En muchas ocasiones, la falta de capacidad de estudio de nuestros hijos está marcada por una fuerte desmotivación, relacionada, en parte, con grandes carencias en los hábitos de estudio. ¿Qué errores frecuentes en los hábitos de estudio existen y cuáles pueden estar cometiendo?
Localizar dónde flaquean sus destrezas a la hora de ponerse a estudiar puede suponer la diferencia entre un abandono temprano de los estudios o superar con éxito la etapa educativa a la que se enfrentan. ¿Cómo podemos ayudarles a recuperar la ilusión por aprender?
Los 9 errores frecuentes en los hábitos de estudio que nuestros hijos pueden cometer
Normalmente, este desánimo por los estudios está estrechamente relacionado con el desconocimiento de las técnicas de estudio que les posibiliten la ejecución de una sesión de estudio autónoma y eficiente. Dicho de otro modo: les da pereza ponerse a estudiar porque no saben cómo hacerlo.
Analicemos, pues, los errores más frecuentes en los hábitos de estudio de nuestros hijos. Un poco de autocrítica siempre es buena y es el primer paso para avanzar y mejorar como personas, tal y como señala el libro Organizarse mejor (2010) de Elena Cano García.
1. Falta de planificación de las sesiones de estudio
Es importante que hagamos un horario con las actividades extraescolares que realicemos y planifiquemos el tiempo que le vamos a dedicar por la tarde a cada asignatura. Los atracones de última hora no son nada buenos. Provocan fatiga y generan ansiedad. Si nos duele la tripa antes de un examen, es que algo no estamos haciendo bien.
2. Estudiar con música o la radio no es uno de los mejores hábitos de estudio
Dependiendo de la materia que vayamos a abordar, necesitaremos un grado de concentración u otro. Si estamos escuchando música, es más que probable que nuestra atención se desvíe a la letra de la canción que escuchamos. Solo para aquellas tareas que precisen menor concentración podremos utilizar música instrumental, pero siempre de fondo.
3. Zona de estudio desordenada
A ninguno nos apetecería ponernos a estudiar en un lugar de trabajo lleno de papeles y trastos varios. Es importante que la mantengamos limpia y ordenada, que nos invite a sentarnos a estudiar, que tengamos a mano todo lo que necesitamos: lápices de colores, goma, subrayador, regla, folios en blanco…
4. La cama no es lugar para estudiar, otro de los malos hábitos de estudio
Por supuesto que si estamos preparando un examen ‘de los difíciles’ que nos va a llevar tiempo, debemos estar cómodos, pero la cama no es el lugar idóneo para ello. Probablemente, queramos echarnos una siesta. Una buena silla y la zona de estudio bien iluminada es más que suficiente.
5. No saber lo que nos entra en el examen, uno de los errores frecuentes en los hábitos de estudio
Si no hemos planificado nuestro horario de estudio semanal y se nos ha acumulado la materia, llegará el día de ponernos a estudiar y no tendremos organizado el material. Con nuestra ansiedad disparada, no seremos capaces de concentrarnos y abandonaremos nuestra misión antes de sentarnos en la silla. Un buen esquema y llevar los apuntes al día pueden evitarnos encontrarnos en esta situación.
6. Memorizar el contenido
A veces no nos quedará más remedio que ‘hincar los codos’ y ponernos a estudiar, pero estoy de acuerdo: suena muy aburrido. Sin embargo, en ningún sitio pone que esté prohibido echar mano de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para hacer más amena nuestra sesión de estudio. Mapas conceptuales, vídeos de YouTube… Todo vale mientras aprendamos la lección.
7. Demasiadas distracciones en la zona de estudio, uno de los errores frecuentes en los hábitos de estudio
Lo de las TIC está muy bien, pero hay que saber controlarse. Si tenemos abierto Instagram en el móvil y Facebook en el ordenador, estaremos a las conversaciones de los colegas en vez de a estudiar. Por este motivo, debemos evitar chats no relacionados con las clases en horas de estudio.
8. No tomarse un descanso para recuperar fuerzas es uno de los peores hábitos de estudio
Las sesiones maratonianas y a grandes cantidades de estudio no resultan productivas para nada (ni a corto, medio ni a largo plazo). Generalmente, de hecho, podemos mantener un buen grado de concentración durante 50 minutos a 1 hora.
Os aconsejamos que empecéis a estudiar con algo que os resulte sencillo, a modo de calentamiento, y hagáis una pausa cada hora para ventilar la habitación, comer algo y despejar la mente. En este sentido, un estudio publicado en 2019 por la Revista EuroAmericana de Ciencias del Deporte ha demostrado con los resultados obtenidos que los descansos activos tienen una repercusión muy favorable en el rendimiento académico de los niños.
9. Estudiar en el salón o la cocina
No podremos concentrarnos si nuestro hermano está viendo la televisión, nuestra madre hablando por teléfono o el perro ladrando. Debemos tener un sitio fijo y propio que nos permita estudiar con tranquilidad, aislado de ruidos y distracciones.
Evita la procratinación a toda costa
Mención aparte amerita este error, cada vez más frecuente y nocivo: la procrastinación, o con otra palabras ‘dejar para después’. En términos científicos, la peligrosa tendencia consiste en preferir realizar actividades que generan resultados satisfactorios a corto plazo “en lugar de aquellas que impliquen efectos positivos a largo plazo”.
Ello se ha convertido en un factor que repercute de manera negativa en el ámbito académico y laboral. En tal sentido, ha trascendido a todas las actividades de la vida diaria, afectando la autonomía del individuo en cuanto al cumplimiento de sus deberes y obligaciones.
Controlar los errores frecuentes en los hábitos de estudio para impulsar las capacidades de los pequeños
Si os habéis sentido identificados con estos errores frecuentes en los hábitos de estudio, ya habréis conseguido dar el primer paso hacia el éxito. Como suele decirse: “el primer paso es reconocerlo”.
Ahora que ya sabéis lo que no se debe hacer, esperamos que el camino que os queda por recorrer se os haga menos cuesta arriba y podáis disfrutarlo juntos. El secreto para que todo salga bien está en la motivación y la perseverancia que se ponga.
“La motivación es lo que te pone en marcha. El hábito es lo que hace que sigas”.
– Jim Ryun-
Bibliografía
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- Quintanilla Paz Soldán, F. Hábitos de estudio. [material de apoyo al tutor]. Recuperado de: www.prepa8.unam.mx
- Laureano, C. A., & Ampudia, L. G. (2019). Procrastinación: Revisión Teórica. Revista de investigación en psicología, 22(2), 363-378. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=8162710
- Pastor-Vicedo, JC, Martínez-Martínez, J., Jaén Tévar, Y., & Prieto-Ayuso, A. (2019). Los descansos activos y la mejora de los aprendizajes en educación infantil: una propuesta de intervención. SPORT TK-Revista EuroAmericana de Ciencias del Deporte , 67-72. doi:10.6018/sportk.401131
- Pérez, GC, García, EC, Carbó, AR, & Antolí, NS (2010). Organizarse mejor.: Habilidades, estrategias, técnicas y hábitos de estudio . Editorial