Cómo afectan los dulces a los dientes

Las caries son una de las enfermedades más frecuentes en todo el mundo. Te contamos de que manera los dulces afectan la salud de los dientes.
Cómo afectan los dulces a los dientes
Vanesa Evangelina Buffa

Revisado y aprobado por la odontóloga Vanesa Evangelina Buffa.

Última actualización: 28 marzo, 2022

Los caramelos, las gominolas y los chocolates pueden resultar irresistibles, pero hoy en día, casi todo el mundo sabe que los dulces afectan a los dientes. No obstante, pocas personas conocen la manera en la que estas sustancias deterioran la estructura dentaria y hoy lo vamos a desarrollar.

Los dulces por sí solos no provocan las caries, sino que generan una serie de eventos en el interior de los dientes que llevan a la pérdida de sus tejidos duros.

Sigue leyendo y entérate cómo se produce este daño y de qué manera se lo puede evitar, sin suprimir por completo la ingesta de estos comestibles.

¿Cómo se producen las caries?

La cavidad bucal alberga diferentes tipos de bacterias, algunas beneficiosas para la salud y otras bastante perjudiciales.

Las bacterias nocivas metabolizan los azúcares de la dieta y producen sustancias ácidas que permanecen en la cavidad bucal. Estas son capaces de eliminar los minerales del esmalte dental, que es la capa externa que recubre y protege a las superficies de las piezas. Dicho fenómeno se conoce como desmineralización.

Pero no todo está perdido, pues la saliva trata de revertir este daño de forma permanente, a través un proceso natural llamado remineralización. Este fluido bucal contiene minerales esenciales, como el calcio, los fosfatos y el flúor, que se incorporan a través del agua y de las pastas dentales. Dichos elementos ayudan a reparar y a reemplazar los minerales del esmalte que se pierden por el ataque ácido.

En una boca sana, el mecanismo de desmineralización-remineralización se encuentra en equilibrio. Pero cuando la formación de ácidos se torna excesiva y muy frecuente, prevalece la pérdida de minerales y aparecen las caries.

Comer grandes cantidades de dulces implica una mayor producción de ácidos en la boca y una menor cantidad de minerales en la estructura dentaria. Todo esto deriva en manchas al principio y luego, en cavidades y en huecos.

Si las caries no se tratan a tiempo, pueden extenderse a zonas más profundas y generar una gran destrucción, sensibilidad, dolor, infecciones y hasta la pérdida del elemento dentario.

caries y surcos en dientes de leche boca del nino
Las caries se desarrollan progresivamente, desde estadios reversibles y con daños leves, hasta la destrucción total del diente.

El papel de los dulces en las caries y cómo afectan los dientes

El alto contenido de azúcar que tienen los dulces y las golosinas es lo que hace a estos comestibles tan perjudiciales para la boca, pues atraen a las bacterias dañinas y disminuyen el pH oral.

El Streptococcus mutans y el Streptococcus sorbrinus son las bacterias que mayor protagonismo tienen en la formación de las caries. Las mismas utilizan el azúcar de la dieta para crecer y para multiplicarse. Cuando sobrecrecen, forman una película pegajosa e incolora que se acumula sobre las superficies orales, la placa bacteriana.

Si la placa no se elimina a través de la saliva y del cepillado dental, los ácidos generados por las bacterias disminuyen el pH oral, que habitualmente es 7 (neutro). Cuando este valor alcanza los 5.5 puntos o menos, dicha acidez puede disolver los minerales y destruir los tejidos dentarios.

Por lo tanto, el consumo frecuente y excesivo de sustancias azucaradas genera un medio bucal ideal para el desarrollo y la multiplicación de los gérmenes nocivos. Y los dulces, con sus altas cantidades de azúcar procesada y su consistencia pegajosa, los afectan con mayor intensidad.

Dulces que afectan a los dientes

Los hábitos alimenticios tienen una gran influencia en el desarrollo de las caries dentales. Y como te contamos antes, el contenido de azúcar de las comidas es lo que favorece a la proliferación de las bacterias dañinas y a la producción del ácido en la boca.

Son muchos los alimentos y las bebidas que contienen azúcar. En algunos casos, como las golosinas, es muy evidente la presencia de esta sustancia nociva. Pero otras veces, el contenido está más escondido y se coloca como conservante o como saborizante añadido.



El azúcar procesada o refinada, como la que se encuentra en los dulces y en las golosinas, es la forma más dañina que afecta a los dientes. Los helados, las papas fritas, los refrigerios ultra procesados, las bollerías ​​y los refrescos completan la lista de las comidas más perjudiciales.

La variedad de dulces que existen en el mercado es casi incontable, por lo que debes saber que todos son nocivos y que contribuyen a la formación de caries.

De todos modos, los caramelos duros y las paletas, por ejemplo, permanecen mucho más tiempo que otros golosinas en la boca, lo que resulta más perjudicial. La pegajosidad de las golosinas es otro factor que hace que restos del dulce queden atrapados en los dientes y que favorezcan a las lesiones dentarias.

Disminuir la ingesta de dulces para prevenir las caries

Eliminar el consumo de dulces sería una solución bastante práctica para prevenir las caries. Sin el azúcar que necesitan, las bacterias serían pocas y los efectos de sus ácidos podrían ser controlados por los mecanismos protectores de la saliva.

Pero erradicar los momentos azucarados puede volverse dificultoso, sobre todo si hay niños golosos en la casa. Aun así, debes saber que con ciertas medidas sencillas, eliminar los dulces de la dieta no es del todo necesario.

Las caries se pueden prevenir con un consumo responsable y controlado de los dulces. Por eso, a continuación, te daremos algunos consejos para tener en cuenta a la hora de darles un gusto a tus hijos:

  • Comer dulces de manera ocasional. Dejarlos solo para las fiestas o los cumpleaños evita que se transformen en una comida habitual.
  • Consumir los dulces y las bebidas azucaradas junto con las comidas, en lugar de hacerlo a lo largo del día.
  • Beber agua fluorada al comer golosinas. Esto ayuda a enjuagar la boca y a diluir las altas concentraciones de azúcar.
  • Elegir dulces que se disuelvan de manera rápida, como chocolates y bombones. Evitar los más pegajosos y duros.
  • Llevar una dieta equilibrada, rica en cereales integrales, frutas frescas, verduras y productos lácteos.
  • Ingerir frutas o verduras crudas para aumentar el flujo de saliva en la boca.
  • Masticar chicles sin azúcar estimula la producción de saliva y puede dar la sensación gratificante de comer algo dulce.
  • Practicar una adecuada higiene bucal al menos dos veces al día. Combina cepillado con pasta con flúor e hilo dental.
  • Visitar al dentista cada 6 meses.
  • Evitar que los bebés duerman con biberones que contengan líquidos azucarados, como jugos de frutas o leche de fórmula.
Niño en el dentista porque tienen que hacerle empastes en los dientes de leche.
Las visitas periódicas al odontopediatra permiten detectar tempranamente las caries y reforzar las medidas de prevención para evitar que se desarrollen.

Los dulces son perjudiciales para la salud

Los dulces, los refrescos y las chucherías no solo afectan a los dientes, sino que su consumo regular repercute sobre la salud de todo el organismo.

La obesidad, la diabetes, la hipertensión arterial o el hígado graso también están asociados a las grandes ingestas de azúcar. Por lo que llevar una dieta equilibrada y reducir los dulces en la pauta te ayudará a mantener una boca saludable y a prevenir otros problemas.


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