Estimular a los niños pasivos significa darles la oportunidad de convertirse en personas con autonomía y criterio propio. Hombres y mujeres con carácter, sentimientos y gustos formados gracias a sus experiencias y no copiados de sus semejantes.
A continuación, te enseñamos cómo combatir la pasividad de tu hijo.
Comportamiento y psicología de un niño pasivo
Un niño pasivo se caracteriza por la falta de energía durante el comienzo o la realización de cualquier tarea. Este es un infante que se paraliza cuando sus padres y otros adultos le convidan a realizar algo.
Esta pasividad la lleva a todos los ámbitos; incluso, en los momentos cuando se siente disgustado o molesto el niño pasivo es incapaz de reclamar sus derechos y exigirle a los demás.
Existen muchos hábitos comunes entre los niños pasivos:
- Pasan largas horas frente al ordenador
- Se quedan en casa mientras otros niños hacen deporte o juegan al aire libre
- Ven mucha televisión
- Les cuesta trabajo hacer amistades
- Escuchan música mientras se mantienen acostados o sentados
- Son reacios a la competencia
- Les falta disposición para comenzar una actividad
- Carecen de iniciativas, o si las tienen, nunca las dicen
- Son tímidos
- Son obedientes en exceso y siempre cumplen con las encomiendas de los mayores
- Aman llevar una vida sedentaria
- Prefieren observar y escuchar antes que actuar y hablar.
- Se toman mucho tiempo para desempeñar cualquier tarea
- Les cuesta trabajo abrirse y expresar sus sentimientos y emociones
Pero mientras la pasividad sea una característica pasajera y no cause ningún problema serio en la conducta y el aprendizaje del niño, será un mal que, con ayuda, tendrá remedio.
El perjuicio de la pasividad se manifiesta cuando dicha actitud viene aparejada a un padecimiento psíquico como el síndrome de Asperger.
El Síndrome de Asperger
El síndrome de Asperger es un trastorno caracterizado por la poca interacción social y algunos problemas mentales y de la conducta.
“Al respecto, conoce más en: Síndrome de Asperger”
Los niños con este padecimiento tienen un aprendizaje diferente al de los restantes menores.
Toda vez que adquieren una habilidad la ponen en práctica de manera impecable, pero para el aprendizaje de dicha destreza necesitan mucho más tiempo que los otros y que alguien les guíe constantemente.
Estos niños se “desconectan” de la realidad por algunos instantes y cuando recuperan la concentración se sienten perdidos.
Ante las frustraciones y lo desorientados que se sienten se ponen muy nerviosos y sienten que las tareas y el propio mundo son demasiado complicados para él, por este motivo tienden a mantenerse al margen de todas las situaciones y ser muy pasivos.
¿Cómo ayudar a un niño con Asperger?
La mejor ayuda que tú como mamá le puedes dar a tu hijo con Asperger es la de mantenerse en segundo plano. Guiarlo adoptando una actitud discreta. No gritarle o impacientarte ante la demora. Un niño con asperger es muy inteligente y enseguida se dará cuenta de tu estado de ánimo.
Enséñale cómo simplificar las cosas. Todas las tareas tienen un comienzo y un final. Muéstrale cómo dividir el trabajo y así completar la acción de una manera mucho más sencilla.
Dale amor y apóyalo todo el tiempo. El niño tendrá dificultades en la escuela y constantemente estará expuesto a las críticas, burlas y hasta acoso de sus compañeros; vela porque tu comportamiento y la carencia de afecto no sean una carga más para él.
Ahora bien, si ya los especialistas del ramo han descartado que tu hijo tenga Asperger y está seguros de que solo se trata de un menor muy pasivo podemos darte muchos consejos para “despertarlo”.
¿Cómo estimular a un niño pasivo?
Incentiva sus gustos
Estate al tanto de lo que al niño le gusta hacer en verdad y no lo que hace mandado por ti o por sus maestros en la escuela. Cuando averigües esto embúllalo a combinar esa pasión con alguna otra actividad.
Si por ejemplo, a tu niño le gusta mucho escuchar música pueden usar auriculares mientras caminan juntos por el parque, montan bicicleta, o visitan algún centro recreativo de la ciudad donde viven.
Promueve las relaciones con otros menores
Estimúlalo a que se relacione con otros niños de su edad. Por lo general esto infantes o están solos o tienden a relacionarse mejor con personas mayores.
Llévalo a sitios frecuentados por otros niños como los parques de diversiones y celebra sus cumpleaños para que vengan vecinos y compañeros de clase.
Incéntivalo a acampar o a ir a la playa acompañado de otros niños.
Convídalo a él y a otros niños a desempeñar diversos juegos, haz competencias entre ellos y premia sus victorias.
Evita el trato diferenciado
No hay que forzar al pequeño a ser activo en sus actividades. Como mejor vas a animarle la participación es dando el ejemplo en algún juego, siendo tú la primera para luego animar a todos los niños a que te sigan sin darle a él un trato especial.
Al igual que le dices a un niño: “es tu turno en el juego”, así mismo se lo dirás a él. Debes procurar que vea que no existe ninguna diferencia entre el trato que le das a él y a los otros.
Incentívale la exploración y explícale que está bien cometer errores. Muéstrale cómo cuando los niños se equivocan en alguno de los juegos, a la segunda, tercera o cuarta vuelta, aprenden a no tener el mismo error.
“Conoce cómo hacerlo en la importancia de que el niño cometa errores”
Hazlo tu confidente
Ábrete con él. Si le cuentas tus problemas, en algún momento él confiará en ti y querrá hacer lo mismo. Así es como mejor estarás al tanto de sus estados de ánimo, sus sentimientos y si está sometido a algún maltrato físico.
Los niños pasivos son un blanco fácil para las malas influencias. Se someten ante los abusos sin siquiera quejarse por ello y comparten las travesuras de sus victimarios aun cuando saben que serán amonestados por eso.
Estos niños viven en función de los otros, quieren parecerse a sus ídolos de clase y por lo regular se someten a ellos y pierden su identidad.
Cuando conversen hazle saber del respeto que te tienes a ti misma, hacia tus gustos y sentimientos. Muéstrale cómo velas por tus propios intereses y respetas tus gustos tanto como el de los demás. De esta forma aprenderá a hacer lo mismo.
Ten en cuenta nuestras recomendaciones. Sé cada día una madre mejor.
Bibliografía
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