Como madres, siempre queremos lo mejor para nuestros hijos. Nuestros cuidados son para muchos, excesivos, pero realmente, solo nosotras sabemos cuáles son los mayores temores de una madre.
Queremos cuidarlos el mayor tiempo posible y aunque crezcan, de igual forma estamos pendientes de cada uno de sus movimientos.
¿Cuáles son los mayores temores de una madre?
1. Cuando el bebé duerme por primera vez solo. Cuando nuestro hijo duerme por primera vez en su cuarto, tenemos miedo de que le pueda ocurrir algo, aunque esté a solo unos 15 pasos de distancia.
2. Que le hagan daño. Que pueda conocer alguna persona que le haga daño o abuse de él, por eso tratamos de enseñarles cómo saber quién puede tener buenas o malas intenciones.
3. Que pueda desarrollar alguna enfermedad grave o terminal. Siempre nos asusta el hecho de que se pueda enfermar y sufrir.
4. El que lo puedan alejar de nosotras. Pensar que alguien pueda apartarlo de nuestro lado también es un gran temor.
5. Algún desastre natural que pueda separarnos. Cuando vemos que ocurren terremotos o tsunamis en algún país, no podemos evitar pensar en esas madres que se separan de sus hijos.
6. El que pueda pasarnos algo y quede solo. ¿Quién podría cuidarlo mejor que sus padres? El hecho de que nos ocurra algo y quede solo es también un temor latente.
7. El que pueda no tener amor propio. Que por alguna razón, no se ame a sí mismo.
8. Que no pueda lograr ser independiente. Este también es un miedo muy importante y en el que podríamos tener cierta culpa, el que dependa siempre de nosotras.
9. Que no pueda lograr sus sueños. Queremos apoyarlos y estar a su lado para que cumplan todas sus metas, nos da temor que puedan tener alguna decepción.
10. Y lo más importante, si logrará ser feliz. Su felicidad es algo que realmente nos angustia, uno de nuestros mayores temores. Queremos que sea feliz sobre todas las cosas.
Nuestro cuidado siempre está influenciado por nuestros miedos, miedos que solo las madres podemos entender perfectamente, pero, ¿cuándo podemos saber si nos excedemos?
Existe un síndrome llamado “el síndrome de Wendy” que consiste en una sobreprotección excesiva en la madre y esto puede generarle problemas al niño.
Una de las cosas más afortunadas que te pueden suceder en la vida es tener una infancia feliz
-Agatha Christie-
¿Qué es el síndrome de Wendy?
¿Recuerdas el cuento de “Peter Pan”? Wendy, siempre velaba y protegía a Peter de cualquier cosa que pudiera pasarle. En eso consiste este síndrome, la sobreprotección es tan grande, que a veces la madre, que representa a Wendy, se olvida de sí misma.
No quiere decir que este síndrome sea malo, pero sí puede ser perjudicial para el futuro de nuestros hijos.
Los psicólogos afirman que las personas que hayan sufrido cierto abandono de sus padres y carencia afectiva cuando eran pequeños, pueden llegar a sufrir de este síndrome porque quieren darle a sus hijos todo lo que ellos padecieron.
Síntomas del síndrome de Wendy
1. Tratan de hacer siempre todas las tareas del hogar. No quieren por nada del mundo que sus hijos laven platos, limpien o hagan la comida…
2. No quieren que sus hijos tengan obstáculos. Tratan de hacer todas sus responsabilidades, le ordenan los libros que deben llevar a la escuela, se dejan ganar en los juegos…
3. Son padres controladores y dominantes. Siempre esperan que sus hijos sean obedientes.
4. Siempre quieren agradar a los demás. Incluso, renuncian a sus propias necesidades.
5. Siempre se sacrifican por sus hijos. Son capaces de hacer cualquier cosa por ellos.
6. Huyen de las situaciones conflictivas. No les gustan los problemas, siempre tratan de evitarlos.
7. Cuidan en exceso de sus hijos. Siempre buscan cuidarlos y protegerlos de cualquier cosa.
Se puede ser una madre protectora sin necesidad de llegar a ser una madre “Wendy”. Como madres sabemos cuáles son nuestros mayores temores, pero es importante que nuestros hijos tengan responsabilidades, tengan sus propios tropiezos y aprendan de sus errores, de eso se trata.
Muchas veces queremos protegerlos demasiado, pero no siempre podremos estar con ellos, deben también aprender a cómo defenderse solos y solventar problemas. En un futuro se independizarán y podrían sufrir muchos inconvenientes si no se preparan desde pequeños.
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Bowlby, J. (1986). Vínculos afectivos: formación, desarrollo y pérdida. Madrid: Morata.
- Bowlby, J. (1995). Teoría del apego. Lebovici, Weil-HalpernF.
- Garrido-Rojas, L. (2006). Apego, emoción y regulación emocional. Implicaciones para la salud. Revista latinoamericana de psicología, 38(3), 493-507. https://www.redalyc.org/pdf/805/80538304.pdf
- Marrone, M., Diamond, N., Juri, L., & Bleichmar, H. (2001). La teoría del apego: un enfoque actual. Madrid: Psimática.
- Moneta, M. (2003). El Apego. Aspectos clínicos y psicobiológicos de la díada madre-hijo. Santiago: Cuatro Vientos.
- Quadrio, C. (1982). The Peter Pan and Wendy syndrome: A marital dynamic. Australian & New Zealand Journal of Psychiatry, 16(2), 23-28. https://journals.sagepub.com/doi/abs/10.3109/00048678209161187
- Tomás, A. (2013). The EU, between Peter Pan síndrome and Wendy dilemma. In Current social and legal challenges for a changing Europe (pp. 81-96).