Cómo convertirte en el espacio seguro de tu hijo

Es importante que sepas que tú eres el espacio seguro de tus hijos, su lugar de descanso emocional en el que se sienten queridos y aceptados sin límites.
Cómo convertirte en el espacio seguro de tu hijo
María José Roldán

Escrito y verificado por la psicopedagoga María José Roldán.

Última actualización: 16 septiembre, 2020

Cuando pensamos en un espacio seguro, a muchos de nosotros puede que nos venga a la mente un hogar, un lugar con cuatro paredes que se asemeje a una fortaleza para que nos proteja físicamente. Pero tú, como madre, eres un espacio seguro para tu hijo, mucho más de lo que te puedas imaginar.

El mejor regalo que tenemos para ofrecer a nuestros hijos es una invitación a descansar bajo nuestro cuidado. Este no es el tipo de descanso que proviene de dormir, sino de una invitación duradera para el contacto y la cercanía, una sensación de importancia y confort. Así como el sentido de pertenencia y de ser conocido por las personas a las que más se apega un niño para ser un espacio seguro para ellos.

Espacio seguro para el descanso relacional

Invitar a un niño a descansar se trata de inspirarlo a depender de nosotros para satisfacer sus necesidades relacionales. Como criaturas de apego, anhelamos la conexión y tenemos que buscar relaciones en las que podamos enraizarnos y nutrirnos.

Llevar a un niño a descansar relacionalmente es asegurarle que su hambre de conexión será saciada. Significa que puede dar por sentada nuestra relación y que es inquebrantable a través del contexto y la conducta.

Madre con su bebé en brazos siendo un espacio seguro para él.

Llevar a un niño a descansar significa que no se verá impulsado a buscar una respuesta a la pregunta: “¿Soy querido y cuidado?”. Significa que nos hemos convertido en la respuesta a su mayor hambre emocional al asegurarle que nuestro cuidado no tiene fecha de caducidad.

¿Por qué es importante el descanso relacional? Cuando los niños descansan, crecen. Al igual que los brazos y las piernas crecen mientras duerme, la personalidad se desarrolla cuando un niño tiene una relación correcta con sus adultos.

El cerebro está conectado para el apego

El cerebro está conectado para el apego y buscará la necesidad por encima de todo. Cuando se satisfacen estas necesidades en una persona, se alejará de la búsqueda del apego. Irá hacia el desarrollo de un yo separado a través del juego, el descubrimiento, el aprendizaje y el ensayo-error.

El descanso importa porque libera nuestra atención. Cuando no tenemos que buscar el amor, podemos comenzar a descubrir quiénes somos. El desafío es que no podemos crecer si no estamos arraigados primero en relaciones saludables.

El desarrollo de la personalidad saludable está firmemente arraigado y surge del descanso relacional. Como afirma Gordon Neufeld, “liberamos a los niños no haciéndolos trabajar por nuestro amor, sino dejándolos descansar en él”.

Formas de invitar a un niño a descansar y convertirte en su espacio seguro

No podemos hacer que un niño descanse a nuestro cuidado, pero podemos trabajar para crear las condiciones que fomenten esto. Así pues, hay cosas que puedes hacer para darle a tu hijo una invitación que no pueda rechazar.

Hazle saber que es valorado y querido

Tienes que transmitirle la sensación de que es valorado y querido todo el tiempo. Mantener una relación fuerte significa que trabajas para darle una sensación de seguridad en vuestra relación y para transmitirle que es duradera. Si la relación se siente tensa o debilitada, tienes que moverte para repararla y protegerla.

Cuidar vuestra relación significa hacer que sea seguro para un niño depender de ti y abstenerse de usar métodos de disciplina basados en la separación. El objetivo es utilizar la relación para influir en un niño, no para controlarlo.

Cuando entiendas que el deseo de un niño de obedecer, seguir, asistir, escuchar y compartir los mismos valores que tú proviene de tener una relación sólida, tendrás que tomar la iniciativa para preservarla y protegerla.

Mamá leyendo un cuento a sus hijos en la cama antes de dormir.

Asume el papel alfa en la vida de tu hijo

Asumir un rol alfa significa aceptar, de manera vulnerable, tu posición como líder y que asumes la responsabilidad de cuidar a un niño. Hay que verlo como un trabajo para garantizar que el pequeño tenga una base segura en el hogar para crecer y mantenerse a salvo. El objetivo es preservar su dignidad cuando su comportamiento es difícil.

Reclamar un papel alfa en la vida de un niño es actuar como su punto cardinal y ayudarlo a entender el mundo que le rodea. Significa que no solo tienes que satisfacer sus demandas, sino que tomas la iniciativa para responder a sus necesidades.

Necesitas tomar el liderazgo en la crianza de tus hijos y consolarlos cuando se enfrentan a todas las cosas que no pueden cambiar. Significa que a veces tienes que ayudarlos a aceptar las futilidades que son parte de la vida, como no tener galletas para el desayuno o los límites impuestos para el uso de la tecnología.

En definitiva, para invitar a un niño a descansar bajo nuestro cuidado, necesitamos representar una fuerte presencia alfa para que sientan que estamos a cargo y podemos manejar lo que se nos presente.

Desde sus rabietas a la resistencia y a los arrebatos emocionales, existe la sensación de que los estamos reteniendo y encontraremos un camino a través del impasse. Reclamar una posición alfa en la vida de un niño no se trata de tener todas las respuestas, sino de comunicarnos, pues nosotros somos la respuesta.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.