8 cortos animados para trabajar las emociones con niños

Para los niños, aprender con material didáctico y visualmente atractivo es más sencillo y divertido. Te recomendamos ocho cortometrajes animados que abordan aspectos de la educación emocional.
8 cortos animados para trabajar las emociones con niños
Sharon Capeluto

Escrito y verificado por la psicóloga Sharon Capeluto.

Última actualización: 22 mayo, 2023

Los cortos animados son un excelente recurso para educar a los más pequeños acerca de las emociones y su gestión. Estamos hablando de una valiosa herramienta tanto para docentes como para padres y madres en casa.

Dar lugar a la educación emocional es un requisito excluyente si queremos promover infancias sanas y felices. Y… ¿Qué mejor que acercar a los niños al mundo de las emociones a través de un medio didáctico y atractivo como la animación?

Los mejores cortos animados sobre emociones

Te presentamos una selección de lo más entretenida para toda la familia. Vamos a ello.

1. Pequeño Ícaro

Hacer volar a un avión de juguete no siempre es tan sencillo. El protagonista de Pequeño Ícaro, un niño amante de los aviones, se enfada mucho al notar que las cosas no salen como esperaba. Se frustra una y otra vez porque no logra hacer despegar a los aeroplanos de plástico.

Sin embargo, continúa insistiendo. Esta historia permite verse reflejado fácilmente en el personaje, pues todos nos encontramos en la vida con situaciones y obstáculos inesperados en camino hacia nuestros objetivos.

Además, este cortometraje animado puede dar lugar a un debate más que interesante con nuestros hijos o alumnos: ¿qué hacemos cuando las cosas no salen como queremos? ¿Cómo se siente el niño de la película? ¿Qué haríamos en su lugar?

2. El naúfrago

David Vera, el autor de El naúfrago, nos presenta dos hombres muy similares en apariencia (aunque diferenciados por su cabellera), pero con niveles muy dispares en relación a la madurez emocional.

Uno de los hombres asume una actitud egoísta y una notoria dificultad por registrar e interesarse por las emociones ajenas. El otro, en cambio, demuestra generosidad y solidaridad. Esta cinta es una interesante herramienta que puede ser muy útil para trabajar habilidades sociales en casa o el aula.



3. Bridge

Los cortos sobre emociones se pueden disfrutar en familia
Cualquier momento es válido para disfrutar de un corto, y es especialmente importante que este se comparta en familia para analizarlo mejor.

Este precioso corto tiene a cuatro animales como protagonistas. Ellos intentan cruzar un puente angosto y unos se convierten en estorbo para los otros. Los dos minutos de duración resultan suficientes para transmitir la idea principal: en ocasiones, para llegar a un acuerdo conveniente para ambas partes, es necesario adoptar una posición flexible.

Es al adorable mapache a quien se le ocurre una grandiosa (y a la vez sencilla) idea para que tanto él como su compañero conejo puedan llegar al otro lado del puente. Esta producción puede funcionar como disparador a la hora de trabajar conceptos como la colaboración, el trabajo en equipo y la empatía. Además, en Bridge se evidencia la ineficacia de la violencia.

4. Piper

Piper es una producción creada por Disney Pixar en el año 2016. Cuenta la historia de una hermosa y pequeña ave que tiene miedo al agua. El punto es que para conseguir alimento, debe enfrentarse a este temor.

La película logra describir a la perfección esa incómoda apreciación de sentirse muy pequeño e inseguro ante un contexto que parece tan desconocido como amenazante.

En este sentido, la obra puede ser una gran aliada para introducir el asunto del miedo a lo desconocido y la autosuperación. La cría, una vez que logra superar su miedo, descubre un maravilloso mundo subacuático además de aumentar su autoconfianza y sentido de pertenencia.

Este es un cuento sobre cómo crecer de la mano del coraje en un mundo que parece grande e intimidante – Alan Barillaro (director de “Piper”) –

5. Monsterbox

Esta obra surgió como proyecto final de estudios gráficos en 3D, en la Escuela de Arte y Diseño Bellecour en el año 2012. Se enfoca en una amistad intergeneracional, entre un hombre mayor y una niña curiosa.

El anciano se dedica a la jardinería y tiene un bonito vivero en donde cuida a sus plantas con atención. La niña y sus inquietos amigos hacen travesuras dentro del lugar, lo que hace enojar mucho al señor.

Sin embargo, con tiempo y cierta timidez van juntos construyendo una fuerte amistad. Monsterbox es una interesante propuesta para conversar sobre el poder de la amistad y la empatía con los niños.



6. Snack attack

Los cortos sobre emociones son interesantes
Al alcanzar cierta edad, los niños pueden ver los cortos por sí solos y luego discutirlos con los padres.

Con un distintivo tinte de humor y picardía, el cortometraje Snack attack nos invita a reflexionar acerca de los prejuicios y la importancia de no dejarse llevar por las apariencias.

En este caso, la historia transcurre en una estación de tren. Una anciana, después de varios intentos, logra sacar un paquete de galletas de una máquina expendedora. Su momento para disfrutar las galletas mientras espera que llegue el tren se ve interrumpido cuando un joven despreocupado e informal decide sentarse a su lado.

Generalizar siempre es equivocarse – Hermann Vonerling –

7. Mouse for sale

Cuenta la historia de Sniker, un tierno ratón orejudo que aguarda con ansias ser adoptado por algún niño que pueda darle amor. El problema es que su particularidad física provoca rechazo y burlas en los niños que se acercan a la tienda de mascotas.

Sniker hace todo lo posible para ser visto e insiste en encontrar a alguien que lo acepte tal como es. Mouse for sale es un recurso valioso para trabajar el respeto, la empatía y la tolerancia a las diferencias. Podemos también hacer énfasis en el enriquecimiento personal y colectivo que se deriva de aceptar y valorar la diversidad.

8. Palabras en el aire

Sylvain Vincendeau se basó en la historia de Alain Gagnol para crear este interesante corto animado en el año 1995. En Palabras en el aire un joven quiere hacer sentir mejor a una vecina triste que observa desde su ventana y se le ocurre una gran idea: hacerle llegar unas palabras de aliento en un avioncito de papel.

Sin intención, termina alegrándole el día a casi todo el vecindario. Al final, logra dar con su destinatario original y así sacarle una sonrisa.

El mensaje de esta producción se centra en el poder que tienen las palabras y la importancia de expresar las emociones. A través de él podemos abordar la regulación emocional, el valor de la escucha empática y desinteresada.

Además, podemos jugar con los niños y preguntarles qué se imaginan que el hombre escribió en el papel o qué le hubieran escrito ellos a la mujer triste. Por otro lado, nos ayuda a reconocer que los propios actos tienen consecuencias en los demás.


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