Cómo desarrollar la mentalidad de crecimiento desde la infancia

La mentalidad de crecimiento nos enseña que, aunque ahora no podamos conseguir algo que deseamos, con esfuerzo podemos llegar a lograrlo.

Escrito y verificado por la educadora social Natalia Cobos Serrano.

Última actualización: 09 julio, 2020

En una sociedad tan competitiva como la nuestra, la frustración está a la orden del día. Rendirse antes de tiempo o pensar que nunca seremos capaces de lograr el éxito no tienen lugar en la ‘mentalidad de crecimiento’, un concepto reciente que aboga por la importancia de confiar en que somos capaces de desarrollar y mejorar nuestras cualidades a través del esfuerzo.

¿Qué es la mentalidad de crecimiento?

Si creemos que nuestras cualidades y habilidades tienen un carácter estático y que el talento es algo innato, tendríamos una ‘mentalidad fija’. No obstante, si creemos que nuestros rasgos sí se pueden desarrollar, al igual que el talento, poseeríamos lo que se define como ‘mentalidad de crecimiento’.

Carol Dweck, psicóloga de la Universidad de Stanford, reconocida a nivel mundial, desarrolló el concepto de ‘mentalidad de crecimiento’ tras décadas de investigación.

Las personas que poseen una mentalidad de crecimiento son aquellas que creen que sus habilidades básicas pueden desarrollarse a través de la dedicación y el trabajo duro. Para Dweck, nuestro cerebro y nuestro talento son tan solo el punto de partida. De este modo, desarrollaremos el deseo por aprender a aprender, fundamental para seguir mejorando.

¿Cuáles son sus efectos?

Enseñar una mentalidad de crecimiento significa fomentar la motivación y la productividad en todos los ámbitos de nuestra vida que nos podamos imaginar: educación, trabajo, deportes, etc.

Aquellos niños que desarrollan una mentalidad de crecimiento, aprenderán a aceptar las críticas. Gracias a esta actitud, aprenderán de sus experiencias y se esforzarán por adoptar estrategias que les ayuden a mejorar en aquello que están fallando. Porque, aunque cometan errores, saben que, a través del esfuerzo, pueden encontrar la forma de mejorar.

Ideas para desarrollar la mentalidad de crecimiento en tus hijos

• Enseña a tus hijos que la fortaleza reside en saber afrontar los retos, no en evitarlos. Ayúdalos a entender que no importa si fracasan, ya que simplemente el mero de hecho de intentarlo ya es un paso hacia adelante. Si tiene algún problema con algún compañero de clase, anima a tu hijo a que inicie una conversación con él, en vez de dejarlo pasar.
• Anímalos a que sean persistentes. Una de las características fundamentales de una persona con una mentalidad de crecimiento es que no abandona fácilmente. Por ejemplo, si tu hijo tiene dificultades con las matemáticas, dile que es una asignatura que requiere mucho esfuerzo, y que no se trata de un problema con él mismo.

  

• Muéstrales que las críticas pueden resultar de utilidad. Una persona con mentalidad fija tiende a ignorar las opiniones negativas de los demás, incluso a pesar de que resulten útiles y constructivas. Ayúdalo a intentar aprender de las críticas, siempre que puedan ser de utilidad.
• Alienta a tus hijos a que utilicen el éxito de los demás como inspiración. En vez de sentirse amenazados por el éxito de los demás, lo positivo se encuentra en intentar encontrar lecciones e inspiración.

Carol Dweck puntualiza que todos tenemos ambas mentalidades y que podemos cambiar de una a otra según el momento. Aunque nos sintamos muy seguros de nuestras cualidades, es posible que nos veamos superados en ciertas situaciones.

Por esta razón, resulta clave fomentar desde la infancia la mentalidad de crecimiento. De esta forma, poco a poco irán asimilando que los desafíos y los obstáculos forman parte de su aprendizaje y que, al fin y al cabo, los necesitan para mejorar.