¿Es legal el castigo sin recreo a nuestros hijos?

Cuando los niños sufren un castigo sin recreo en el colegio, son privados de un derecho que tienen a ese espacio de tiempo sin actividad lectiva. ¿Cómo se regula o se limitan este tipo de castigos?

Niños corriendo después de haber sufrido un castigo sin recreo.

En muchos colegios, por no decir en casi todos, es una práctica común el castigo sin recreo a los niños, o con menos tiempo de este. ¿La razón? No portarse bien, no haber terminado los deberes, no saber la lección, hablar en clase o haber olvidado el cuaderno en casa.

Hay profesores que, incluso, les quitan tiempo de recreo a los alumnos que necesitan ir al baño durante las horas de clases. El recreo es un derecho de todos los niños y también una necesidad desde el punto de vista de su salud física y emocional. Y, sin embargo, el castigo sin recreo sigue siendo habitual.

A continuación, veremos algunos elementos para entender por qué no se debe castigar a los niños sin recreo.

El recreo: un derecho de los niños

El artículo 24 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos señala que: “Toda persona tiene derecho al descanso y vacaciones periódicas”. Esto incluye, por supuesto, a los niños, quienes también tienen derecho al descanso y a una limitación razonable de su tiempo de trabajo.

La jornada ‘de trabajo’ de los niños de entre 3 y 12 años es de, aproximadamente, 5 horas. Incluso, hay algunos que comen en el colegio o que se quedan a actividades extracurriculares, por lo que dicha jornada puede durar hasta 9 horas. Sin duda, una jornada extensa…Niños en el recreo escolar descansando.

Durante esta jornada, se ha establecido un descanso de 30 minutos, a media mañana, que se denomina recreo. Este momento de esparcimiento y de juego es un derecho que tienen los niños.

Este derecho está recogido en el artículo 31 de la Convención sobre los Derechos del Niño: “Los Estados partes reconocen el derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad”.

El castigo sin recreo es un abuso de poder del profesor o del establecimiento. Los recreos escolares no son propiedad de los profesores, son derechos de los niños. Ningún régimen sancionador interno de ningún centro educativo está por encima de lo que establece la Constitución o los convenios internacionales.

Beneficios del recreo para los niños

El recreo ofrece a los niños muchos beneficios mentales, físicos, emocionales y sociales. Ese momento de juego libre y de actividades no estructuradas es fundamental para el desarrollo y la salud de los menores. Este pequeño espacio de ocio les permite desarrollar sus habilidades sociales, aprender a compartir, comunicarse, resolver problemas. También es un espacio en el que pueden liberar tensiones.

Desde el punto de vista estrictamente académico, el recreo también es muy importante. Para aprender mejor, los niños necesitan un descanso para procesar la información después de un periodo de aprendizaje. Es tan necesario como una clase de matemáticas o de lengua.

El recreo también es necesario para recargar energía y para que los pequeños realicen alguna actividad física. Contribuye positivamente a mejorar el rendimiento escolar y el comportamiento de los niños. Asimismo, este tiempo de ocio y desconexión es especialmente útil para los niños con problemas de comportamiento o aprendizaje, como aquellos que sufren de Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).Niños saltando a la comba durante el recreo.

¿Por qué no se debe realizar el castigo sin recreo a los niños?

El recreo es parte fundamental del desarrollo de los más pequeños. Es un componente importante de la interacción social que los menores deben tener en el colegio. Es una oportunidad de descansar de las exigencias académicas y un espacio de esparcimiento, desarrollo creativo, participación y actividad física.

Para los niños, jugar es una actividad esencial que no se puede prohibir o desestimar. Los centros educativos no deben utilizar el tiempo del recreo como forma de castigo. Tienen que buscar otros métodos para mejorar la conducta de los niños.

Los padres deben exigir que se cumplan los derechos de sus hijos y pedir al centro educativo que no se castigue sin recreo a los niños. El colegio debe utilizar medidas educativas y no coercitivas para corregir eventuales problemas de comportamiento de los niños. Es necesario buscar otro tipo de soluciones que no incluyan privarles de su derecho al descanso.

Al ser castigados sin recreo, los niños aprenden, además, que deben someterse a situaciones injustas sin poder dar su opinión sobre ellas. Aprenden que sus necesidades no importan y que no pueden cambiar algo que no consideran justo.

Bibliografía

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