Los collares de ámbar para la dentición: ¿mito o realidad?
La erupción de los primeros dientes puede ser una situación muy molesta para el pequeño y un tanto estresante para sus padres. Por este motivo, muchos adultos recurren al uso de los collares de ámbar para aliviar los dolores relacionados a la dentición. Estos se conforman de un lazo con pequeñas cuentas, que se coloca alrededor del cuello del lactante durante esta etapa.
Aunque se trata de un objeto de moda, estos collares existen hace varios años. Los vendedores promueven su consumo y utilización por el supuesto poder analgésico natural que tiene el ámbar.
Pero más allá de las buenas intenciones parentales, lo principal es que este elemento puede resultar muy peligroso para el bebé y las sociedades científicas no avalan su uso. Sigue leyendo y entérate más.
¿Son seguros los collares de ámbar para la dentición?
Como ya lo adelantamos, no es recomendable utilizar collares de ámbar para aliviar los dolores de la dentición en los bebés. El motivo principal es que estos podrían favorecer el estrangulamiento y la asfixia de los pequeños.
Más allá del material con el que se fabrique, el hecho de colocar un cordón alrededor del cuello de un niño o dejar a su alcance un objeto confeccionado con pequeñas cuentas supone un peligro enorme.
¿Funcionan?
Muchos padres que gustan de los remedios caseros o naturistas encuentran en el ámbar una atractiva solución para el dolor. Pero es importante interpretar con cuidado la información que circula al respecto, sobre todo cuando nos referimos a elementos que han ganado gran popularidad.
Se argumenta que el beneficio del ámbar surge del ácido succínico que se libera cuando la piedra entra en contacto con el bebé. Esta sustancia es absorbida por la piel y actuaría como antiinflamatorio natural de las encías.
Asimismo, algunos defensores del ámbar afirman que este elemento estimula la glándula tiroides, el sistema inmunitario y el aparato respiratorio. Incluso, se le han atribuido mecanismos para reducir el estrés.
Lo cierto es que nada de esto está comprobado. Al día de hoy no existe evidencia científica que de sustento a sus aparentes beneficios, entre ellos el alivio de las molestias de la dentición.
Si bien se sabe que el ámbar que proviene del Mar Báltico contiene ácido succínico, no hay pruebas de que este elemento se absorba a través de la piel al alcanzar la temperatura corporal. Y en caso de que esto ocurriese, las concentraciones absorbidas serían muy bajas como para producir un efecto terapéutico significativo.
¿Son peligrosos?
Más allá del debate sobre su eficacia, es importante tener en cuenta el riesgo que conlleva su uso en bebés y niños pequeños.
Cualquier elemento atado alrededor del cuello del niño puede causar la muerte por estrangulamiento. Asimismo, el niño puede sufrir asfixia si alguna de las pequeñas cuentas de ámbar ingresan a su vía aérea.
Por estos motivos, en muchos países estos collares han sido retirados de la venta y se ha desaconsejado el uso en menores de 36 meses.
Algunos fabricantes aseguran que las piezas están confeccionadas con perlas de un tamaño apropiado para los niños y que están atados de una manera especial para que las cuentas no se liberen. Pero aún no se ha determinado su seguridad con estudios científicos.
La Academia Americana de Pediatría (AAP) no recomienda el uso de ningún tipo de joyas ni alhajas en los bebés. Y lo mismo sostiene la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA).
¿Qué es opción de tratamiento es segura para aliviar los dolores de la dentición?
Como has visto, recurrir a los collares de ámbar para la dentición no es buena idea. Pero esto no significa que no haya nada para hacer. Existen otras maneras más seguras para ayudar a los bebés durante la salida de sus primeros dientes.
A continuación te brindaremos algunos consejos para que tengas en cuenta:
Ofrécele algunos mordillos
Existen muchas presentaciones de mordedores. Algunos son de goma, otros de plástico o silicona. Los hay con distintas texturas, todos diseñados para calmar y distraer a los bebés en esta etapa. Además, algunos se pueden enfriar en la heladera lo cual brinda aún más alivio para el bebé.
Masajea y estimula suavemente sus encías
Frotar y hacer presión sobre las encías enrojecidas con los dedos o nudillos limpios es muy útil para aliviarlas. Incluso puedes hacer lo mismo con el cepillo de dientes durante la higiene dental.
Prioriza los alimentos frescos
Si el niño ya se encuentra en la etapa de incorporación de alimentos sólidos, ofrécele distintas texturas e intenta que estén fríos o frescos. Con ellos el bebé podrá estimularse y masajear sus encías para aliviar el dolor. Esto debe hacerse siempre bajo supervisión, para evitar atragantamientos.
Aplícale frío en las encías
El frío produce un efecto adormecedor y antiinflamatorio sobre las encías. Ofrecer objetos o alimentos enfriados en la heladera te ayudarán a calmar al pequeño y le brindarán mayor confort.
Usa medicamentos antiinflamatorios
Si tu bebé esté muy molesto y el pediatra lo considere apropiado, puedes ofrecerle algún antiinflamatorio por boca. Los medicamentos de aplicación tópica que contienen anestésicos no se recomiendan en niños pequeños.
Ten paciencia y acompáñalo
Poder acompañar al bebé con paciencia, sosteniendo sus rutinas con afecto y mucho amor es lo más reconfortante para ellos.
La dentición como parte del crecimiento
La erupción dentaria es un proceso normal y esperable de los bebés. Y aunque para algunos niños puede resultar muy molesto, lo cierto es que se trata de algo tolerable y pasajero.
Recurrir a los collares de ámbar para mejorar los dolores de la dentición supone más riesgo que beneficio. Existen métodos mucho más simples y seguros para calmarlos. Poder acompañar a tu pequeño con paciencia y amor, intentando vivir esta etapa de manera natural, será la mejor estrategia a seguir.
Si se te presentan dudas o inquietudes sobre los dolores de la dentición, lo mejor será recurrir al pediatra de confianza. De esta forma podrás asesorarte sobre cuál es la mejor manera de ayudar a tu hijo a sobrellevar este proceso.
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