El fútbol es un deporte muy popular a todas las edades. No solo entre los varones, sino también entre las chicas. Al fin y al cabo, hay pocas cosas más difíciles de resistir que tener un balón a los pies y no darle una patada. De hecho, darle patadas a un balón es una forma muy natural de juego. Como deporte de tipo escolar y a nivel recreativo, el fútbol tiene muchos beneficios para los niños.
Por ejemplo, el fútbol desarrolla agilidad, velocidad y resistencia. Además, jugando al fútbol los niños también aprender la importancia del trabajo en equipo y el valor del esfuerzo individual a favor del grupo. Y estos son solo algunos de los beneficios del fútbol para niños.
Algunas cuestiones previas
No cabe de duda de que, a nivel de alta competición, el fútbol y todo lo que representa no es el mejor ejemplo en muchos aspectos de la vida. Es más, muchas competiciones amateurs y de deporte infantil y juvenil reproducen muchos de los patrones desagradables del fútbol profesional. Sin embargo, esto no implica que jugar al fútbol no tenga muchos beneficios para la infancia.
Evitar esos momentos desagradables durante los partidos de fútbol infantil es muy simple: hay que valorar el club deportivo y las competiciones en las que se participa. Hay muchos y muy buenos profesionales dedicados al deporte escolar y al fútbol infantil que entienden la competición de forma didáctica, que enseñan deportividad y que buscan, ante todo, el juego limpio.
Otra cuestión que hay que tener presente es que el fútbol es un deporte que se debe adaptar a la edad del niño, y no al revés. De hecho, los programas de deporte escolar recogen normas y adaptaciones según la edad de los participantes. En este sentido, cabe destacar que los pequeños pueden jugar al fútbol desde los 5 años siguiendo las adaptaciones propias de los programas de deporte escolar.
Beneficios del fútbol para niños
Jugar al fútbol es divertido. Simplemente por este motivo ya es interesante que los niños practiquen este deporte. Pero, además de ofrecer una experiencia lúdica, el fútbol tiene numerosos beneficios que contribuyen tanto en el bienestar del niño como en su desarrollo integral.
Mejora de la condición física
Jugar al fútbol ayuda a los más pequeños a estar en buena forma física y a ser más ágiles. Esto se debe a que los niños tienen que correr y estar en movimiento, lo que favorece la mejora de la resistencia y de la velocidad. Esto implica un importante trabajo aeróbico, un tipo de ejercicio que fortalece el corazón y ayuda a prevenir diversas enfermedades.
Incluso, aunque no toquen el balón, los niños están casi siempre en movimiento o, al menos, atentos para poder reaccionar a tiempo, lo cual mejora, de manera notable, la velocidad de reacción.
Mejora de la coordinación y del equilibrio
Tener que mover el balón con los pies implica no solo el desarrollo de la coordinación óculo-pédica (ojo-pie), sino también un importante trabajo de equilibrio. Esto se debe a que, durante algunos momentos, el cuerpo se encuentra sobre una sola pierna. Además, las fintas y los regates implican movimientos que requieren mucho equilibrio para no caerse en los giros.
Por otra parte, los niños también desarrollan la coordinación óculo-manual (ojo-mano), especialmente cuando juegan de porteros.
Desarrollo de habilidades sociales, uno de los beneficios del fútbol para niños
Los pequeños que juegan al fútbol desarrollan la capacidad para cooperar e interactuar con otros niños. Además, para mover el balón, es necesario saber comunicarse. Esto implica hablar claro, escuchar y también desarrollar habilidades de comunicación no verbal.
Por otra parte, los niños que juegan al fútbol aprenden a respetar a los demás, ya sean compañeros u oponentes, así como al entrenador y los árbitros.
Mejora del estado de ánimo y la autoestima
Jugar al fútbol ayuda a soltar tensión y a gestionar el estrés. Además, en la medida en que los niños pueden superarse a sí mismo, el fútbol también ayuda a mejorar su autoestima y a desarrollar la confianza en sí mismos.
Además, como es un juego divertido, los niños están de mucho mejor humor, tanto antes de jugar ante la expectativa, como después. Esto les ayuda a estar más tranquilos y a dormir mejor.
En definitiva, para que los niños puedan beneficiarse de jugar al fútbol, es importante que lo hagan en un entorno controlado, de la mano de verdaderos profesionales.
Si la competitividad y el propio deseo frustrado de padres y entrenadores entra en el terreno de juego, el fútbol pasará de ser una excelente actividad deportiva a convertirse en un motivo de tensión y una fuente de malas influencias.
Bibliografía
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