiente. Eso lo reconfortará y lo hará sentir mucho mejor.
5. “Me voy a enfadar como sigas así”
Las amenazas no son buenas ni aconsejables para ninguna situación. De hecho, ante el miedo, esta frase no le infunde más valor sino todo lo contrario. Le das a entender que el miedo es una emoción mala y que se debe avergonzar de sentirla. O lo que es peor, que sus padres se avergüenzan de él por lo que siente.
6. “¿De verdad te da miedo eso? ¿No te da vergüenza?”
Si dices esta frase, lo que conseguirás es que tu hijo no acuda a ti cuando sienta temor por algo. Además de sentirse inseguro, le darán vergüenza sus propias y genuinas emociones.
7. “La razón de tu miedo es una tontería”
Puede que a ti te parezca una tontería, pero para él no lo es. Si le dices esto a tu hijo, pensará que su emoción es realmente tonta y que debe reprimirla. Pero como hemos dicho anteriormente, hay que validar su emoción para que se sienta comprendido.
Déjale que te cuente por qué le da miedo eso y ¡apóyale!
8. “Pareces una niñita”
¿Acaso el miedo es solo una emoción de niñas? Por supuesto que no, es una emoción que todo ser humano tiene derecho a sentir.
Por muy enfadada que estés, no debes decir nunca esta frase a tu hijo.
9. “No tengas miedo, ese pinchazo no te va a doler”
No es bueno mentirle a los niños para que dejen de sentir miedo, pues lo único que hará es que no vuelvan a confiar en ti.
Los pinchazos le duelen a cualquiera y esa no es la mejor manera de superarlos.
10. “Cierra los ojos y duérmete otra vez”
Aunque los niños tienen que hacer frente a sus miedos, al principio necesitan ayuda. Por lo tanto, si ha tenido una pesadilla y siente miedo, ve a su encuentro, abrázalo y háblale un rato. Esto lo ayudará a pensar en otra cosa, lo reconfortará y le permitirá sentirse mejor y más relajado.
11. “¡No llores que no pasa nada!”
Otra frase que le quita valor a su emoción y que favorece a que la reprima. Pues, le das a entender que su emoción no tiene importancia, cuando para él sí que la tiene.
12. “No llores, los hombres no tienen miedo”
¿Desde cuándo el miedo es solo cosa de mujeres o niñas? Dejemos estos estereotipos y démosle valor a la emoción, la sienta quien la sienta.
Esta es una frase que le niega a los niños la posibilidad de expresar lo que sienten y que, por el simple hecho de ser hombres, no pueden temerle a nada. Esto es un gran error y no debes caer en él.
13. “¡No seas tan exagerado! ¡No es para tanto!”
Si devalúas su miedo, lo único que conseguirás será que el niño se frustre y se estrese, lo cual puede dar lugar a conductas agresivas.
14. “Tienes que ser fuerte”
De generación en generación, se nos ha enseñado que no debemos aceptar nuestro miedo y que debemos quitarle importancia a esta emoción. Pero si lo hacemos, dejamos de ser empáticos con las diferentes realidades de la vida.
Sobre las frases que no debes decirle a un niño con miedo.
Estas frases que te hemos dado en este artículo no debes decírselas nunca a un niño con miedo, pues no lo estarás ayudando en absoluto, sino al contrario.
Cuando un niño siente miedo, necesita apoyo para superarlo y esto implica seguridad, confianza, tranquilidad, mucho cariño y comprensión de tu parte.
Cambia tu repertorio de frases y así evitaras que esos miedos se prolonguen y generen fobias o ansiedad a futuro.
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Méndez, F. X., Inglés, C. J., Hidalgo, M. D., García-Fernández, J. M., & Quiles, M. J. (2003). Los miedos en la infancia y la adolescencia: un estudio descriptivo. Revista Electrónica de Motivación y Emoción, 6(13), 150-163. Disponible en: https://www.researchgate.net/profile/Candido-Ingles/publication/28062475_Los_miedos_en_la_infancia_y_la_adolescencia_Un_estudio_descriptivo/links/5dcde0fd4585156b3513705d/Los-miedos-en-la-infancia-y-la-adolescencia-Un-estudio-descriptivo.pdf
- Valiente, R. M., Sandín, B., & Chorot, P. (2002). Miedos comunes en niños y adolescentes: Relación con la sensibilidad a la ansiedad, el rasgo de ansiedad, la afectividad negativa y la depresión. Revista de psicopatología y Psicología clínica, 7(1), 61-70. Disponible en: http://revistas.uned.es/index.php/RPPC/article/view/3922
- del Agua, A. M. P. (1995). La importancia de la edad en la evolución de los miedos infantiles. Revista de psicología general y aplicada: Revista de la Federación Española de Asociaciones de Psicología, 48(3), 365-375.