Barbie: la evolución en el tiempo
60 años tiene a sus espaldas la muñeca más conocida del planeta. Hablamos, ni más ni menos, que de Barbie, aquella muñeca que ha sido y sigue siendo a día de hoy la preferida de muchos niños a la hora jugar.
Sin embargo, en estos 60 años todo ha evolucionado y, por lo tanto, Barbie no iba a ser menos. Esta muñeca siempre ha sido símbolo del poder femenino y ha sabido adaptarse a los cambios, en ocasiones mejor y en otras no tanto. Hoy queremos hacer un repaso de la evolución de esta muñeca y mostrar, así, desde sus comienzos hasta el día de hoy.
Los comienzos de Barbie
El fundador de Mattel, empresa dedicada al sector de la juguetería, quiso crear una muñeca en honor a su hija Bárbara. De esa creación nació la que hoy en día sigue siendo una de las muñecas más utilizadas para jugar en la infancia, Barbie.
La muñeca marcó a un gran número de generaciones. Generaciones que crecían y cambiaban al igual que lo hacía la muñeca: la forma de la cara, las facciones e incluso el pelo fue evolucionando en función de los estilos que en la época se llevaban.
Ken, el compañero de Barbie
Debido al éxito que tuvo la muñeca, en 1961 la empresa Mattel decidió que Barbie necesitaba un compañero sentimental, momento en el que apareció la figura de Ken. Aunque Ken también ha sufrido cambios a lo largo de la historia, estos no han sido tan importantes ni significativos como sí lo han sido los de la muñeca. Su pelo y su vestimenta evolucionaron, pero este muñeco siempre ha estado en un segundo plano.
Representación de las profesiones
Durante sus 60 años de vida, Barbie ha mostrado más de 200 profesiones laborales diferentes. Cuando la muñeca llegó al mercado, lo hizo vestida con un bañador a rayas blancas y negras. Sin embargo, con el paso de los años, Barbie llegó al mundo laboral.
Astronauta, piloto, veterinaria, profesora e incluso en los últimos años ingeniera. Esta muñeca invitaba a las niñas a soñar con su profesión deseada y a ser conscientes de que podían ser lo que ellas quisieran. Porque las niñas de las generaciones que crecieron con esta muñeca no solo contaban en su poder con una, sino que en la mayoría de las ocasiones eran varias las muñecas Barbie que tenían en su hogar.
En la actualidad, la muñeca está presente en más de 150 países diferentes.
Diversidad racial
En sus principios, Barbie se presentó como una muñeca rubia de piel muy clara. Sin embargo, su presencia en tantos países diferentes hizo a la empresa darse cuenta de que todas las niñas del mundo querían tener una muñeca similar a ellas y a sus características físicas.
Ese fue el inicio de uno de los cambios más significativos de la muñeca a lo largo de los años y es que, a día de hoy, Barbie se puede adquirir con hasta 14 rostros diferentes e, incluso. hasta 8 tonos de piel distintos. De esta manera, todas las niñas tienen la posibilidad de escoger la muñeca que más les guste o una que sea similar a ellas mismas. Una buena manera de respetar a todos por igual.
2016, el año de la realidad
Quizá uno de los puntos negativos que ha tenido esta muñeca y, por lo tanto, que transfería a las niñas que las adquirían, eran sus medidas y su posición de ‘estar siempre perfecta’. Barbie siempre se ha mostrado como una mujer con medidas imposibles, muy arreglada en todo momento, en tacones y muy maquillada.
Aunque un poco tarde debido a todos los problemas que el físico causa en las niñas y jóvenes en la actualidad, Mattel creó en el año 2016 una nueva tanda de Barbies.
El cambio que se produce en la muñeca es el cuerpo. Mattel dice adiós a la perfección y crea nuevas muñecas con diferentes pesos y alturas. De esta manera, las niñas podrán escoger entre una Barbie más alta, más baja o incluso una con curvas, mostrando un aspecto mucho más real al de la mujer de la actualidad.
2019, el año de la inclusión
Si en el año 2016 Mattel creó una colección de esta muñeca con medidas de mujeres reales, en 2019 ha decidido apostar por muñecas con discapacidades físicas. Por lo tanto, de esta manera, en la actualidad, también podemos ver en las tiendas a Barbie en silla de ruedas o con una pierna ortopédica.