
En España, la mayoría de edad se alcanza a los 18 años. Sin embargo, unos años antes, a los 16 años, los jóvenes ya pueden trabajar, aunque bajo ciertas condiciones especiales. A esa misma edad los jóvenes también tienen acceso…
Las mentiras van asociadas al entendimiento del bien y el mal, por lo que resulta fundamental que tu pequeño conozca pronto las consecuencias de sus actos.
Mentir es un recurso utilizado por todos como un acto de defensa, de interés o incluso como respuesta a la distorsión de la realidad. En el caso de los niños, generalmente se produce de manera más inocente para conseguir protegerse de los castigos por sus travesuras o eludir sus responsabilidades. Sin embargo, cuando se vuelve un hábito recurrente es bueno que te preguntes cómo conseguir que tu hijo deje de mentir.
Mentir es un acto inmanente al hombre. Esto quiere decir que está en su propia naturaleza. Además, está condicionado a una serie de factores como la vergüenza, el miedo, el deseo de aceptación o la fantasía. Sin embargo, las motivaciones y el objetivo final de la mentira nos permitirá develar cuáles son las intenciones del niño o adolescente y, en consecuencia, tratar de conseguir que deje de hacerlo.
Esto depende de su nivel de madurez, del reconocimiento que hagan entre el bien y el mal y con el hecho de tener que asumir las responsabilidades de su vida cotidiana.
Los niños comienzan a mentir con consciencia, de forma elaborada, a partir de los 6 o 7 años de edad.
Ahora bien, la actitud que deben tomar los padres frente a este hecho debe partir de un entendimiento amplio del niño para poder comprender sus motivaciones. Estas pueden surgir del temor, la inocencia, el uso de su fértil imaginación, o incluso por problemas de autoestima.
Para poder conseguir que tu hijo deje de mentir debes comenzar tomando una actitud muy serena y comprensiva una vez que descubras el engaño. Es importante que de entrada no juzgues al niño con duras críticas por su conducta, que lo ridiculices o que lo expongas a la vergüenza ante los demás por sus acciones.
Lo que debes hacer es sentarte a conversar con tu hijo o hija sobre su conducta y los motivos que lo llevaron a intentar engañarte a ti o a otras personas, bien sean sus maestras, amigos, hermanos o familiares.
Este tipo de conversación debe ser de corte moral y aleccionador para que tu hijo aprenda pronto que el mentir conlleva graves consecuencias. La principal es que su credibilidad se ve afectada pero, ademaás, puede hacer daño e involucrar a las personas en problemas aún mayores, incluyendo problemas con sus guías directos como sus profesores.
Una de las herramientas más útiles para que los pequeños aprendan las consecuencias de engañar a los demás es a través de la literatura infantil. Con los cuentos, sin importar el tipo de moraleja que contengan al final de la historia, toda persona —en especial los niños por su sensibilidad— se sumerge en un mundo imaginario en el que se puede experimentar vidas ajenas desde el punto de vista afectivo o cognitivo.
Es por esta razón que figuras como Carlo Collodi desarrollan las aventuras de ‘Pinocho’. Su inmadurez y su afán por decir mentiras le mete en toda clase de líos con el que a duras penas llega a conseguir el final feliz tan deseado para él y su padre Geppeto.
También está el texto ‘El Pastor Mentiroso’ de Esopo, cuento análogo a la adaptación de la obra musical de ‘Prokófiev Pedro y el Lobo’, en el que un joven pastor es devorado por un lobo a raíz de que jugaba a mentir dando falsas señales de alerta a su abuelo.
Como recomendación final, es bueno que no solamente alientes en tu pequeño el deseo por ser honesto y sincero en todo momento sino que además le hagas sentir que puede confiar siempre en ti sin importar la situación, pues siempre lo recibirás y entenderás con amor.