El método KiVa en la lucha contra el bullying

En el tratamiento para combatir los maltratos físicos y verbales que los niños utilizan unos contra otros, en el ámbito internacional se ha puesto de manifiesto el método KIVA. Utilizado en principio en Finlandia, se basa en la actuación sobre los testigos de esta clase de episodios.

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Francisco María García

Última actualización: 13 enero, 2021

El denominado bullying presenta diferentes matices entre los niños desde sus primeros años de escolarización. En todos los casos, se trata de un maltrato físico o verbal que uno o varios niños ejecutan sobre otro. En el tratamiento para combatirlo, en el ámbito internacional se ha puesto de manifiesto el método KiVA. Utilizado en principio en Finlandia, se basa en la actuación sobre los testigos de esta clase de episodios.

En qué consiste el método KiVA

El eje del programa de origen finlandés se basa en romper el silencio, el cerco de impunidad que ampara a los agresores y deja sola a la víctima, aportando una perspectiva grupal. Así, actúa sobre los testigos a fin de no reforzar y aislar a los que llevan adelante la agresión.

Se puede hablar de un cambio de paradigma al considerar el acoso infantil entre niños como algo a desnaturalizar y desarticular desde el entorno. Culturalmente, se asociaba al acosador con ‘el ganador’, mientras que la víctima pasaba al plano de ‘acosado’.

De este modo, el bullying se presentaba casi como un espectáculo en los patios de los colegios: el empujón, el agravio, la humillación hacia el tímido eran moneda corriente. El método KiVa aporta herramientas de detección y denuncia para todos aquellos que presencien casos de acoso escolar.

Finlandia, pionera en educación

La coordinadora del programa KiVa del Instituto Escalae, Tiina Mäkelä, en coordinación con el Ministerio de Educación de Finlandia, explica que “El acosador busca poder mediante la presencia de un público”.  De ahí que, para que deje de acosar, la clave esté en que esos espectadores no reaccionen positivamente a la agresión.

Año a año, las partidas presupuestarias destinadas a investigar métodos de enseñanza de calidad se mantienen en lo alto. En este sentido, la buena convivencia entre estudiantes ha sido una de sus prioridades.

Al día de hoy, Finlandia puede jactarse de que el acoso escolar ya no sea un problema en sus escuelas. En el 90% de los establecimientos educativos, sobre todo en niveles iniciales y primarios, el método KiVa contra el acoso escolar fue incorporado con éxito.

Cómo se aplica este método

Clases para trabajar las emociones

Los ejes de este programa son la prevención y la intervención ante el acoso. La manera de hacerlo es por medio de clases especiales dictadas a niños de 7, 10 y 13 años. Estas edades se consideran clave en el desarrollo de los niños y niñas.

En estas clases se proporciona a los niños información sobre competencias socioemocionales y sobre cuestiones de ética y valores. El trabajo sobre las emociones permite que los niños puedan distinguir los estados anímicos de sus compañeros.

Con todo ello, el ejercicio de la empatía no se destina al victimario, cuyos intereses exceden el compañerismo —ni a la víctima, que no encuentra los medios para defenderse o culpar al agresor—. Antes que eso, se promueve entre la mayoría estudiantil.

Otro de los puntos clave del método KiVa contra el acoso escolar son los ‘buzones virtuales’. El hecho de que la propia institución ponga medios virtuales y anónimos de denuncia también ha rendido frutos en el país nórdico. A su vez, el recurso virtual se refuerza con videojuegos donde se recrean situaciones de acoso para aprender a diferenciar y actuar, aulas virtuales y charlas con profesores y familias.

La actuación de los especialistas

Los métodos de prevención y detección temprana del acoso incluyen todos los medios posibles para dar a los estudiantes profesores en quienes confiar y testigos sensibles a lo que sucede. En caso de sospecha de bulliyng, un equipo de especialistas interviene sobre los actores en juego. En este sentido, la contención a la víctima es fundamental.

Por todo lo anterior, el método KiVa contra el acoso escolar se presenta como una semilla, una promesa de cambio a nivel social de carácter cualitativo. No es utópico pensar que educando niños empáticos, sensibles y solidarios se llegue en un futuro cercano a la creación de culturas amorosas, respetuosas y responsables.