3 errores que cometen los padres separados

Cuando en una familia hay padres separados, el impacto emocional no solo recae sobre ellos, sino que también los menores lo sufren y mucho. Es posible que los adultos, debido a la carga emocional, no sean conscientes de que pueden cometer errores que dañen a sus hijos. Hay que tener en cuenta que los chicos son seres frágiles y sensibles a los que les afecta cualquier palabra, acción o malentendido entre sus progenitores.

A los niños no se les debe tratar o hablar como si fuesen adultos, ¡porque no lo son! Los padres, independientemente de los problemas que tengan entre ellos, deben velar por el bienestar de sus hijos, ante todo.

Aunque es bastante común que, de manera inconsciente, los adultos comentan ciertos errores, hay que saber que las principales víctimas son sus hijos. Por todo esto, vamos a comentarte cuáles son los errores más frecuentes que se suelen cometer para que no vuelvan a ocurrir.

Los padres separados y los errores más comunes

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, son nada menos que 110.000 las parejas que se separan en España. Y, casi la mitad de ellas, tienen hijos menores de edad. Por eso, son miles las familias que anualmente sufren las consecuencias de una separación.

Como bien deja claro la Asociación Española de Pediatría, los padres deben velar por el bienestar de sus hijos ante cualquier otra cosa. Los niños se merecen una estabilidad física y emocional y que su entorno no se vea afectado por las decisiones que toman sus padres. Ellos necesitan sentirse seguros cuando todo a su alrededor está en proceso de cambio.

Al tener esto en cuenta, vamos a pasar a comentarte algunos de los errores más frecuentes que cometen los padres separados para que, si es tu caso, puedas dejar de hacerlo. 

1. Hablar sin tener en cuenta su inmadurez emocional

Cuando se habla con los hijos sin tener en cuenta, su inmadurez emocional puede afectarles gravemente. Por supuesto, la comunicación es fundamental en la familia y más aún en una separación. En estos casos, las emociones estarán a flor de piel y será necesario tener en cuenta esta alteración normal de la conducta.

Hay que permitir que los niños hablen y puedan expresar todo lo que sienten. Pero siempre que se les explique o se les cuente algo, el relato deberá estar acorde con su edad y su capacidad de comprensión.

2. Hablar mal del otro progenitor o de su familia

En ocasiones, se puede hacer sin querer o sin maldad, pero hay ciertas palabras o frases que nunca hay que decirle a un niño. Aunque sea de manera sutil, los menores saben leer entre líneas. Para un niño, tanto su padre como su madre son las personas más importantes del mundo. Entonces, escuchar como otro habla mal de algunos de ellos le hace mucho daño. Esta situación puede generar un conflicto de lealtades.

Lo mismo ocurre con la familia del otro progenitor. No hay que criticarles ni burlarse de ellos, ya que forman parte de su vida y merecen un respeto enorme por tu parte. Esas personas, al igual que tu propia familia, son igual de importantes para tu hijo.

3. Pensar que nosotros hacemos las cosas mejor

Nunca hay que pensar que nuestra forma de hacer las cosas es la mejor o que tu expareja lo hace siempre mal. No hay una manera perfecta de proceder, sino que se hacen como uno piensa que es mejor, aunque se puedan mejorar. Por eso, siempre hay que respetar el esfuerzo en la crianza del otro progenitor.

La prioridad es el bienestar de tus hijos

Estas son algunos de los errores más importantes, pero también hay otros que también se deben tener en cuenta. Por ejemplo, se debe evitar que los niños sean mensajeros o espías. También, es un error habitual comprarles a través de objetos materiales. Ten en cuenta que es muy importante buscar un equilibrio en la relación con la expareja y pensar siempre en el bienestar de los hijos por encima de todo.