La importancia de esforzarse no solo se encuentra en el regocijo por nuestros logros y el orgullo que sentimos por ellos.
También radica en la satisfacción que sentimos cuando nos damos cuenta que servimos, somos útiles y capaces.
En eres mamá hemos decidido dedicar este artículo a la importancia que tiene para la formación de tu hijo el que aprenda a esforzarse y entienda que en el fruto que den sus manos se encuentra su provenir.
El esfuerzo sirve para darle valor a las cosas
El trabajo ennoblece al hombre, eso se sabe; pero además le aporta las diversiones, los bienes y las comodidades que necesita.
Por ejemplo, gracias al dinero: un sistema de pago que le da precio al esfuerzo realizado, hoy por hoy, podemos adquirir las cosas materiales que deseamos.
Ahora bien, debes saber que eso que deseamos, necesitamos y logramos hacer nuestro, vale más, cuando lo obtenemos haciendo uso de nuestras capacidades físicas e intelectuales.
Cuando logramos proezas sin la ayuda de nadie ellas saben mejor, se aprecian más y se cuidan más.
Mamá, es la familia la que en la primera etapa de la vida provee a sus hijos de todo cuanto necesita, tanto material como espiritualmente.
Pero a medida que el niño crece y se convierte en adulto debe ir ganando sus propias responsabilidades y, por ende, conquistando el mundo.
Los padres también tienen la responsabilidad de enseñarles cómo debe hacerlo.
¿Cómo enseñarle a un niño pequeño a esforzarse?
Enseñarle a un niño pequeño a esforzarse es más fácil de lo que parece.
Solo basta con que te sientes a observarlo, sobre todo durante las horas de juego, para que halles la mejor manera según el gusto o las habilidades de tu hijo.
Pongamos un ejemplo.
Supongamos que tu niña tiene 20 meses y adora las muñecas.
Si le das un pomo de plástico trasparente con una tapa de rosca y con una muñeca muy pequeña dentro de él, inmediatamente que coja el recipiente en sus manos intentará abrirlo para sacar la muñeca nueva.
Tu hija mantendrá su constancia durante algunos segundos. Girará la tapa para ambos lados, dará con el pomo en el suelo, o buscará cualquier otra manera de alcanzar el juguete dentro de él.
Pero cuando se dé cuenta que no puede sacarlo te pedirá ayuda y es ahí, en la ayuda que le brindas en donde le enseñas a esforzarse.
Te explicamos.
Para ayudar a tu niña tienes dos opciones:
1. Le abres la tapa al pomo, le sacas la muñeca y se la das directamente
2. Le desenroscas el pomo y le muestras la muñeca dentro. Luego lo vuelves a enroscar, dejas la tapa un poco suelta y le enseñas el movimiento que debe hacer para que ella solita abra el pomo, introduzca su manita y saque la muñeca.
Dime, ¿qué opción escogerías?
La segunda, claro está.
Si pones la muñeca en las manos de tu hija no le habrás enseñado nada. En cambio, si le muestras cómo debe desenroscar el pomo le estarás dando a conocer una nueva habilidad.
Gracias a ella tu hija pasará otros importantes minutos empeñándose y esforzándose en lograr su objetivo.
Cuando lo consiga, sentirá una alegría y un regocijo infinito y apreciará la muñeca como el juguete que es y por el esfuerzo que en ella puso.
Haz la prueba en casa y cuéntanos cómo te fue.
Enséñale al niño la importancia de esforzarse
Mamá, enséñale al niño lo que vale el trabajo y cómo las conquistas logradas por medios propios son más apreciadas que las que otros nos dan.
Esto va a ayudarlo a que se forme con una personalidad fuerte, sea más seguro de sí mismo y gane en autonomía aun cuando siga siendo pequeño y necesite del amparo familiar.
Ayúdalo a trazar sus metas, a construir un proyecto de vida y hacerlo realidad con el sacrificio diario.
Enséñale al niño a tener la fuerza de voluntad y ser lo bastante valiente como para tomar las riendas de la vida con el arrojo que lleva.
Recuerda lo que dice el proverbio popular: “De los cobardes no se ha escrito nada”.
Tu hijo debe aprender a poner amor y dedicación en cualquier empresa, incluso, las más triviales.