Fluorosis dental en niños

La fluorosis dental es una patología producida por la ingesta excesiva de flúor en la infancia, durante la formación del esmalte de los dientes. Presenta manifestaciones estéticas pero también puede tener más consecuencias en el cuerpo. Veamos de qué se trata.
Fluorosis dental en niños
María Belén Del Río

Revisado y aprobado por la médica María Belén Del Río.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 13 abril, 2022

¿Qué es la fluorosis dental?

La fluorosis es un problema de Salud Pública que afecta a la población infantil en muchas zonas endémicas de varias regiones del mundo.

Fue descubierta en los años 40. Se vio que el agua con alto contenido en flúor producía una coloración anormal en el esmalte de los dientes. Tras investigar este hecho, se descubrió que la causa de estos cambios dentales estaba en la ingesta excesiva de flúor durante la formación del esmalte; es decir, en la infancia.

“Durante muchos años, se ha considerado que la fluorosis era simplemente un problema estético, y no un problema de salud. Pero la exposición a niveles elevados de flúor tiene consecuencias en todo el organismo, no solo en las células del diente”.

Manifestaciones de la fluorosis

La fluorosis dental se puede manifestar de diferentes formas, según la gravedad o la fase de la enfermedad. En la mayoría de casos, la fluorosis es leve y se manifiesta como líneas blancas muy finas en los dientes.

En los casos más severos, los dientes son frágiles, la superficie del esmalte se vuelve irregular y aparecen manchas marrones. La fluorosis también se denomina como enfermedad de los dientes moteados, precisamente por estas manchas marrones características.

“El flúor es un mineral importante que protege los dientes y ayuda a evitar la aparición de caries. Sin embargo, cantidades excesivas de flúor impiden que el esmalte madure de forma normal. Se produce un desorden en la mineralización del diente y este se vuelve más poroso. La etapa más vulnerable va desde el nacimiento hasta los 6-8 años”.

El flúor en nuestro cuerpo se absorbe principalmente en el tracto gastrointestinal. Cuando ingerimos flúor oralmente, una parte se queda en los fluídos bucales y puede ser incorporada a los dientes, pero la mayoría pasa al estómago y se absorbe en el intestino.

Fluorosis dental en niños.

Un estudio realizado en Ucrania investigó la salud de niños afectados por fluorosis dental. Concluyeron que los niños que presentaban esta patología tenían una salud mucho más débil y precaria en comparación con niños sin fluorosis.

En este sentido, presentaron más enfermedades gastrointestinales, respiratorias, de hueso y de músculo, desórdenes mentales, enfermedades del sistema nervioso, talla más baja, más incidencia de caries, etc.

“Por tanto, la fluorosis no es un problema dental, exclusivamente. El exceso de flúor también puede ocasionar enfermedades importantes en los huesos. Y actualmente se sabe que es también una señal de desorden en la glándula tiroidea”.

Cantidad de flúor necesaria

“La cantidad de flúor necesaria en nuestro cuerpo no está muy lejos de la cantidad tóxica. Por un lado, es necesario incorporar una dosis suficiente para evitar el deterioro dental y la incidencia de caries. Pero por otro lado, una cantidad excesiva de flúor puede causar fluorosis”.

El uso del flúor está recomendado dentro de unos límites de seguridad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Son necesarias medidas de salud pública para que las personas que viven en zonas donde el flúor es insuficiente incorporen una dosis adecuada de esta sustancia. Asimismo, es necesario eliminar el exceso de flúor en agua potable en aquellas zonas endémicas de fluorosis.

En Europa, para evitar la aparición de fluorosis, está regulada la cantidad de flúor que pueden llevar los dentífricos. Y especialmente los dentífricos para niños. Está prohibido comercializar pastas dentales con más de 1500 ppm de flúor. Además, aquellas con más de 1000 ppm de flúor tienen que incluir una advertencia en su etiqueta para que sean de uso exclusivo de adultos.

Tratamiento

Respecto al tratamiento, conviene saber que la fluorosis dental es un proceso irreversible. No existe una solución definitiva para mejorar la condición del diente. Por razones estéticas, se puede recurrir a algunos procedimientos que mejoren la apariencia. Por ejemplo:

  • Es posible blanquear las manchas marrones con agentes específicos como el peróxido de hidrógeno. Dependiendo del grado de fluorosis, el blanqueamiento puede ser más o menos eficaz. Tendrá que ser realizado periódicamente por un dentista.
  • Se pueden utilizar carillas dentales estéticas. Estas modifican el aspecto del diente con materiales que imitan a la perfección la forma y el color de los dientes naturales.
    Fluorosis dental en niños.

Prevención de la fluorosis

Para prevenir la aparición de esta enfermedad, es importante tener en cuenta el contenido en flúor del agua que se bebe, así como el de las pastas dentífricas y si el niño recibe o no suplementos de flúor. Así podemos asegurar unos niveles adecuados y evitar una ingesta excesiva.

Se recomienda supervisar siempre el cepillado de los más pequeños. Los padres deben asegurarse de que los niños no usan demasiada pasta dental y aprenden a escupirla y no ingerirla. Lo mismo ocurre con el enjuague bucal. Asimismo, se recomienda realizar visitas frecuentes y regulares al dentista.


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  • Hidalgo-Gato Fuentes, Iliana, Duque de Estrada Riverón, Johany, Mayor Hernández, Félix, & Zamora Díaz, Javier Domingo. (2007). Fluorosis dental: no solo un problema estético. Revista Cubana de Estomatología, 44(4).
  • Gutiérrez, J. R., & Vega, L. H. (2005). Fluorosis dental: Metabolismo, distribución y absorción del fluoruro. Revista de la Asociación Dental Mexicana, 62(6), 225-229.

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