Enseñar a los niños a compartir en Educación Infantil

Compartir es un concepto extraño para la mayoría de los niños pequeños, y en educación preescolar. Vamos a ver cómo hacer que los niños puedan entenderlo.
Enseñar a los niños a compartir en Educación Infantil
Azucena Fernández

Escrito y verificado por la maestra Azucena Fernández.

Última actualización: 23 junio, 2019

Enseñar a compartir en Educación Infantil puede parecer una dura tarea. Si pensamos en la habitación de un niño pequeño, la vemos llena de juguetes, pero suele suceder que, cuando viene un amigo a casa, el niño quiere siempre justo el mismo juguete que su amigo ha elegido.

A veces se crean auténticas luchas y pronto la diversión y las risas se ven reemplazadas por lágrimas y rabietas. Esto es aplicable a cualquier aula de Educación Infantil.

“Los niños pequeños están mucho más interesados en saber lo que significa decir ‘mío’ que ‘compartamos algunas cosas’. El término ‘compartir’ se aprende a medida que aumenta el desarrollo social, emocional y cognitivo de los niños”.

-Betsy Mann-

Podemos tener la seguridad de que compartir es un concepto que está fuera del alcance de casi todos los niños pequeños. Para muchos de ellos, compartir consiste en quitarle cosas a otras personas. No pueden conceptualizar el compartir. Si quieren algo, solo lo quieren.

Es importante señalar que no hay que enfadarse. Si nos enfadamos con los niños por no compartir, les estamos enseñando que esto solo ha de hacerse para no recibir gritos o regañinas. Si queremos que los niños aprendan a compartir y su significado, hay algunos consejos que podemos seguir:

Antes de empezar Educación Infantil

Turnarse

Desde el momento en que el niño puede agarrar un objeto, podemos enseñarle a compartir pasándonos el objeto con él diciendo cosas como: “me toca a mí tenerlo o te toca a ti tenerlo”. Aprender a turnarse es el primer paso para compartir.

Enseñar a los niños a compartir en Educación Infantil.

Practicar con él

Hay que practicar el compartir con el niño en casa y buscar que sea algo divertido. Podemos decirle al niño, por ejemplo, que queremos compartir el sofá para hacerle cosquillas, o hablar sobre los turnos para compartir un helado y ver a quién le va a tocar comer cada vez.

En la etapa de Educación Infantil

Una vez que los niños empiezan la Educación Infantil, las expectativas sobre compartir aumentan. A los cuatro años, los niños empiezan a ser capaces de entender el punto de vista de otra persona.

Así que, basándonos en esta etapa del desarrollo, es posible lograr que el concepto de compartir vaya siendo asimilado por los niños. Preguntar cosas para utilizar esta nueva comprensión funciona: “¿Cómo te sentirías si tus amigos acaparasen todos los juguetes y no quisieran darte uno?”

Tener claro la razón por la que queremos que los niños compartan es importante. Algunos padres, a menudo, insisten en que sus hijos compartan solo por la vergüenza que sienten frente a otros padres cuando sus hijos no comparten. Lo recomendable es no forzar las situaciones y entender la importancia de que asimilen este concepto sin que sea para ‘quedar bien’.

Jugando para compartir en Educación Infantil

Los juegos cooperativos que no involucran a un solo ganador son muy recomendables para niños de tres años en adelante. Aunque la competencia no es mala, no es apropiada para los niños en edad preescolar. Aprenderán a compartir con juegos en los que todos tienen que participar para lograr algo.

Enseñar a los niños a compartir en Educación Infantil.

La utilidad del cronómetro

Es posible hacer que compartir se convierta en un juego utilizando el recurso del cronómetro. Por ejemplo, el niño tendrá un juguete que, cuando suene el cronómetro, tendrá que prestar a su amigo; cuando el cronómetro vuelva a sonar, su amigo le devolverá el juguete, y así sucesivamente. Empiezan a aprender que dar algo no tiene que ser para siempre.

Frases descriptivas y compartir en Educación Infantil

Por último, usar elogios descriptivos cuando el niño comparta algo es una buena idea. En vez de frases vacías como “eres muy bueno” crearemos frases con más contenido. Por ejemplo, fijándonos en cómo se siente la otra persona cuando compartimos con ella: “¿Has visto cómo ha sonreído tu amigo cuando le has prestado el muñeco?” Esto llama su atención sobre lo que ha hecho y sus detalles.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Shapiro, Lawrence E. La salud emocional de los niños Edaf, 2002.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.