¿A qué se deben los vómitos con sangre?

Los vómitos de sangre o hematemesis pueden tener diversas causas. Por ejemplo, pueden ocurrir a consecuencia de una lesión en la boca, un traumatismo, una patología, etcétera. Si la persona que los experimenta ha sido diagnosticada con alguna enfermedad, deberá ser atendida de inmediato por un médico, a fin de evitar complicaciones. Por ello, en muchos casos se consideran una urgencia. 

La cantidad de sangre y la frecuencia de las regurgitaciones dependerá de la causa del problema. Es posible que la sangre presente diferentes características en cuanto a color se refiere. En algunos casos será rojo brillante y en otros puede llegar a ser más oscura (de marrón a negra). En cualquier caso, solo un médico podrá brindar el diagnóstico y el respectivo abordaje adecuado.

Bajo ninguna circunstancia se recomienda prescindir de la ayuda médica así como tampoco recurrir a la automedicación. Lo más adecuado es acudir al servicio de urgencias.

Posibles causas de los vómitos con sangre

Existen muchas causas que pueden desencadenar los vómitos con sangre. Ahora bien, dentro de las más habituales se encuentran las siguientes que vamos a comentar a continuación.

1. Deshidratación

La deshidratación puede conllevar a que un paciente presente vómitos con sangre. Dado que el organismo está privado de la lubricación que le ofrece el agua, entre otras cuestiones, experimenta una presión excesiva en todos los sistemas y, por ende, es más fácil que se lesione. En este sentido, al vomitar, es posible que la bilis vaya acompañada de sangre.

2. Hambre o mala dieta

Un estómago vacío puede hacer que se sienta enfermo y provocar vómitos de sangre. Puede sonar extraño, pero si no comes lo suficiente, el cuerpo se rebela al vomitar. Del mismo modo, la falta de una dieta equilibrada puede conducir a ello también. La ingesta de alimentos rancios o tóxicos durante el embarazo también es causante de la sangre en el vómito.

3. Varices esofágicas

Otra de las causas de los vómitos con sangre son las várices esofágicas. Se trata de venas agrandadas en las paredes de la parte inferior del esófago que sangran, pero no suelen causar ningún dolor. A menudo, son originados ​​por la enfermedad hepática alcohólica. Si el médico sospecha que las várices esofágicas son la causa de la sangre en los vómitos, deberás ser ingresado en el hospital de inmediato.

4. Gastritis

La gastritis es una inflamación del estómago que causa bacterias dañinas que infectan el revestimiento interno del estómago. Este trastorno eventualmente se presenta con vómitos excesivos de sangre, acompañados de dolor abdominal y debilidad.

La aparición de los vómitos con sangre en la gastritis tiende a ser evidente cuando la patología no se trata de forma adecuada. Las personas pueden presentar una úlcera estomacal que genera un sangrado gastrointestinal superior. De acuerdo con un estudio de la revista American Family Physician, la hematemesis es uno de los principales síntomas de este tipo de sangrado.

5. Cirrosis

Se trata de una patología que se debe al consumo persistente de alcohol y conduce a picos de presión arterial. Los vasos sanguíneos comienzan a dilatarse, lo que afecta el esófago y, además, los vasos sanguíneos internos se vuelven propensos a las rupturas. Los síntomas de la cirrosis incluyen vómitos de sangre roja brillante y, de nuevo, debilidad.

Los vómitos con sangre son un síntoma que indican gravedad en las personas con cirrosis hepática. De hecho, un estudio de la European Journal of Gastroenterology and Hepatology demostró que las personas con cirrosis que presentan hematemesis suelen tener un peor pronóstico. En este sentido, resulta fundamental buscar atención médica inmediata.

6. Efecto secundario de medicamentos

Todos los medicamentos comercializados tienen la capacidad de generar efectos secundarios no deseados. En este sentido, algunos fármacos son capaces de generar vómitos con sangre, sobre todo cuando no se administran de forma adecuada.

De acuerdo con un estudio de la revista Medicine, este es un efecto secundario frecuente de los antiinflamatorios no esteroideos (AINES). Sobre todo en las personas mayores que los consumen sin prescripción médica durante un tiempo prolongado. Otro fármaco capaz de causar un efecto similar es la aspirina.

7. Tragar sangre

Las lesiones a nivel de la boca, la garganta, la nariz o el esófago pueden generar pequeñas cantidades de sangre de forma continua, las cuales las personas tienden a tragarse sin siquiera notarlo. Toda esta sangre llegará al estómago y, eventualmente, esa sangre se expulsará a través del vómito o de las heces.

En este caso, cuando la sangre se expulsa a través de vómitos, tiene un color marrón o negro y una apariencia similar a la borra del café. El color característico se debe a la acción de los ácidos estomacales sobre el hierro contenido en los glóbulos rojos. Cabe destacar que esta coloración oscura se observará en todos los sangrados digestivos superiores crónicos.

Por su parte, los bebés pueden presentar vómitos con sangre cuando existen lesiones en el seno materno. La lactancia puede generar fisuras u otras heridas, las cuales pueden sangrar mientras el bebé se alimenta. En este sentido, la sangre materna ingerida se expulsará a través de los vómitos.

8. Otras causas de vómitos con sangre

En términos generales, los vómitos con sangre aparecen en casi todas las hemorragias digestivas superiores. En este sentido, otras causas comunes de la presencia de este síntoma son las siguientes:

1. Síndrome de Mallory-Weiss.
2. Úlceras estomacales o duodenales.
3. Desgarro de la musculatura esofágica.
4. Insuficiencia hepática aguda.
5. Irritación de la mucosa esofágica.
6. Tumores en el esófago o en el estómago.
7. Defectos en los vasos sanguíneos del tracto gastrointestinal.
8. Pancreatitis y cáncer de páncreas.
9. Trastornos sanguíneos de la coagulación.
10. Ingestión de cuerpos extraños.

Vómitos con sangre en niños

Cuando se presentan vómitos con sangre en niños es imperativo acudir al pediatra cuanto antes. De lo contrario, se podría poner en riesgo la salud del niño y dar pie a que se presenten mayor cantidad de complicaciones (y también de intensidad mayor). Por tanto, una vez se detectan, no se deben pasar por alto.

Es importante que los padres tengan en cuenta la frecuencia de los vómitos y todas las características de estos para poder informar al pediatra con mayor detalle; los datos le permitirán llegar a un diagnóstico más acertado, una vez haya realizado su respectiva evaluación.

Algunas preguntas que el médico podría realizar son: ¿cuándo comenzaron los vómitos con sangre? ¿De qué color es la sangre y cuánta cantidad de esta hay en los vómitos? ¿Qué otros síntomas tiene el pequeño? ¿Padece alguna enfermedad crónica? ¿Toma algún tipo de medicamentos? ¿Sufrió algún accidente? ¿Ha ingerido algo en mal estado o tóxico?

Síntomas en los niños

Antes de que se presenten los vómitos con sangre, es posible que el niño experimente ciertos síntomas, tales como: palidez, dolor abdominal, respiración agitada, náuseas, fatiga e irritabilidad. También es posible que presente: transpiración excesiva, náuseas, fiebre e incluso diarrea (de aguda a grave).

También se podría observar la presencia de un síntoma denominado melena. Este no es más que la presencia de heces blandas, negras y brillantes, muchas personas las describen con una apariencia similar al alquitrán. La melena aparece en el sangrado del tracto digestivo superior y se debe a la presencia de sangre digerida.

¿Cómo actuar al respecto?

Mientras se acude al servicio de urgencias o se espera la asistencia del pediatra, es fundamental evitar recurrir a la medicación. Tampoco hay que obligar al niño a beber líquidos, ni siquiera agua, ya que al desconocerse la causa del problema, no sabemos qué tan acertado pueda ser tomar este tipo de medidas (por muy sencillas que parezcan).

Una vez se tenga el diagnóstico del profesional será necesario seguir todas y cada una de sus indicaciones para poder restablecer la salud del pequeño. Durante la fase de recuperación, el médico indicará cómo debe llevarse a cabo la dieta, la hidratación y otros aspectos del día a día.