El latido cardíaco de los niños puede aumentar o disminuir de acuerdo con sus actividades diarias. Por lo general, el ritmo es más rápido que en el adulto debido al alto nivel de actividad que manejan los infantes. Sin embargo, en ocasiones, este puede alterarse y mostrarse muy rápido o muy lento, además de irregular, lo que se conoce como arritmias cardiacas.
Generalmente, las arritmias suelen ser benignas, aunque en algunos casos pueden ser graves. Estas aparecen como consecuencia de alguna alteración en la red eléctrica del corazón que envía señales al miocardio (músculo) para que se contraiga y relaje, según la etapa del ciclo cardíaco. A continuación, hablaremos de las arritmias en niños, cómo se generan, las posibles causas y cómo pueden ser tratadas.
¿Qué es una arritmia?
Tal como anticipamos previamente, las arritmias son alteraciones en el ritmo uniforme y regular de los latidos cardíacos. Estas se generan por problemas en la red de conducción eléctrica del corazón, lo que lleva a este órgano a latir más rápido o más lento de lo normal. También, pueden ocasionarse pausas entre latidos, que interfieren en el bombeo de sangre por el aparato circulatorio.
Durante la infancia pueden aparecer arritmias que, por lo general, son transitorias. En este sentido, la Sociedad Española de Cardiología estima que uno de cada cien niños tendrá algún tipo de arritmia en los primeros diez años de la vida. De estos, solo 300 niños por año serán los que requieran tratamiento.
¿Por qué aparecen las arritmias?
Para bombear sangre a todo el organismo, el corazón debe contraerse y eyectarla de sus cavidades. Esto ocurre gracias a la activación eléctrica de las fibras musculares cardíacas, de forma ordenada y sincronizada. Así, el estímulo comienza en una red de células llamada nódulo sinusal, ubicado en la aurícula derecha, provoca la contracción de ambas aurículas y genera que la sangre pase directo hacia los ventrículos.
De ahí, la señal eléctrica llega a un nódulo ubicado entre las aurículas y los ventrículos (auriculoventricular), pasa al Haz de His y provoca la contracción de las paredes ventriculares. Estas cavidades contraídas eyectan la sangre al torrente circulatorio para irrigar todos los tejidos del cuerpo.
Para que la circulación sanguínea se mantenga de forma óptima, el ritmo de contracción cardíaca debe ser continuo y regular. Cuando esto no ocurre, aparecen las arritmias.
Las alteraciones de los latidos del corazón puede darse por distintos motivos en los niños, como las cardiopatías congénitas o las enfermedades del miocardio. También, pueden ser condicionadas por otros factores, como la fiebre, las infecciones o los efectos secundarios a medicamentos.
Tipos de arritmia
Las arritmias se clasifican de acuerdo al lugar del corazón donde ocurren:
- Supraventriculares: originadas en las aurículas o en el nódulo sinusal.
- Ventriculares: generadas en las cámaras inferiores del corazón.
- Bradiarritmias: producidas por bloqueos o lentitud en el impulso eléctrico de los nódulos.
Arritmias supraventriculares
- Taquicardia supraventricular.
- Síndrome de Wolff-Parkinson-White (WPW).
- Aleteo auricular.
- Fibrilación auricular.
Taquicardia en los ventrículos
- Taquicardia ventricular.
- Síndrome de QT prolongado.
- Fibrilación ventricular.
Bradiarritmias
- Bloqueo de conducción.
- Síndrome del seno enfermo.
¿Cómo saber si mi niño tiene una arritmia?
Es importante conocer los valores normales de la frecuencia cardíaca en niños, que es mayor que la de los adultos. En los lactantes, oscila entre los 100 y 160 latidos por minuto (lpm); en los niños en edad preescolar, el rango esperable es 80 a 120 lpm y en adolescentes, entre 60 y 100 lpm. En condición de reposo o dormido, la frecuencia cardíaca baja. Si los latidos cardíacos superan los límites superiores o inferiores o hay irregularidades entre cada latido, podemos estar frente a una arritmia.
¿Cuáles son los síntomas de las arritmias en niños?
Por lo general, ante las arritmias leves, el niño puede no manifestar ninguna sintomatología y la patología puede ser identificada por el pediatra en los controles médicos. Sin embargo, otras sí se pueden advertir. En los más pequeños, las arritmias se pueden evidenciar por irritabilidad y palidez cutánea. Luego, cuando son más grandes, pueden percibir palpitaciones, dolor en el pecho y mareos.
Entre los síntomas que manifiestan los niños con arritmia destacan los siguientes:
- Cansancio y debilidad.
- Palidez de la piel.
- Palpitaciones.
- Mareos.
- Dolor en el pecho.
- Sudoración.
- Falta de apetito en lactantes.
- Irritabilidad.
- Pausas entre los latidos del corazón o ritmo irregular.
- Taquicardia o latidos rápidos del corazón.
- Bradicardia o latidos lentos.
¿Cómo se diagnostica una arritmia?
El cardiólogo infantil hará un examen físico mediante el cual observará el estado general del niño. Luego, auscultará los latidos cardíacos y valorará sus características. Además, indicará una serie de exámenes adicionales que le permitan identificar el origen de la arritmia y clasificarla según su tipo. Describimos los más relevantes:
- Electrocardiograma: registra la actividad eléctrica del músculo cardiaco.
- Ecocardiografía: evidencia si hay problemas en la estructura del corazón que puedan causar o empeorar las arritmias cardíacas.
- Holter de ritmo: registra la frecuencia cardíaca en 24 horas de forma continua.
- Prueba de fuerza: evalúa el ritmo del corazón durante el ejercicio.
- Prueba de basculación: constata el cambio de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial al estar el niño de pie y acostado.
¿Cuál es el tratamiento para los niños con arritmia?
Las arritmias benignas, como las extrasístoles, no suelen requerir tratamiento. Sin embargo, hay otras en las que sí se necesita un procedimiento para mantener la salud del pequeño. Esto, a su vez, depende de la edad del niño, de la causa, de la intensidad y del tipo de arritmia. Entre los tratamientos indicados tenemos los siguientes:
- Fármacos antiarrítmicos: algunas arritmias son tratadas de manera segura con medicamentos.
- Cardioversión: por medio de shocks eléctricos, se tratan las células cardíacas afectadas que producen la arritmia.
- Ablación por radiofrecuencia: se emplean ondas de radio para tratar células cardíacas. Así, se evita que se produzca el paso de corriente eléctrica por diferentes puntos.
- Dispositivos implantables: por ejemplo, los marcapasos, que mantienen la regularidad de los latidos cardíacos.
- Cirugía: en algunos casos es necesaria la intervención quirúrgica.
No dejes de consultar con un especialista
Como hemos visto, en la actualidad hay muchas opciones para tratar esta condición cardíaca. Sin embargo, se debe destacar que la mayoría de las arritmias durante la infancia son inofensivas. Lo importante es mantener la valoración periódica con el especialista en cardiología infantil.
Bibliografía
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