Un bebé que no llora quizá es porque tiene satisfechas todas sus necesidades. Sin embargo, no todos los bebés son iguales, podría tener hambre o frió y no expresarlo. El llanto es el principal recurso que tiene un recién nacido para poder expresar sus sentimientos y necesidades, pero podría no estar utilizándolo.
El llanto es una señal tardía del hambre, por lo cual es posible que la haya sentido hace mucho sin ponerlo de manifiesto. Al escucharlo llorar la madre puede identificar la necesidad, pero si no lo hace también debería saberlo.
Algunas veces nos quedamos tranquilos por la sencilla razón de que el niño no está llorando. Que no llore no significa que todo está bien. Lo ideal es llevar un control de sus necesidades, tener clara la hora de comida y el tiempo que llevamos sin revisar su pañal. Pues es un grave error dejar pasar hambre al bebé.
Fundamentalmente la madre deberá aprender a satisfacer las necesidades de su pequeño tratando de conocer su manera de comunicación. Por lo tanto, si esperamos a que el bebé llore todo se complicará a la hora de darle pecho. No es recomendable que el bebé sea alimentado en el momento de mayor ansiedad, cuando el hambre lo ha hecho llorar.
Algunas señales que indican que el bebé tiene hambre
Un bebé podría no llorar aun cuando tenga hambre porque el llanto es su último recurso. Es decir, cuando el bebé se manifiesta violentamente puede haber tenido hambre hace mucho tiempo. Para evitar que pase más de lo necesario sin comer es importante que estemos atentos a las siguientes señales.
- El bebé gira su cabeza buscando el pecho. Esta es una señal particular en los bebés, muy frecuente y fácil para la comunicación de ambos. Casi todos los recién nacidos ejercen esta acción, ya que por instinto tienden a buscar el pezón de su madre. Al hacer esto sabemos rápidamente que tiene hambre.
- Por otro lado, el bebé que se mueve mucho puede indicar que algo le falta. Podría estar hambriento y esto se suma a la acción de girar su cabeza al buscar el pecho. Si la inquietud continúa a pesar de haber comido quizá debas descartar que algo más le sucede.
- Parece succionar su lengua. Es fácil notar que el bebé hace un sonido como si estuviese chupando algo, incluso puede hacer la mueca de que succiona. Esta es una manera de reconocer que está hambriento, sobre todo cuando se acerca la hora de la comida.
Es importante destacar que durante el momento de la lactancia se genera un vínculo que permite a madre e hijo conocerse mejor. La lactancia establece el primer lazo de amor para permitir que ambos reconozcan sentimientos y necesidades.
La conexión mutua es muy especial, importante y permanente, porque este episodio podría repetirse mientras el niño no habla con claridad. Un niño más grande podría tener hambre y no manifestarlo, por eso es importante que identifiquemos su lenguaje propio.
Consecuencias de alimentar al bebé que llora de hambre
Como mencionamos anteriormente, no es conveniente que esperemos al momento cuando el bebé está más hambriento para alimentarlo. La reacción de llorar por hambre puede venir con mucha ansiedad, él bebé no puede saber que ya mamá viene con su leche. Es decir, podría inquietarse demasiado porque ha esperado bastante. Así, las consecuencias podría ser las siguientes:
- Se agita, esto puede provocar que el niño se ahogue con la leche.
- A raíz de que se agita, el bebé se cansa al amamantar.
- Con la respiración agitada, traga mucho aire que provoca posibles gases y dolores.
- En la madre, tras el llanto de su bebé, puede generarse mucho estrés que afecta la producción de leche, lo que hace que no sea abundante para satisfacer a su hijo.
- Mientras el niño está llorando y agitado tiende a sacarse el pezón de manera brusca para seguir llorando, esto puede lastimar el pezón de la madre.
Conoce a tu hijo
Las señales que indican hambre en el bebé no siempre serán las mismas. Con el tiempo cada bebé se manifestará de manera individual, es obligación de la madre conocer a su hijo. Es muy importante no dejar que llore para alimentarlo y si llegara a suceder, es preferible calmarlo antes de darle su comida.
Bibliografía
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