A medida que tu niño crece tienes que pensar en cómo guardarás la ropa que ya no le queda. En especial, si quieres conservarla en buen estado para un próximo bebé.
Existen algunos secretos para hacer esta tarea correctamente, a fin de que las prendas mantengan sus colores y su buen aspecto para cuando las tengas que volver a usar.
Mira estos consejos y ponlos en práctica hoy mismo, pues no sabes por cuánto tiempo permanecerán en el ropero.
Consejos para guardar la ropa y conservarla en buen estado
La idea al hacer este meticuloso trabajo es que las prendas no se estropeen y que le puedan servir al próximo bebé de la familia. Sigue estos pasos y verás que las prendas de tu peque tendrán un segundo uso en las mismas condiciones que ahora.
1. Elige toda la ropa que vas a guardar
Haz una selección para ver en qué estado se encuentra la ropa y separa aquella que valga la pena guardar. Ya sea porque tiene muy poco uso o porque ha quedado en excelentes condiciones.
2. Lava todo con cuidado
Utiliza el jabón suave de siempre para lavar la ropa y no emplees suavizante. Revisa bien las telas en busca de manchas de comida y quítalas, pues la materia orgánica conserva la humedad y esto favorece al desarrollo de moho.
3. Plancha caliente, ¿si o no?
En este paso hay opiniones divididas. Por un lado, planchar la ropa te permite acomodarla mejor y sin arrugas que pueden marcar las telas. Pero también hay que tener mucho cuidado, ya que la plancha caliente puede fijar aquellas manchas que luego no podrás sacar.
Otra cuestión a tener en cuenta es que si planchas la ropa, tienes que dejarla al aire libre antes de doblarla y guardarla definitivamente. De esta manera, te asegurarás que no le queden restos de vapor o de humedad a las telas.
4. Quita accesorios metálicos para guardar la ropa y conservarla en buen estado
Los botones y piezas metálicas pueden marcar las telas con manchas de óxido y, por lo tanto, es mejor retirarlos.
Una vez que las saques, colócalos en una bolsa o en una cajita aparte y guárdalos en el mismo lugar que la ropa. Así, podrás recolocarlos cuando uses la ropa nuevamente.
5. Agrupa las prendas de acuerdo a la talla
Haz una escala para dividir la ropa, por ejemplo, de 0 a 3 meses, de 3 a 6 meses y así. Esta organización te permitirá encontrar lo que realmente necesites cuando llegue el momento de utilizarlo.
6. Contenedores: ¿cuál es la mejor forma de guardar la ropa y conservarla en buen estado?
Este punto es muy importante, aunque la elección de cómo lo harás dependerá del espacio de guardado que tengas en casa.
La forma más segura es guardar la ropa en bolsas de lino o de algodón y separar cada prenda con papel de seda. Todos estos materiales son transpirables y permiten que el aire circule para que no se acumule la humedad. Esto previene que la ropa tome “olor a encierro”. Este sistema es perfecto si tienes en casa un lugar seco para el almacenaje.
Pero si tu lugar de guardado no cumple las condiciones perfectas, puedes optar por las cajas de plástico con tapa y colocar allí las bolsas como te explicamos. Estos contenedores tienen la ventaja de no dejar pasar la humedad y de ser transparentes, lo que te ayuda a ver qué hay dentro sin necesidad de abrirlos.
En cualquiera de los dos casos, es recomendable abrir las cajas al menos una vez por año para corroborar que todo esté perfecto.
7. ¡No uses naftalina!
Las bolas de naftalina contienen ingredientes activos como el naftaleno o el paradiclorobenceno, que se transforman en gases tóxicos para matar a las polillas y a sus huevos.
Sin embargo, el Servicio Nacional de Información sobre Pesticidas de Estados Unidos ha informado que cuando esos gases son aspirados por personas pueden despertar síntomas desagradables: dolores de cabeza, náuseas, vómitos, diarrea, irritación de ojos y nariz y tos.
Evita el uso de naftalina o cualquier producto químico que puede impregnarse en la ropa, porque puede provocar malos olores y poner en riesgo la salud del futuro bebé.
Para ahuyentar a los insectos y polillas es mejor usar bolsitas con lavanda, que es un repelente natural muy efectivo y que además, tiene un aroma exquisito.
8. Etiqueta todo
Una vez que hayas armado las cajas, escribe en un papel lo que has guardado allí. Pégalo por fuera para tener bien claro qué hay en cada contenedor.
Guardar la ropa del bebé: una costumbre ancestral que sigue entre nosotros
Guardar la ropa de los bebés es una tradición antigua que todas las mamás conocen y practican. En otras épocas, esto se hacía porque las prendas se confeccionaban a mano y las telas que se utilizaban costaban mucho dinero.
Hoy en día, la ropa es más accesible y reemplazable. Sin embargo, las mamás mantienen esta costumbre que, además de colaborar con la economía familiar, aporta a la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente.
Ahora que ya sabes cómo guardar la ropa y conservarla en buen estado para un próximo bebé, te recomendamos que te organices, que compres todo lo necesario y que lo hagas cada 3 o 4 meses. De este modo, tendrás todo bien ordenado si, de pronto, llega la feliz noticia ¡Vas a ser mamá otra vez!
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Junta de Andalucía (s.f.) La planta de la lavanda. Disponible en: https://www.juntadeandalucia.es/averroes/centros-tic/29009651/myscrapbook/bookcontents.php?page=109§ion=28&viewis=&username=
- National Service Pesticide Information (2021) ¿Puedo usar bolas contra polillas para repeler insectos o animales. Universidad del Estado de Oregon, USA. Disponible en: http://npic.orst.edu/faq/mothball.es.html