¿Cómo controlar el hipo en el recién nacido?

El hipo en el recién nacido es normal, inofensivo e incluso beneficioso. En ocasiones, basta con masaje para calmar esta condición. Continúa leyendo para saber más al respecto.
¿Cómo controlar el hipo en el recién nacido?
Leidy Mora Molina

Escrito y verificado por la enfermera Leidy Mora Molina.

Última actualización: 18 octubre, 2023

El hipo en los recién nacidos es una condición común que a menudo genera preocupación en los padres. Sin embargo, es un síntoma normal que resulta de la inmadurez de los tejidos corporales del bebé. Investigaciones recientes incluso lo asocian con el adecuado desarrollo neurológico y respiratorio en esta etapa temprana.

Controlar este síntoma es sencillo. Puedes seguir algunas recomendaciones como ofrecerle un poco de leche materna o fórmula, hacer que eructe o relajarlo con un masaje. Además, es importante saber que el hipo puede desaparecer por sí solo en cuestión de minutos, sin necesidad de intervenciones o tratamientos.

¿Tu bebé experimenta hipo y deseas entender por qué ocurre y cómo manejarlo? A lo largo de este artículo, te explicaremos las razones detrás del hipo en los recién nacidos, cómo aliviarlo y cómo prevenir su apar

ición. ¡Sigue leyendo para obtener más información!

¿Qué es el hipo del recién nacido ?

El hipo en los recién nacidos es un síntoma que se presenta cuando el diafragma, un músculo delgado ubicado entre el pecho y el abdomen, se contrae, forzando que el aire salga de forma abrupta a través de las cuerdas vocales cerradas, lo que produce su característico sonido. Estos episodios de hipo son frecuentes en los bebés recién nacidos.

De hecho, el hipo puede manifestarse desde el período fetal y en los recién nacidos es común tanto durante como después de las comidas. Además, puede ocurrir en respuesta a cambios bruscos de temperatura o situaciones estresantes, como el llanto del bebé.

Aunque la aparición del hipo en un recién nacido puede ser desconcertante para los padres, no suele ser motivo de preocupación. El hipo no causa dolor ni malestar en el bebé, aunque en ocasiones puede provocar regurgitación de leche, especialmente si ocurre después de la alimentación.



Causas del hipo en el recién nacido

La inmadurez del sistema gastrointestinal del recién nacido puede llevar a la aparición de síntomas como el hipo. Además, existen ciertas circunstancias en las que los nervios ubicados en el diafragma pueden irritarse y desencadenar espasmos. Algunas de estas situaciones incluyen:

  • Problemas de indigestión.
  • Ingestión rápida de alimentos.
  • Consumo excesivo de alimentos.
  • Regurgitación después de comer.
  • Tragar aire en exceso durante la alimentación.

En estas circunstancias, el estómago puede distenderse debido al exceso de comida o aire, lo que ejerce presión sobre el diafragma y estimula el nervio frénico, lo que da lugar al hipo.

Por otro lado, ciertas afecciones médicas, como el reflujo gastroesofágico, pueden causar o agravar episodios de hipo. En el caso del reflujo gastroesofágico, los ácidos estomacales se devuelven al esófago, lo que irrita tanto el esófago como el diafragma, pudiendo así desencadenar episodios de hipo.

¿Cómo quitar el hipo en el recién nacido?

Lo habitual es que el hipo dure alrededor de 5 o 10 minutos y desaparezca por sí solo. En este sentido, la guía para padres Cuídame, avalada por la Asociación Española de Pediatría, detalla que el hipo, al igual que es estornudo, son normales en el recién nacido y no requieren ningún tratamiento.

Sin embargo, existen algunas intervenciones que pueden ayudar a controlar el hipo del recién nacido y lograr que los episodios sean más cortos. Veamos las más recomendadas.

  • Haz eructar al bebé: para quitar el hipo, debes buscar que el pequeño expulse los gases. Haz pausas mientras lo alimentas y coloca al bebé sobre tu hombro en posición vertical. Frota su espalda o da suaves palmadas de abajo hacia arriba. Si lo amamantas, haz esto en cada cambio de pecho; si le ofreces biberón, cada 2 a 3 onzas.
  • Amamanta al bebé: si el bebé tiene hipo, ofrece el pecho. La acción de amamantar puede ayudar a estirar el diafragma y detener los espasmos.
  • Cambia la postura del bebé: si el bebé está acostado y tiene hipo, cógelo en tus brazos y colócalo en posición vertical. Es recomendable que permanezca en esta posición durante unos 20 minutos después de la alimentación.
  • Ayuda a relajar al bebé: frotar la espalda del bebé, mecerlo o darle un masaje, ayuda a que los músculos se relajen. Esto puede a su vez calmar el hipo.
  • Ofrécele el chupete: los chupetes estimulan la succión, este movimiento puede ayudar a relajar el diafragma y a detener el hipo.


Hipo en el recién nacido, ¿puede ser beneficioso?

El hipo puede ser beneficioso para el desarrollo cerebral del bebé. Un estudio publicado en Clinical Neurophysiology señala que las contracciones del diafragma provocan una respuesta en la corteza cerebral del recién nacido, lo que promueve el procesamiento posnatal de información multisensorial.

Este fenómeno es esencial para el desarrollo de las conexiones cerebrales del recién nacido. A partir de estos hallazgos, se puede entender por qué el hipo es mucho más común en los recién nacidos en comparación con los adultos.

¿Se puede prevenir?

Como vimos, existen situaciones que están ligadas a la aparición de este tipo de contracciones diafragmáticas. Por lo tanto, es necesario tener en cuenta algunos consejos para prevenir su aparición en el bebé.

  • Evita sobrealimentarlo.
  • Verifica el agarre del bebé.
  • Evita exponer al bebé a variaciones bruscas de temperatura.
  • Posiciona de forma adecuada el biberón. Así se evita que entre aire al chupar.
  • Deja que repose erguido luego de cada toma. Mecerlo o cambiarlo de posición favorece la regurgitación y el hipo.
  • Haz pausas mientras lo alimentas. Se deben hacer pequeñas interrupciones y buscar un ambiente relajado y tranquilo mientras come.

¿Cuándo acudir al médico?

El hipo no es un síntoma por el que se deba acudir al pediatra, pues lo habitual es que los episodios remitan sin intervención o se haga menos frecuente con el pasar de los meses. Ahora, es importante que el especialista evalué al pequeño y determine el origen de este síntoma cuando:

  • Comienza a afectar el sueño del bebé.
  • El hipo dificulta la respiración o la alimentación.
  • Se hace persistente y dura más de 2 horas.
  • Se acompaña de síntomas que hacen sospechar que sufre de reflujo gastroesofágico. La Academia Americana de Pediatría señala que algunos de los síntomas de esta condición son: reflujo frecuente de color verde o con sangre, tos o sibilancias, irritabilidad y llanto, movimientos de arqueo de la espalda al ser alimentado y el estómago distendido.

Un síntoma temporal

El hipo puede ser un síntoma incómodo tanto para el recién nacido como para los padres, sin embargo, es una respuesta natural del organismo del bebé. Esta manifestación se hace menos frecuente hacia los 6 meses de edad.

No hay un tratamiento recomendado para aliviarlo, por lo tanto, solo se recomienda poner en práctica algunos consejos que ayuden a relajar el diafragma o a evitar su aparición. Si tu bebé sufre de hipo y tienes dudas al respecto, coméntalo con el pediatra.


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