En muchos casos, es muy complicado conseguir que los niños se comporten. Y es que la crianza no es nada sencillo; en ocasiones, los padres necesitan algunas técnicas para conseguir que los pequeños tengan un buen comportamiento. La psicología inversa es uno de los métodos que pueden utilizarse para hacer frente algunas actitudes inapropiadas de los niños.
Ciertamente, se trata de una herramienta importante, que los padres pueden usar para influir en las decisiones de sus hijos. Los adultos pueden utilizar la psicología inversa cuando argumentan intencionalmente a favor de una decisión o comportamiento, mientras que secretamente desean que su hijo respalde la decisión o el comportamiento contrario.
La psicología inversa a menudo funciona bien con niños desafiantes, porque muchos solo quieren hacer lo contrario de lo que los padres les dicen. Sin embargo, este tipo de técnicas deben usarse con moderación.
Asimismo, es necesario elegir tus palabras y las situaciones con cuidado. Cualquiera que sea la técnica de psicología inversa que utilices, asegúrate de aplicarla correctamente y hacerla creíble.
Uso de la psicología inversa con los niños
Los padres pueden usar la psicología inversa para mitigar el deseo innato de algunos niños de frustrar sus deseos. No obstante, como se mencionó previamente, esto debe hacerse de manera responsable y con moderación.
En este sentido, nunca debes emplear la psicología inversa negativa, que es aquella que puede ser perjudicial para la autoestima de los pequeños.
Si bien constituye un método eficaz en la crianza de los hijos, la psicología inversa también puede hacer más daño que beneficio si se usa de manera incorrecta o con demasiada frecuencia. En el mejor de los casos, no funcionará en absoluto; en el peor, podría dañar la autoestima del infante o provocar sentimientos de culpa.
Al decirle a tu hijo lo opuesto a lo que él quiere hacer, puedes conseguir que haga exactamente lo que tu deseas que haga. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los niños son muy impresionables; solo se recomienda usar la psicología inversa en circunstancias especiales.
Por el contrario, hay que evitar usarla de manera que pueda dañar la autoestima del niño. Un uso incorrecto de la psicología inversa puede provocar que el pequeño crea que no es capaz de lograr lo que le propongas y se hunda aún más.
También puedes utilizar la psicología inversa explicando la situación a tu hijo para que la comprenda. Esta técnica funciona cuando se detallan los pros y los contras de cada acción de manera simplificada. Una vez que el niño entienda la situación, podrá hacer lo correcto. No olvides siempre utilizar frases positivas.
Consejos para usar la psicología inversa con los niños
A continuación, te mostramos algunos consejos que debes tener en cuenta a la hora de usar la psicología inversa con los niños:
- Desafía a que tu hijo se supere en lugar de emitir órdenes.
- Mantén la calma y evita reaccionar emocionalmente cuando se porten mal.
- Utiliza un sistema de recompensa positivo.
- Ofrece a tu hijo una opción para que se sienta independiente.
- Utiliza la psicología inversa para influir de forma positiva. De lo contrario, caerás en una forma de manipulación que, al notarla, generaría que el pequeño se ponga en tu contra.
- Por último, no utilices la psicología inversa como primera opción.
“Los adultos pueden utilizar la psicología inversa cuando argumentan intencionalmente a favor de una decisión o comportamiento, mientras que secretamente desean que su hijo respalde la decisión o el comportamiento contrario”
Ejemplos de cómo usar la psicología inversa con los niños
Si no quiere comer
Si tu hijo se niega a comer porque está mirando la televisión, puedes decirle que es el momento de irse a la cama, ya que ha terminado la hora de la cena. Este hecho puede estimular una acción positiva del niño, que desea tener más tiempo de televisión en su horario, y se termine el plato.
No quiere bañarse antes de dormir
Si es la hora del baño antes de acostarse y el niño se opone, puedes decirle que es el momento de irse a la cama. Ten en cuenta que la mayoría de niños desean hacer cualquier cosa antes que irse a la cama temprano. Por este motivo, es muy posible que tengas posibilidades de que el pequeño acepte tu petición.
Finalmente, te recordamos que la psicología inversa funciona especialmente bien con los niños pequeños, ya que este grupo de edad parece disfrutar instintivamente haciendo cosas que van en contra de los deseos de los padres.
En cualquier caso, no te olvides de utilizar la psicología inversa con los niños solo cuando sea necesario. Si aún no has experimentado con ella, ¡es hora de probar este recurso con tus pequeños!