La fibra en la alimentación de los niños

Garantizar el consumo de fibra es esencial para promocionar el crecimiento de las bacterias del tubo digestivo. A partir de aquí, se mejora la salud intestinal.
La fibra en la alimentación de los niños
Saúl Sánchez Arias

Escrito y verificado por el nutricionista Saúl Sánchez Arias.

Última actualización: 24 marzo, 2021

La fibra es uno de los componentes esenciales en la alimentación de los niños. Este elemento garantiza un buen tránsito intestinal, reduciendo, así, muchas de las dolencias frecuentes entre los más pequeños. Además, su consumo genera una serie de beneficios que te vamos a comentar.

No obstante, hay que tener en cuenta que la dieta en los niños ha de ser lo más variada posible. Hay que introducir fibra mediante frutas, verduras y granos integrales, pero no se deben descuidar otros aspectos como el aporte proteico o el consumo de grasas.

La fibra y el estreñimiento

Uno de los principales beneficios de la fibra en los niños es la capacidad que esta sustancia tiene a la hora de prevenir el estreñimiento. Es capaz de aumentar el volumen del bolo fecal, estimulando, así, los mecanorreceptores del tubo digestivo, lo que desencadena movimientos peristálticos violentos.

Cuenco con granola casera.

De acuerdo con una investigación publicada en la revista Nature Reviews, el consumo regular de fibra reduce la incidencia del estreñimiento funcional. Este suele estar causado por un enlentecimiento del tránsito generado por poca activación de los receptores del tubo.

Consumir fibra para mejorar la salud intestinal

Otro de los aspectos de la fibra es la capacidad que tiene para mejorar la salud de la microbiota. Normalmente supone un sustrato energético para las bacterias que habitan en el intestino, estimulando su crecimiento y reproducción. De este modo, se evitan problemas como puede ser la disbiosis.

Según un estudio publicado en la revista The British Journal of Nutrition , se recomienda siempre la ingesta de fibra soluble para garantizar el buen funcionamiento de la microbiota. Además, esta genera una serie de ácidos grasos de cadena corta durante su fermentación, con carácter antiinflamatorio.

Hay que tener en cuenta que el estado de la microbiota en los niños puede determinar su salud posterior, ya que una buena parte de la biodiversidad de la misma se adquiere durante esta etapa.

Para generar saciedad

Uno de los problemas nutricionales más frecuentes en los niños son los picoteos entre horas. Estos suelen estar confeccionados por alimentos poco saludables, lo que condiciona negativamente el buen funcionamiento del organismo. No es para nada beneficioso que el niño consuma azúcares simples o grasas trans de forma habitual entre las comidas principales.

Para evitar tal situación, se puede utilizar la fibra. Cuando se introduce este elemento en las comidas, se reduce la velocidad de absorción de los nutrientes, así como el vaciado gástrico. Gracias a ello, se prolonga la sensación de saciedad, reduciendo el riesgo de que el niño consuma entre horas ultraprocesados poco saludables.

Con este objetivo, es recomendable incluir en cada comida granos integrales como el arroz o la avena, verduras y frutas. Estas últimas pueden aparecer en el postre, acompañadas de yogur. Los probióticos de los lácteos fermentados también ayudan a mejorar la salud intestinal, incrementando, así, los efectos de la fibra comentados anteriormente.

La fibra como antinutriente

A menudo se comenta que la fibra cuenta con la capacidad de reducir la absorción de ciertos nutrientes presentes en la dieta, como el hierro o el calcio. Lo cierto es que, si bien este efecto existe, no es demasiado preocupante, y mucho menos en los niños.

Cereales con fibra.

Un consumo muy elevado de fibra podría condicionar la biodisponibilidad de los minerales o de algunas vitaminas, pero esta situación no suele darse. Lo más habitual es pecar de una presencia muy pobre de fibra en la dieta, lo que resulta ampliamente nocivo para el tracto intestinal. De todos modos, si se detectan déficits, siempre se puede ajustar la dieta o incluir algún suplemento.

Una sustancia importante

Como has visto, la fibra es una sustancia importante para los niños. Consigue reducir una de las dolencias más frecuentes en este grupo poblacional y genera un menor riesgo de estreñimiento y de molestias intestinales, por lo que vuelve las digestiones más eficientes.

Además, contribuye a estimular el crecimiento de las bacterias que habitan en el tubo digestivo. Contar con una gran biodiversidad en la microbiota se relaciona con un mejor estado de salud y con un menor riesgo de enfermar a medio plazo. Por otra parte, se aconseja siempre acompañar la fibra con productos lácteos fermentados para aportar probióticos.


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