Los casos de maltrato infantil, lamentablemente, son cada vez más frecuentes. A veces puede ocurrir que sospechemos que un niño que vive cerca de nosotros esté siendo maltratado, pero no estemos seguros o pensemos que no es nuestro deber meternos. Sin embargo, esa sospecha puede salvar a un niño que se encuentra en una situación de maltrato.
La Policía Nacional asegura que siempre es preferible notificarlo, aunque se tengan dudas. Esta notificación pondrá en marcha todos los recursos para investigar la situación y, en caso de confirmarse el maltrato, garantizar la protección del menor. A continuación, veremos algunos elementos para saber cómo actuar si sospechas de maltrato infantil en tus vecinos.
¿Qué es el maltrato infantil?
El maltrato infantil es un fenómeno social complejo, ya que tiene muchas causas y muchas formas de manifestarse. Es por eso que el Observatorio de la Infancia, dependiente del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, ha creado un protocolo de actuación para estos casos. Por lo general, se distinguen cuatro tipos de maltrato infantil.
- El primero es el maltrato físico, que se define como un acto que no es accidental y que le provoca al menor lesiones físicas.
- El segundo tipo de maltrato infantil es el maltrato emocional. Este considera acciones, ya sean actitudes o palabras, que provocan daños psicológicos en el niño o adolescente. En esta categoría se encuentran actitudes como el rechazo, el infundirles miedo, el ignorarlos o no responder a sus necesidades de afecto.
- El tercer tipo de maltrato es el abuso sexual. En esta categoría están conductas físicas como la violación, tocamientos, contacto buco genital, etc. Pero también conductas que no incluyen contacto físico, como el exhibicionismo o la pornografía infantil.
- El cuarto y último tipo de maltrato infantil es la negligencia o el abandono. En este tipo de maltrato se incluyen las situaciones en las que los padres o los adultos que están a cargo de un menor no atienden sus necesidades de cuidado y protección. Un ejemplo muy frecuente es el descuido en la higiene o en la salud del niño.
Señales de que un niño está siendo maltratado
Las señales de que un niño es víctima de maltrato pueden ser muy variadas y no siempre son fáciles de detectar. También dependen del tipo de maltrato. Sin embargo, existen algunos indicadores generales que pueden hacernos pensar que existe maltrato infantil.
Una de las primeras señales puede ser la falta de una higiene adecuada, así como la presencia de moratones, cicatrices o marcas en la piel que no son los propios de la edad.
El maltrato infantil también se puede manifestar por un retraso en el crecimiento, la aparición de infecciones o accidentes recurrentes, que demuestran que el menor no recibe los cuidados necesarios.
Otra señal de maltrato puede ser que el niño lleve ropa que no es adecuada para el clima, la presencia de quemaduras o que tenga hambre permanentemente. Pero además de estas señales físicas, existen indicadores emocionales que también pueden ayudarnos a detectar un posible caso de maltrato infantil.
Los comportamientos cambiantes, así como una tendencia al aislamiento, a la tristeza o al desánimo, son algunos de ellos. Una situación de maltrato también suele manifestarse en el niño o adolescente con agresividad, hiperactividad, apatía, sueño excesivo, falta de comunicación, entre otros.
Cómo denunciar una sospecha de maltrato infantil
Lo primero que se debe hacer ante la sospecha de que un niño está siendo víctima de maltrato es llamar al 091, 112 o cualquier otro número de emergencias, y notificarlo. Los agentes se encargarán de hacer las investigaciones pertinentes y determinar si existe maltrato o no.
También existe la posibilidad de acudir a un cuartel de la Guardia Civil o Comisaría de Policía y hacer la denuncia. En ese caso, el denunciante no está obligado a entregar sus datos personales, pero siempre es mejor hacerlo por si se llega a requerir más información.
Cuando notificamos una posible situación de maltrato infantil, estamos dando una voz de alarma que desembocará en una investigación. Y muchas veces le estaremos dando la oportunidad a un menor de que su seguridad y su integridad sean salvadas. Es preferible equivocarse y notificar una falsa alarma que no hacerlo y permitir que un niño siga siendo maltratado.
Bibliografía
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