¿Cómo ven los colores los bebés?

La visión de los bebés es inmadura y, por ello, imperfecta. Pero, ¿sabes de qué manera perciben los colores en sus primeros meses de vida?. Descúbrelo.
¿Cómo ven los colores los bebés?
Elena Sanz Martín

Revisado y aprobado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 23 abril, 2020

Por si no lo sabías, la forma en que ven los colores los bebés no es la misma que la de los adultos. Un niño empieza a hablar entre los 18 y los 24 meses, por lo que comprender cómo perciben el mundo es todo un reto. La Universidad de Sussex, Inglaterra, quiso arrojar luz sobre este asunto y para ello puso en marcha el Rainbow Project.

Dicho proyecto ha conseguido, entre otras cosas, descifrar cómo perciben los bebés los colores de su alrededor. Y, al contrario de lo que muchos creían, no ven en blanco y negro. Para un bebé el mundo cambia de manera rápida y constante. Cuando nacen, en realidad lo ven todo borroso, con una agudeza visual de solo el 5% en relación a la de los adultos.

Que un niño vea no significa que ve perfectamente bien. Su visión los primeros meses es muy limitada y, a medida que pasa el tiempo, va distinguiendo más colores y va enfocando más la vista. Por eso los recién nacidos se ponen bizcos, porque ven bien aquello que se encuentra cerca, pero no son capaces de enfocar objetos o personas más lejanas.

La visión estereoscópica, que es la habilidad de recoger información visual tridimensional, aún no está al alcance del niño. El cual, además, es incapaz de percibir profundidad de campo, por lo que ve todo en dos dimensiones. Un dato interesante es que pasados varios meses disciernen las caras a 30 cm de distancia, la distancia aproximada entre el pecho y la cara de la madre.

La visión madura con el tiempo

Nuestra capacidad para ver el mundo en color es gracias a los conos, unas células especializadas de la retina que existen en tres formas. A pesar de que los bebés nacen con los tres tipos de conos, lleva tiempo que estos maduren y que el cerebro entienda las señales que recibe.

A los dos meses los bebés son capaces de distinguir entre rojo y verde, y más adelante entre azul y amarillo. Pero en cualquiera de los casos tienen que ser colores saturados, llamativos. En caso de enseñarle un verde difuminado al bebé no será capaz de percibirlo, aunque sí pueda detectar un verde intenso.

Además, se descubrió, que los bebés de cuatro meses no logran diferenciar distintos tonos de un mismo color. Este hallazgo se realizó tras casi tres años de pruebas en las que participaron 400 bebés. La conclusión fue clara: si bien un adulto puede distinguir claramente un verde agua de un verde oscuro, a ojos del niño estos son el mismo color.

Tecnología para saber cómo ven los colores los bebés

Obtener estos datos sobre los bebés no hubiese sido fácil sin ayuda tecnológica. Se utilizó un procedimiento consistente en colocar a los niños frente a una pantalla que mostraba un fondo de un color, con un círculo en el centro de otro distinto. Entonces, un sistema de registro visual captaba los reflejos de su córnea y la posición de sus pupilas.

Se trataba de comprobar si la mirada del bebé se redirige al punto central de la pantalla con colores más o menos saturados. El resultado mostró que cuanto más llamativos eran los colores, más captaban su atención. Los colores iban cambiando en cuanto el niño dejaba de prestar atención al punto central.

Pero esta no fue la única idea ingeniosa. En cuanto se detectaba que el pequeño participante se hartaba del procedimiento, la pantalla reproducía un fragmento de una serie de dibujos animados. Entonces el niño, una vez más, se mostraba fascinado con lo que la pantalla le ofrecía.

Actualmente, los expertos en la visión en color de los niños, pueden decir que su investigación ha contribuido al desarrollo de juguetes, obras de teatro y series de televisión destinadas a los más pequeños. Además de estar trabajando en unas primeras pruebas que investigan las deficiencias de visión en color.

La capacidad de distinguir colores difuminados también mejora con el paso del tiempo, pero todavía existen dudas sobre si todos los colores tienen que estar igual de saturados para poder ser percibidos. Aún no se sabe si el bebé puede ver un azul cielo más que un rosa o viceversa. Futuras investigaciones nos aportarán respuestas.


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