Las familias modernas no son precisamente las unidades constituidas madre, padre e hijos. En vista de la diversidad de contextos personales, hoy en día el concepto se ha ampliado y, por ende, incluye más casos.
El núcleo familiar, como tradicionalmente se conocía, estaba basada principalmente en un modelo sexista. El hombre tenía una autoridad y un rol definido y la mujer otro. En consecuencia, los hijos heredaban, según su sexo, unos u otros.
El sexo predeterminaba las actuaciones de cada uno de los miembros de la familia y configuraba la estructura, en general. Sin embargo, los diversos cambios sociales contribuyeron a que se flexibilizasen las ideas y conceptos.
Por otra parte, se consideraba que las familias debían estructurarse mediante la unión marital así como tener una organización jerárquica, en la cual, los padres tenían la máxima e incuestionable autoridad, en todo momento.
El hecho de que la familia es el núcleo de la sociedad es un argumento incuestionable. Pero, ¿cuáles son las características de las familias modernas?
Evidentemente, los roles, esquemas, jerarquías y patrones de la familia han experimentado cambios considerables a partir de finales del siglo XX.
Los referentes de la cultura popular sobre las familias modernas
La cultura popular muestra diversos referentes que demuestran este punto. Desde películas y series hasta vídeos musicales. Por ejemplo, la serie de televisión norteamericana “Modern familiy” es un exponente claro de varios de los tipos de núcleos familiares que existen hoy en día.
Independientemente del referente que se busque, la característica que predomina en las familias modernas es la adaptabilidad a las circunstancias.
Por otra parte, en las familias modernas los roles son difusos, pero no por ello son deficientes. Esto quiere decir que, lo importante no es representar una figura en particular, a toda costa, sino en cubrir necesidades psico-emocionales y en discernir qué es lo mejor para el bien común.
Asimismo, el lazo consanguíneo continúa teniendo una gran importancia pero no es limitante. Por esta razón, hay familias modernas que están conformadas por miembros, que no necesariamente tienen por qué compartir la consanguinidad, y que son tan estables o funcionales como cualquier otra familia.
Se le da más importancia al ámbito afectivo y a la calidad de las interacciones entre los miembros de la familia que a otras características.
Otro rasgo importante de las familias modernas es un marcado interés por la realización individual de cada uno de los miembros. Se promueve la independencia de los individuos y se respeta especialmente su libertad.
Características de las familias modernas
1. Tolerancia
Las familias modernas poseen entre sus características la tolerancia y la flexibilidad. Consideran que las particularidades de sus integrantes la enriquecen. Y, en lugar de encajar en el molde diseñado para el hijo, hija, papá o mamá, construyen un nuevo molde ajustado a lo que es o interesa a esa persona.
Son familias que rompen esquemas y reglas con el propósito de que la identidad de cada uno de sus miembros no se vea lesionada por el “deber ser” establecido por la sociedad.
2. Diversidad
La diversidad es una de las características más resaltantes de las familias modernas. El lazo consanguíneo pasa a tener un carácter secundario, en favor de los lazos afectivos.
Gracias a la diversidad, se pueden apreciar familias constituidas por una pareja, del diferente sexo o no, y niños adoptados o fruto de relaciones previas que mantienen una relación cordial y saludable con sus ex-parejas.
Por otra parte, también se pueden evidenciar las familias monoparentales; es decir familias compuestas por un solo progenitor (padre o madre) y sus hijos.
Las familias modernas son muy diversas y no se ajustan a un único modelo. Lo importante es el bienestar y la felicidad común.
3. Imprecisión en los roles
En las familias modernas los roles son difusos. La tolerancia, diversidad y democracia anteriormente mencionadas permiten que se establezca una dinámica de consenso y negociación.
Por lo tanto, las decisiones son tomadas en grupo, ya que se considera que el trabajo en equipo es mucho más favorecedor que la imposición por el modelo jerárquico. Si bien es cierto que los padres continúan teniendo la última palabra, no se llega a la misma por otra vía que no sea el diálogo.
4. Alta conexión tecnológica
Otra de las características de las familias modernas es el uso frecuente de dispositivos electrónicos e Internet. Si bien es cierto que esto no tiene nada de malo, en sí, el mal uso de la tecnología puede promover el aislamiento.
Por esta razón es necesario cuidar de las relaciones interpersonales y procurar que todos los miembros tengan una participación activa en las actividades del día a día en el hogar.
En conclusión, no existe una única manera de ser en familia ni un modelo mejor que otro. Las familias modernas pueden ser de muchas formas, pero en todas ellas, lo importante es que predomine el afecto, el respeto y, sobre todo, la armonía.