Los jóvenes pasan una gran parte de sus vidas con sus padres. Especialmente están junto a ellos en la etapa de crecimiento y de crianza. Durante la niñez, la única referencia de parejas que ven es la de sus padres.
Por este motivo no nos debería extrañar que muchos de ellos, cuando crecen, elijan una pareja con características similares a las de sus progenitores.
Pero, ¿de dónde viene la idea de que elegimos una pareja similar a nuestros padres?
La evolución del ámbito emocional
Los adultos guían sus emociones y sentimientos en base a su aprendizaje y crianza. Esto explica la predisposición de los jóvenes a buscar a una pareja con la que compartir su vida con rasgos físicos y de personalidad muy parecidos a los de sus padres.
Sin notarlo y sin buscarlo, los jóvenes se enamoran de personas que actúan en cierta forma como sus padres. Muchos al saber esto se asustan y lo primero que hacen para reaccionar ante esta información es negarlo.
Se hacen a la idea de que es imposible que sea cierto, pero está científicamente comprobado.
Esto no significa que los hijos tengan fantasías o se sientan atraídos hacia sus progenitores. Se trata de una cuestión de costumbre y de crianza.
Los niños, al ver a un adulto realizando una acción, la repiten porque creen que está bien hacerlo. Se trata de seguir el ejemplo de ellos y repetir los patrones preestablecidos.
Las relaciones duraderas como ejemplo
Por esta razón el ejemplo que dan los padres a sus hijos es tan importante. Que los niños crezcan viendo una relación sana, en donde la pareja se respeta y se ama mutuamente, los impulsa a ellos a querer estar en una relación así.
Cuando los hijos son muy pequeños, las cosas en torno al amor les desagradan. Una vez que crecen, entienden que para ser feliz en pareja pueden guiarse por la relación de sus padres.
De igual modo, es fundamental que los hijos no crezcan presenciando una relación conflictiva. Cualquier ejemplo que sea negativo durante su crianza se va a reflejar e influir en sus decisiones personales.
De adultos buscarán como sanar sus heridas y los dolores de la infancia por la dura relación de sus padres. Lo más probable es que terminen teniendo relaciones conflictivas también.
¿Cuál es la razón por la que elegimos una pareja similar a nuestros padres?
Según estudios científicos, estadísticamente es probable que la pareja ideal esté basada en las características comunes de sus progenitores.
Científicos estadounidenses aseguran que existe conexión entre el material genético de las parejas.
Más allá de una causa científica, hay que analizar y entender el hecho de la crianza. Esta es una de las causas por la que las parejas se escogen, según características en común con sus padres.
Una vida basada en el amor y el respeto
Básicamente existe una la razón por la que los adultos elegimos una pareja similar a nuestros padres. Si desde siempre han visto a sus padres envejecer felizmente y estos les han brindado amor y cariño, es normal que busquen lo mismo para ellos.
Si desde que una persona es pequeña sus padres lo han tratado con ternura, es comprensible que se cree un gran vínculo entre ellos.
Si además el padre provee alimento para el hogar y cubre las necesidades básicas, es lógico que se convierta en un ejemplo. Inconscientemente, el niño cuando crezca y se enamore intentará buscar en la otra persona el mismo rol.
La razón es que intuye que esa persona no le va a hacer daño, porque se basa en sus emociones y su aprendizaje para guiarse. Si desde que era un niño fue feliz con alguien así, entonces querrá pasar el resto de su vida de la misma manera.
La pareja ideal
La pareja ideal no necesariamente tiene que parecerse a los progenitores físicamente. Lo que es certero es que la pareja con la que deseamos pasar toda la vida tendrá rasgos similares a los de los padres si estos han sabido actuar bien como tales.
“Algunos estudios afirman que elegimos una pareja similar a nuestros padres basándonos en nuestra propia crianza y experiencia”
En este sentido, la atracción se podría regir por la similitud psicológica de las parejas y los padres.
La elección de la pareja de acuerdo con las características similares a los padres puede ser difícil de comprender. Sin embargo, es positivo que podamos elegir parejas que se adapten a nuestra personalidad y estilo, aunque sea inconscientemente.