Lo dejas cinco minutos en la cuna y él se pone boca abajo mientras duerme. Si esta escena te ocurre reiteradamente con tu bebé, deberás vigilar más de cerca sus horas de sueño. Los médicos asocian esta postura con la ocurrencia del síndrome de muerte súbita del lactante.
Se cree que unos 10 mil niños mueren en el mundo anualmente a causa de este tipo de sucesos. Un vomito es suficiente para generar una asfixia y complicar la capacidad respiratoria de un infante. Los niños de uno a cuatro meses son los más vulnerables.
Sin embargo, la cuestión de las posturas de nuestros pequeños al dormir es mucho más compleja de lo que puede parecer. Afortunadamente, podemos tomar algunas medidas preventivas para mantener a los más pequeños del hogar seguros.
¿Qué es el síndrome de muerte súbita del lactante?
El SMSL se refiere a la muerte inesperada de los niños menores de un año, aún cuando estos tienen una excelente salud. También se le denomina ‘muerte de cuna’ y aún es un misterio no resuelto para la comunidad científica.
En la mayoría de los casos, las autopsias no muestran una causa de la muerte del bebé. Incluso cuando solo hay teorías sobre su ocurrencia, los especialistas creen que existen elementos desencadenantes para estos eventos.
La teoría más compleja indica que todo se debe a una anomalía en los microdespertares de las víctimas. No obstante, algunos especialistas hablan de un ahogamiento favorecido por ciertas situaciones externas; dormir boca abajo podría ser una de ellas.
Los niños de uno a cuatro meses deben ser vigilados a lo largo de la noche para evitar estos episodios indeseados; no es un buen hábito dejar al bebé sin vigilar por el hecho de que no llore.
La población de bebés más vulnerable son los neonatos hasta los cuatro meses. Sin embargo, es conveniente revisar las posturas de los niños hasta el primer año de edad. En los análisis a los bebés, se suele hacer revisiones nocturnas para verificar que todo esté en orden.
El colecho y otros hábitos para dormir al bebé
Las personas que apoyan el colecho afirman que la vigilancia activa es una de las ventajas de esta práctica familiar. En la práctica, la revisión nocturna es la mejor estrategia que tienen los progenitores para evitar el SMSL.
Si el bebé se pone boca abajo mientras duerme, quizás lo correcto sea cambiar un poco su posición de vez en cuando. De esa forma, evitaremos posturas peligrosas e incómodas en momentos en los que el bebé aún no tiene dominio de su cuerpo, sueño y movimientos.
Cuando el niño se pone boca abajo mientras duerme, hay que alternar su posición. Crear el hábito de que el infante duerma con el pecho hacia arriba o ladeado es una excelente alternativa.
Algunos padres prefieren colocarlos boca abajo, con la intención de que el niño duerme profundamente; pero esto no sería recomendable durante los primeros meses.
Otra buena opción es colocar a los niños boca arriba con la cabeza ladeada. En este caso será bueno hacer algunos cambios en la posición del cuello para evitarle dolores por mala postura. La posición fetal es mucho más aconsejable si logramos acomodarlos de esta forma.
Además de esto, otra cuestión importante es que durante los primeros tres meses debemos vigilar también la formación de la cabeza del infante. Si lo ponemos boca arriba durante más de tres horas, también aumenta el riesgo de plagiocefalia.
Otras medidas que podemos tomar para evitar el SMSL
- Si el bebé desarrolla mucho reflujo, se puede elevar el colchón en unos 45 grados.
- Hay que evitar enrollar con las sabanas al bebé y vigilar que él mismo no lo haga involuntariamente.
- Los juguetes en la cuna pueden generar asfixia y malas posiciones. Lo mejor es retirarlos de la cuna durante las siestas.
- El exceso de ropa y las subidas de temperatura pueden generar problemas en los pequeños. Lo correcto es arroparlos sin exagerar con el grosor de las telas.
- Debemos evitar sustancias tóxicas en la habitación, como lo son las pinturas y venenos para la fumigación de plagas.
“Crear el hábito de que el infante duerma con el pecho hacia arriba o ladeado es una excelente alternativa para evitar que se coloque boca abajo”
Cumplido el año, nuestros pequeños tendrán un mayor control de su despertar y también de sus movimientos. En poco tiempo, observaremos que ellos mismos buscarán sus posturas y se levantarán ante cualquier problema.
Nunca está de más verificar si sentimos la respiración del bebé cuando está durmiendo; un pequeño movimiento o el sonido del aire en su boca serán suficientes para saber que todo está bien. Estos cuidados serán fundamentales para garantizar la sanidad de los recién nacidos en sus primeros meses de vida.