Carta a mi tercer hijo: bebé que tanto ha venido a enseñarme

Ser padres es una experiencia hermosa que lo revoluciona todo. Cambian las prioridades y el estilo de vida y se sienten un sinfín de emociones nuevas.

Lo mejor de todo es que se vive un proceso especial con todos los hijos, pues cada uno genera emociones únicas y crea una nueva (y mejorada) versión de sus papás.

Por esa razón, el tercer hijo produce unas experiencias inigualables. En vista de ello, a continuación te compartimos una sentida carta que le escribimos con el corazón a ese pequeño bebé.

La especial carta

Hijo mío, tú llegaste a cambiar para bien la vida de todos nosotros. Tanto así, que cuando tus hermanos te vieron por primera vez, demostraron una felicidad infinita al tener a una nueva persona para jugar y ser felices.

Por otro lado, a papá y a mí nos llenaste de alegría el corazón. Pues, nos hiciste sentir las mismas sensaciones especiales de la primera y la segunda vez que agrandamos la familia.

Sin embargo, sabemos que desde el inicio estuviste inmerso en un ambiente un poco extraño para ti. Esto debido a que, como en toda familia numerosa, las pataletas, los juegos y los rumores que sonaban en el pasillo interrumpían tu sueño reparador.

Además, muchas veces te tocó salir a correr en mis brazos para llevar a tu hermano mayor al colegio. De esa manera, se vio alterada la calma que posiblemente anhelabas.

Aparte de ello, no pudiste estrenar cuna, ni ropa ni la mayoría de los juguetes. Pues, cada uno de estos elementos los heredaste de tus hermanos.

De igual modo, no contaste con muchos tiempos exclusivos solo para ti. Esto ya que a papá y a mí nos tocó dividir el tiempo para atender las necesidades de todos los integrantes de nuestra hermosa familia.

Hijo mío, nos has brindado aprendizajes imprescindibles

Pero, a pesar de todas estas eventualidades, hemos tratado de entregarte lo mejor. Y debes saber que todos nosotros estamos y estaremos dispuestos a cuidarte, a acompañarte y a abrirte nuestros corazones siempre.

Así mismo, aparte de papá y mamá, tienes a dos ángeles de la guarda en quienes podrás refugiarte y confiar. De igual manera, en ellos encontrarás los consejos más sinceros y las soluciones más indicadas cuando todo vaya mal.

Por eso mismo, con esta carta queremos hacerte saber que ocupas un lugar especial en la familia, pues tienes el lujo de que todos usemos nuestras experiencias para protegerte y para brindarte lo que te mereces.

Y como todo en la familia es recíproco, tú ya te has encargado de hacernos regalos majestuosos y nos has brindado aprendizajes hermosos y muy valiosos.

Uno de ellos es el momento especial de tu nacimiento, porque la llegada de un niño al mundo despierta otras ilusiones, pensamientos y planes por realizar.

Otro de tus regalos es el ingrediente especial que le has puesto a mi maternidad. Cada niño posee necesidades diferentes y eso me ha permitido aprender que los recursos que me sirvieron con tus hermanos, pueden no tener el mismo impacto en ti.

Esto me ha llevado a tener nuevos aprendizajes día a día y tú me has sumergido en otras experiencias para ayudarme a encontrar eso que te hace bien.

Por todos esos motivos, en esta carta solo me resta agradecerte por llegar a nuestras vidas y por hacerlas tan especiales. Y debo decirte que siempre serás una bendición.

El tercer hijo es muy especial

El tercer hijo le enseña a los padres que, a pesar de sus experiencias previas, aún no lo saben todo. Por lo tanto, es necesario que se mantengan abiertos a otros conocimientos y sensaciones todos los días.

Además, la llegada de un nuevo integrante a la familia es un momento especial para todos y les brinda la oportunidad de realizar otros planes y de alegrarse el corazón de manera incalculable.