Cómo cuidar el pelo en el embarazo para prevenir la caída en el posparto

Durante el embarazo, las alteraciones hormonales provocan cambios en el pelo. Por ello, se requieren cuidados específicos para mantenerlo fuerte y saludable.
Cómo cuidar el pelo en el embarazo para prevenir la caída en el posparto
Maria del Carmen Hernandez

Revisado y aprobado por la dermatóloga Maria del Carmen Hernandez.

Última actualización: 05 julio, 2022

Es importante cuidar el pelo en el embarazo para evitar la posterior caída y el debilitamiento en el período de posparto. El cabello, que sufre cambios generados por las alteraciones hormonales, puede mantenerse bonito y saludable con la puesta en práctica de ciertas estrategias.

Aquí, te detallamos cómo tratar el cabello para que luzca fuerte y saludable durante el embarazo y después del nacimiento del bebé.

Sigue estos consejos para cuidar el pelo en el embarazo

Es fundamental asegurarse de que el cabello mantenga sus condiciones saludables durante el embarazo para prevenir la caída o pérdida de brillo luego del parto. Para ello, se deben considerar varios aspectos.

No obstante, en caso de querer realizar algún tratamiento estético para estimular el fortalecimiento del pelo, debes consultar con un especialista para que indique cuál de ellos es el más conveniente.

Evitar la plancha térmica o la secadera

Los productos eléctricos para el cuidado del cabello, que trabajan por medio de calor (como la secadora o la plancha térmica), pueden provocar debilidad en la fibra capilar y favorecer su quiebre por una mayor resequedad. Incluso, algunos daños del calor incluyen los siguientes:

  • Destrucción del cemento que se encuentra entre las células de la fibra capilar.
  • Generación de escamas en la cutícula.
  • Apertura de los extremos de la fibra capilar.


Usar los productos cosméticos correctos

Gran parte de los productos cosméticos destinados al cuidado del cabello presentan ftalatos, parabenos y fragancias sintéticas. Algunos de ellos actúan como disruptores hormonales, es decir, son sustancias químicas que tienen la capacidad de alterar el equilibro hormonal y el propio sistema reproductivo.

También se aconseja evitar el uso de champú con componentes agresivos, como el lauril sulfato de amonio y el lauril sulfato de sodio.

Sin embargo, en caso de tener dudas al respecto, consulta al médico especialista para asegurar la seguridad del empleo del producto durante el embarazo.

Se recomienda no teñirse el pelo durante el embarazo, ya que los productos químicos podrían afectar tanto al cabello de la mamá como al bebé.

Evitar los tintes de cabello para cuidar el pelo en el embarazo

Se recomienda no utilizar aquellos productos que presenten químicos en su composición. Si bien el cuero cabelludo no absorbe suficientes químicos, la utilización de colorantes permanentes que contengan amoníaco puede ser dañina para el bebé.

También, es ideal evitar las siguientes sustancias que se suelen encontrar en las tinturas permanentes y oscuras:

  • Parafenilendiamina (PPD).
  • Peróxido de hidrógeno.

El primer trimestre del embarazo es el período más sensible para el desarrollo cognitivo y psicomotor del bebé, por lo tanto, es cuando más se aconseja evitar este tipo de productos. En esta línea, la American Pregnancy Association también recomienda retrasar la coloración hasta el segundo trimestre.

Existen en el mercado diferentes tipos de coloración, que se diferencian por su técnica implementada:

  • Mechas: no es un tipo de coloración demasiado tóxica, ya que solo se tiñen algunas mechas y no hay contacto del producto con el cuero cabelludo.
  • Coloración permanente: se encuentra contraindicada en el embarazo, debido al contacto estrecho de las sustancias con la piel.
  • Los moldeados y la permanente: estos procedimientos se aconsejan a partir del último trimestre del embarazo.

Mantener una alimentación balanceada y completa

Durante la gestación, la alimentación de la madre cumple un rol fundamental. Una adecuada ingesta de nutrientes contribuyen con el desarrollo del bebé y además, le brinda fuerza y protección al folículo piloso.

Entonces, una alimentación completa y equilibrada, que incluya frutas y verduras frescas, junto con semillas, nueces y alimentos ricos en proteínas, es una de las claves para mantener un cabello voluminoso y brillante.

Los minerales (como el hierro) y las vitaminas impiden el quiebre del cabello al fortalecer sus cutículas. Por ejemplo, la levadura de cerveza posee gran contenido de vitamina B que fortalece y previene la caída.



Durante la etapa de gestación, los peinados con trenzas y las colas de caballo pueden dañar el cabello y favorecer su caída en el posparto.

Modificar los estilos y las formas del peinado

Cuando el cabello está húmedo tiene más probabilidades de dañarse, ya que se encuentra débil y frágil. Por ende, solo se aconseja desenredar con peine de dientes anchos y no atarlo en estas condiciones.

A su vez, aquellos peinados que generan mucha tracción y son muy ajustados pueden empeorar la caída del cabello. Entonces, la American Academy of Dermatology Association recomienda hacer algunos cambios simples para cuidar el pelo, como evitar las trenzas, los moños muy apretados o las colas de caballo.

Utilizar mascarillas hidratantes

Las mascarillas capilares ayudan a mantener las fibras del cabello hidratadas de forma constante y con un brillo intenso. De hecho, se aconseja su uso durante los meses del embarazo para otorgar fuerza al pelo y evitar la caída durante el posparto.

Lo ideal es elegir productos sin demasiados agregados de químicos y aplicarlos una vez por semana para disminuir el quiebre y mantenerlo sano. Se debe dejar cumplir su efecto en el cabello húmedo durante al menos 20 minutos.

Los enjuagues del pelo con agua templada y los masajes circulares con la yema de los dedos contribuyen a estimular el flujo sanguíneo de los capilares del cuero cabelludo.

Cuidar el pelo en el embarazo y en el posparto

Si bien la mayoría de los cambios que se manifiestan en el cabello durante el embarazo son temporales, se recomienda poner en práctica determinados cuidados para evitarlos y prevenir la caída después del parto.

De hecho, luego del nacimiento del bebé, todas estas alteraciones comienzan a resolverse de manera espontánea. Por ende, no son condiciones que deban generar preocupación o alarma.


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