Elaborar un sistema de economía de fichas correctamente

Aprender a elaborar correctamente un sistema de economía de fichas puede ser de gran ayuda para mejorar la conducta de tus hijos.
Elaborar un sistema de economía de fichas correctamente
Ana Couñago

Escrito y verificado por la psicóloga Ana Couñago.

Última actualización: 25 noviembre, 2019

Para modificar y corregir la conducta de los más pequeños, se pueden utilizar técnicas psicológicas de condicionamiento, como el sistema de economía de fichas. En este artículo te damos algunas nociones básicas para poner en práctica este método de un modo eficaz. Esta técnica es ideal para que el niño se implique, de una forma activa y directa, en la corrección de sus propios comportamientos.

¿Qué es un sistema de economía de fichas?

El sistema de economía de fichas es una técnica de modificación de conducta basada en el condicionamiento operante, concretamente en el refuerzo positivo. Consiste en otorgar puntos al niño cada vez que realice una determinada conducta. Así, cuando este acumule un número concreto de puntos, se le entrega un premio, de modo que la constancia es recompensada.

Con esto, se busca elevar el nivel de motivación y reforzar el cumplimiento de los comportamientos que queremos que el pequeño lleve a cabo, puesto que, al recibir de forma inmediata reforzadores positivos, se aumenta la posibilidad de que repita la conducta deseada en el futuro.

Niña recibiendo una galleta a modo de refuerzo positivo por su buen comportamiento y las pegatinas recibidas en el sistema de economía de fichas.

El sistema de economía de fichas se suele utilizar para lograr que el niño realice tareas que requieren cierta autonomía y responsabilidad, las cuales, a veces, resultan difíciles de inculcar simplemente con disciplina, como:

  • Dormir solo.
  • Ir a dormir temprano.
  • Recoger y ordenar los juguetes.
  • Lavarse los dientes.
  • Hacer la cama.
  • Realizar los deberes y tareas escolares.

Además, esta técnica permite evaluar y registrar los avances conseguidos a lo largo de su aplicación.

Elaborar un sistema de economía de fichas correctamente

El procedimiento que se debe seguir para poner en práctica correctamente un sistema de economía de fichas es: 

  1. Definir de forma positiva la conducta que se pretende conseguir. 
  2. Seleccionar los premios o reforzadores que se van a dar: estas recompensas se acuerdan con el niño y no tienen que ser siempre materiales. Por ejemplo: realizar una actividad que le guste, jugar a algún juego, hacer una actividad en familia, etc.
  3. Determinar el número de puntos o pegatinas que hay que conseguir para obtener un premio: en un principio, es conveniente negociarlo con el niño. 
  4. Elaborar una tabla de puntos: realizar un gráfico mensual, en forma de calendario, con casillas en blanco debajo de cada día para poder colocar ahí los puntos o pegatinas. Esta tabla debe estar en un lugar visible de la casa.
  5. Recompensar a diario la conducta deseada a través de pegatinas: cada vez que el niño realice la conducta deseada, se pone una pegatina en la casilla del día correspondiente; cada pegatina es un punto. A continuación, hay que felicitarle verbalmente (con halagos, cumplidos, etc.), hacer algún tipo de gesto afectivo (a través de abrazos, besos, etc.) y prestarle mucha atención.
    Niños recogiendo sus juguetes para ganar pegatinas en el sistema de economía de fichas.
  6. Entregar los premios o reforzadores cuando corresponda: cuando se obtiene el número negociado de pegatinas, el niño recibe el premio que se ha acordado previamente. 
  7. Disminuir gradualmente la retirada de reforzadores conforme la conducta vaya aumentado su frecuencia.

Es importante que el niño sea consciente de todo este procedimiento para que entienda qué es lo que se espera de él. 

¿Hasta cuándo hay que utilizarlo?

Se debe dejar de utilizar el sistema de economía de fichas cuando el niño lleve a cabo la conducta frecuentemente. En el momento que esto empiece a suceder, es conveniente ir quitando los premios y recompensas progresivamente, hasta retirarlos por completo. 

Aunque lo que nunca debe desaparecer son los reforzadores sociales. Por lo que hay que valorar siempre, con palabras y afecto el esfuerzo que el pequeño hace.  Además, con el tiempo, el niño percibirá otros logros, como sentirse mayor o sentirse realizado. Lo cual le motivará a seguir realizando las conductas que implican autonomía y responsabilidad. 


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  • Fundación Teletón. (2013). Economía de Fichas. Boletín Mensual Programa Autismo Teletón, (5).

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