El amor en la crianza de adolescentes conflictivos

Lo que más necesitan los adolescentes conflictivos para reconducir su conducta es el amor de sus padres. ¡Lo dice un estudio!

Escrito y verificado por la psicopedagoga María José Roldán.

Última actualización: 02 abril, 2023

Si hay algo que sabemos los padres sobre la crianza de los jóvenes, es que es la etapa más difícil de toda la vida. Pero si a esto le sumas que los adolescentes son conflictivos, todo se puede volver mucho más problemático. Estos menores, de manera natural, quieren su espacio y sentirse seres independientes de sus padres, hasta el punto de poder llegar a rechazarlos.

El amor es la clave en la crianza de los adolescentes conflictivos, incluso en los momentos más tensos. Esto no solo lo decimos nosotros, sino también la ciencia. Por eso, queremos hacer hincapié en este tema tan importante para garantizar una buena crianza en esta etapa tan complicada.

Ser padres de un adolescente conflictivo

Es habitual que los padres de adolescentes conflictivos sientan que viven dentro de un campo de minas. No saben por dónde pisar porque en cualquier momento el joven puede «explotar». Aunque seas una persona amorosa y se lo demuestres cada día, tu hijo adolescente puede mostrarse esquivo o incluso propiciar una situación de conflicto.

Pero, gracias a una investigación que se ha hecho desde la Asociación Americana de Psicología, ahora sabrás cómo puedes ayudarlos a que se sientan amados incluso en los momentos más complicados.

Qué dice el estudio

Fueron el psicólogo John Coffey, junto con otros colegas, quienes se encargaron de entrevistar a 120 adolescentes -entre unas edades de 13 a 16 años- y a sus padres. La investigación se realizó en los Estados Unidos y duró 3 semanas. Todas las personas pertenecían a familias con dos progenitores. Para llevarlo a cabo, cada noche, uno de los padres rellenaba una encuesta sobre los puntos fuertes y débiles de la relación que tenía en ese momento con su hijo adolescente.

Los puntos fuertes de la relación se centraban en los elogios, la comprensión y el afecto. Por su parte, los puntos más débiles estaban relacionados con la ira, la tensión y el mal ambiente que se generaba por ello. Por otra parte, a los adolescentes solo se les hacía una pregunta que tenían que responder cada noche: «¿Cuánto te has sentido amado por tus padres hoy?»

¿Qué resultados arrojó este trabajo?

Luego de las tres semanas, al analizar los datos, los investigadores descubrieron que los adolescentes se sentían bastante queridos. Sin embargo, hubo fluctuaciones en esos sentimientos durante esos días. Esto ocurrió incluso en aquellos padres que eran más tolerantes, cariñosos, sensibles y respetuosos hacia sus hijos.

Por su parte, también hubo adolescentes que no se sentían amados en absoluto por sus progenitores en algunos días, aunque no en todos. En general, todos se sentían más queridos cuando sus padres se mostraban cercanos y amables con ellos, aunque los menores tuvieran un mal comportamiento. Por el contrario, los conflictos en la familia les hacía sentirse mal, y por ende, menos amados.

El amor siempre es la clave

El amor siempre reduce los efectos de los conflictos en la crianza de los hijos adolescentes. Las experiencias emocionales influyen en ellos tanto que pueden cambiar sus habilidades o su comportamiento. Incluso, puede afectar o beneficiar a su bienestar emocional tanto a corto como a largo plazo.

Si un hijo no se siente amado durante un largo período de tiempo, tendrá más riesgos de sufrir problemas y trastornos emocionales. Por ejemplo, puede sufrir de depresión o ansiedad. Por todo esto, resulta muy importante que los padres sientan la importancia de ofrecer su amor de manera constante. Incluso cuando los hijos tengan comportamientos conflictivos o los rechacen por su deseo de sentirse independientes.

Es fundamental encontrar momentos en el día para demostrar este amor incondicional que se siente por los hijos. De esta manera, se fortalecerá el vínculo entre los padres y los jóvenes.

Los adolescentes necesitan contar con el apoyo de sus padres

Si son criados con amor, los adolescentes crecerán con una autoestima fuerte y con confianza hacia sus progenitores. Y, lo que es más importante, se sentirán queridos de forma incondicional, lo cual les otorgará una buena salud emocional tanto a corto como a largo plazo.

Lo que también importa, sobre todo en esta etapa, es la tolerancia que tienen los padres hacia sus hijos. De esta manera, y junto con el amor incondicional, el día de mañana serán jóvenes más resilientes en la vida. Nunca le dejes de mostrar afecto, aunque a veces no sea recíproco, porque solo es una etapa que pasará, pero en la que te necesita más que nunca.