Adicción al móvil hace sentir a tu hijo ignorado

El uso desmedido del celular puede afectar la calidad de vida de tu hijo. ¡Descubre en este artículo todos los detalles y evita el problema!

La relación con la tecnología es estrecha porque llegó para facilitar la vida de los seres humanos. Sin embargo, todos los excesos son dañinos y volverse esclavo del celular es un hecho que pone en riesgo el bienestar de los hijos.

El celular es una herramienta útil que permite tener una comunicación inmediata, chequear información y monitorear el trabajo. No obstante, muchos padres se han acostumbrado a experimentar los beneficios de la era digital y no se despegan de su dispositivo electrónico ni en los tiempos libres.

De esa manera, muchas veces se pierde la posibilidad de consentir a los hijos, de vivir nuevas experiencias juntos y de responder las dudas que les surgen. Esto es porque hasta en las idas al parque el celular está presente e irrumpe en la escena.

La situación es tan generalizada que un análisis de AVG Technologies reveló cifras preocupantes. Pues, 4 de cada 10 niños manifestaron que sentían que sus padres le ponían más cuidado al celular que a ellos mismos.

Además, agregaron que eran poco frecuentes los momentos en los que tenían una atención completa, ya que sus padres les interrumpían los diálogos o les rechazaban las preguntas por atender un asunto del celular.

Por otra parte, los trabajos escolares también han sido fundamentales para identificar que en la mente de los niños queda guardada esta desafortunada situación. Pues, cuando les piden que dibujen a su familia incluyen a los celulares en las manos de sus papás.

Inconvenientes que causa la adicción al móvil

La adicción al móvil por parte de los padres afecta las emociones de los hijos, porque en la mayoría del tiempo se sienten relegados y poco importantes. Debido a ello, pueden tener una baja autoestima, ya que carecen de muestras de amor y felicitaciones para motivarse.

Esta adicción debilita el vínculo entre los padres y los hijos porque el diálogo se vuelve poco frecuente. Por esa razón, los menores no encuentran un apoyo constante en donde desahogarse y sentirse comprendidos.

La carencia del diálogo también causa que los niños no estimulen de una manera óptima el lenguaje. De esa manera, durante el crecimiento pueden tener inconvenientes para expresarse y dudar de sus capacidades para poder construir relaciones sociales.

Del mismo modo, al los niños no se les proporcionan las herramientas necesarias para aprender a desenvolverse y perder la timidez. A raíz de ello, se vuelven más introvertidos e incómodos cuando hay muchas personas a su alrededor.

La adicción al móvil ocasiona que los padres no le dediquen un tiempo de calidad a sus hijos. Por ello, en muchas ocasiones se dejan de realizar actividades fundamentales para fortalecer el desarrollo motor y cognitivo de los pequeños.

Como factor adicional, los niños crecen bajo una relación distante con los padres. Debido a ello, en la adolescencia no los buscan para pedirles un consejo ni para hacerles saber los inconvenientes que se le presentan.

Asimismo, los niños se acostumbran a ese modo de convivencia y adquieren el mismo comportamiento, cada vez más alejados de los entornos sociales.

¿Qué precauciones se deben tener en cuenta?

Lo primero que tienes que realizar es un autoanálisis para saber si estás usando el móvil de manera excesiva. Para ello puedes evaluar si lo usas al comer, si haces esperar a tu hijo para que te comunique una idea o si siempre lo cargas en la mano.

Después, se puede optar por poner el celular en silencio cuando se comparte tiempo con el niño. De esa manera, se evita que los factores externos se entrometan y lo hagan sentir desplazado al pequeño.

También, hay que entender que no todos los mensajes que llegan a un celular son urgentes. Así, se le da la prioridad necesaria al niño y se previene el acto de prestarle más atención a las banalidades que pueden esperar.

Finalmente, los papás pueden organizar su rutina. Debido a ello, estipulan tiempos para trabajar, para atender el celular y para divertirse con los hijos. De esta forma, no ponen en riesgo ninguna de sus responsabilidades.

A tener en cuenta

En ningún momento se indica que el celular deje de usarse. Simplemente, se aconseja ser equilibrados en el uso, dejar a un lado la impulsividad y atender de la mejor manera a los niños.

De esa manera, se sigue de cerca el crecimiento, se les demuestra que tienen un apoyo incondicional y se les indica que el ámbito social es más enriquecedor que el virtual.