¿La contaminación afecta la salud del recién nacido?
La contaminación ambiental es un problema mundial, que no discrimina fronteras, estratos sociales ni edades. No obstante, algunas personas son más vulnerables a sus efectos que otras, como las embarazadas y sus bebés.
Desde hace varias décadas, los científicos han demostrado numerosas asociaciones entre los tóxicos del ambiente y ciertas patologías. Entre las consecuencias obstétricas más destacadas se encuentran el nacimiento prematuro, el bajo peso de nacimiento y la muerte perinatal.
Por este motivo, resulta fundamental conocer cómo afecta la polución a la salud de los bebés, para prevenir la exposición a estas sustancias nocivas durante la gestación.
¿Cómo afecta la contaminación ambiental a la salud de la mamá y del bebé?
Durante el embarazo la madre y el feto están expuestos a los tóxicos ambientales de forma permanente, ya sea adentro como afuera del hogar.
Tal como ocurre con los fumadores pasivos, la madre recibe estas sustancias a través de las vías respiratorias con cada inhalación. En general, estas son lo suficientemente pequeñas como para atravesar las paredes pulmonares y pasar directamente a su sangre.
La placenta es un órgano muy irrigado y recibe una gran cantidad de sangre materna destinada al feto. De esta forma, además de nutrientes esenciales, el bebé recibe los tóxicos que circulan en el organismo materno y que no pudieron ser eliminados.
Como consecuencia, el efecto nocivo de la contaminación los afecta a ambos.
La gestante y el feto: dos organismos vulnerables
Debido a los cambios adaptativos de la gestación, la mujer se vuelve particularmente vulnerable tóxicos ambientales. Entre ellos, podemos mencionar los siguientes:
- El aumento de la superficie que recibe el aire en los pulmones: esto favorece el ingreso de mayor cantidad de tóxicos ambientales al cuerpo de la mamá.
- Una tendencia natural hacia la inflamación: lo cual aumenta el estrés de las células y la producción de sustancias de desecho propias.
- Disminución de la capacidad de deshacerse de estos desechos: al permanecer en el organismo materno, se degradan y provocan elementos nocivos, como los radicales libres.
Por su parte, el feto se encuentra en pleno desarrollo de sus órganos y cada célula de su cuerpo se multiplica a gran velocidad. Esto aumenta la susceptibilidad a las agresiones del ambiente y favorece la aparición de malformaciones en cualquier estructura de su cuerpo.
Consecuencias de la contaminación ambiental en la salud del recién nacido
Si bien existen muchas causas para los problemas de salud que describiremos a continuación, los investigadores estudian la asociación directa entre estos y la contaminación ambiental.
Nacimiento prematuro
El calentamiento global y algunos tóxicos ambientales impresionan estar asociados al riesgo de nacimientos prematuros, principalmente en las estaciones más cálidas del año.
A su vez, este riesgo parece ser aún mayor en las madres de etnia afroamericana, con antecedentes de asma o de bajo nivel socioeconómico. Por lo tanto, es difícil determinar la relación causal real entre la contaminación y el nacimiento antes de lo esperado.
Bajo peso al nacer
La OMS define el bajo peso de nacimiento cuando el neonato pesa menos de 2500 gramos al momento de abandonar el útero materno. Esta problemática afecta a más de 20 millones de bebés del mundo y su incidencia aumenta día a día. Se estima que una de las posibles causas de este incremento, es la polución.
Según un reciente estudio longitudinal realizado en todo el territorio español, existe una asociación directa entre la exposición a ciertos tóxicos ambientales y el riesgo de bajo peso al nacer. Entre las sustancias estudiadas, se encuentran el óxido nitroso, el ozono y las partículas sólidas denominadas PM10.
Por otra parte, una revisión sistemática publicada en 2020 en la revista JAMA determinó la relación entre el bajo peso de nacimiento y la exposición al ozono, al calor ambiental y a las partículas sólidas PM2,5. En este estudio se analizó la información de más de 32 millones de recién nacidos estadounidenses y se observó un aumento significativo del bajo peso tras la exposición a estos tóxicos.
Muerte perinatal
Se trata de la muerte del bebé en los momentos previos o posteriores al parto o durante el mismo. En Estados Unidos, la frecuencia es de 1 de cada 160 nacimientos y en el 30 % de los casos, la causa no se logra determinar.
Este desenlace ha sido vinculado a la exposición materna a tóxicos ambientales, tales como el PM2,5 y el ozono. Según los resultados de algunos estudios, el riesgo de mortalidad a causa de la exposición a estos tóxicos podría ser mayor si ocurre durante el tercer trimestre de gestación.
Otros problemas en la salud infantil
Los niños con elevada exposición a los tóxicos ambientales durante la gestación, tienen mayor riesgo de padecer algunas de las siguientes condiciones de salud:
- Infecciones respiratorias en primera infancia.
- Malformaciones pulmonares.
- Asma infantil.
- Cambios en la estructura de la corteza cerebral.
- Hipertensión arterial.
- Enfermedad cardiovascular en edad adulta.
La contaminación ambiental y el impacto en la salud humana
Año a año, el nivel de polución se incrementa. Hasta hace un tiempo esto era una problemática propia de las grandes ciudades y de los países desarrollados, pero hoy afecta a todo el mundo.
Los daños físicos que estos tóxicos generan incremental el gasto en salud y en estrategias de saneamiento ambiental. Por este motivo, los estados deben otorgarle prioridad a las campañas de prevención sanitaria.
Es importante saber que la contaminación ambiental no solo está del lado de afuera de nuestras casas, sino también puertas adentro. Entonces, resulta fundamental que las mujeres en edad fértil y las embarazadas reciban el asesoramiento apropiado para preservar su salud y la de sus bebés.
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