¿Cuándo necesita electrólitos un niño?

Por muy pequeñas que sean las concentraciones de electrólitos en el cuerpo, su equilibrio es fundamental para el funcionamiento corporal. Por eso es importante saber cuándo necesita electrólitos un niño.

¿Cuándo necesita electrolitos un niño?

¿Cuándo necesita electrólitos un niño? Hay varias razones que podrían justificar su consumo y van desde las diarreas, la sudoración excesiva, las quemaduras extensas, el vómito o cualquier otra condición de deshidratación. Incluso, en el contexto de una actividad física intensa, en un día muy caluroso.

Los electrólitos se encuentran en la sangre y dentro de las células. El cloro, el potasio y el sodio, son algunos de ellos. Estos deben mantenerse estables para lograr la hidratación, controlar la cantidad de agua en el cuerpo, regular la acidez en la sangre y favorecer a la actividad muscular.

Lo importante es devolver a su lugar los electrólitos que se pierden con el agua corporal a través de la piel, el riñón o los intestinos. En algunas ocasiones, el consumo de electrólitos puede ayudar, pero en el caso de los niños, la respuesta es más compleja.

¿Qué son los electrólitos?

Los electrólitos son minerales esenciales que tienen una carga eléctrica y que se encuentran disueltos dentro del organismo. Los más comunes incluyen el potasio, el sodio, el cloro, el calcio y el magnesio, los cuales se ubican mayormente en los diferentes compartimentos corporales.

Estos minerales son vitales para llevar adelante una variedad de funciones, como la regulación de los líquidos, la contracción muscular y la transmisión de impulsos nerviosos. Los electrólitos pueden perderse a través de diferentes vías, como la sudoración, los vómitos, la diarrea y más.

Por ese motivo, es importante saber el momento en que los electrólitos se están perdiendo, para recuperarlos lo más rápido posible.

¿Cuándo podría necesitar un niño ingerir electrólitos y en qué cantidades?

Los electrólitos están disueltos en el agua. Por lo tanto, en los casos de deshidratación se puede acelerar su pérdida. Un niño puede deshidratarse por vómitos, diarrea, temperaturas corporales elevadas, quemaduras cutáneas o en actividades físicas intensas.

La organización Healthy Children establece que, en caso de deshidratación leve o moderada, se repongan agua y electrólitos por boca en las siguientes cantidades, de acuerdo al peso del niño:

Peso (libras) Cantidad mínima del líquido (onzas/día) Solución de electrólitos en caso de diarrea leve (onzas/día)
6-7 10 16
11 15 23
22 25 40
26 28 44
33 32 51
40 38 61

Los lactantes pueden recuperar los electrólitos a través de la leche materna y en los casos de deshidratación moderados, puede ser necesario suministrarlos por medio de una solución de rehidratación oral (SRO). Para esto, el bebé debe tomar entre 100 a 165 mililitros de solución por cada kilo de peso.

En caso de niños entre 6 meses y 1 año de edad, la organización Healthy Children recomienda la ingesta de leche materna sin diluir o de fórmula. Si no es tolerado, entonces se sugiere ofrecer SRO. En los casos más graves, conviene incorporar solución electrolítica de manera endovenosa.

¿Con qué frecuencia pueden ingerir electrólitos los niños?

La frecuencia con la que el niño necesita consumir electrólitos dependerá de la intensidad de la pérdida, lo cual será determinado por el médico pediatra tratante. Después de pasar el proceso agudo de deshidratación, se recomienda que el niño retome la dieta normal.

¿Es perjudicial que las cantidades ingeridas de solución estén por encima de lo recomendado? De inmediato, lo respondemos.

¿Qué ocurre si el niño ingiere demasiados electrólitos?

Aunque los electrólitos son necesarios para el cuerpo, una ingesta excesiva puede llevar a desequilibrios que son perjudiciales para la salud.

Por ejemplo, un artículo publicado por la revista Comprehensive Physiology, se lee que el consumo excesivo de sodio puede llevar a hipernatremia — aumento de sodio en la sangre — que puede causar síntomas como náuseas, dolor de cabeza, convulsiones e incluso la muerte en casos extremos.

Además de las soluciones de electrólitos tradicionales, ¿qué otras bebidas son ideales para recuperar estos minerales esenciales? Te lo contamos a continuación.

¿Cuáles son las mejores fuentes alimentarias de electrólitos?

Los electrólitos se pueden encontrar en una variedad de alimentos y bebidas. La mayor parte de las verduras y las frutas son ricas en potasio, mientras que el sodio se encuentra más en productos lácteos y las carnes.

Alternativas a las SRO

Muchos padres manifiestan que sus hijos no toleran las SRO y optan por administrarles otros líquidos similares a los niños, como las bebidas deportivas comerciales. Si bien estas últimas están elaboradas para reponer las pérdidas de electrolitos durante el deporte, no cuentan con las concentraciones adecuadas para los niños. Incluso, contienen otros elementos que pueden resultar perjudiciales, según el contexto de salud del pequeño.

Por eso, si tu hijo no está en condiciones de ingerir electrolitos a través de los alimentos sólidos y no tolera las SRO, consulta con tu médico para buscar alternativas saludables. Algunas de ellas podrían ser los caldos colados (salados en mayores de 1 año) o el agua de coco.

Algunas consideraciones finales

Los padres y los cuidadores deben estar atentos a los signos de desequilibrio de electrólitos y buscar la orientación médica cuando sea necesario para detectar cuándo necesita electrólitos el niño.

Es importante asegurar una ingesta adecuada de electrólitos adaptada a las necesidades individuales de cada niño, lo cual incluye el nivel de deshidratación y la causa, como la diarrea, vómitos, altas temperaturas, ejercicio intenso, entre otras. Siempre hay que consultar con el pediatra y no administrar bebidas deportivas comerciales a los niños, salvo que el médico lo indique.

Bibliografía

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