Las mujeres debemos estar muy atentas a cualquier indicio de maltrato por parte de nuestra pareja o de cualquier persona. Desde que somos pequeñas, la sociedad siempre nos ha inculcado que debemos evitar la violencia contra la mujer y denunciar cualquier hecho que nos dañe sin ocultar la situación.
Para muchas mujeres que viven una situación de violencia, es realmente difícil afrontarla, y por eso muchas veces prefieren soportarla, pensando que en algún momento se detendrá o no ocurrirá más. Lo que debemos saber es que la pareja o la persona que inicia algún tipo de violencia, ya sea física o verbal, seguramente no se detendrá.
¿Cuáles son los tipos de violencia contra la mujer?
Como resaltamos anteriormente, no existe un solo tipo de violencia contra la mujer. La violencia y el abuso pueden ocurrir en diversas situaciones y en diferentes ocasiones. Con respecto a la manera de llevar a cabo la violencia, diferenciamos entre:
Violencia física
Esta puede ser el tipo de violencia más evidente, debido a que deja marcas externas. Esta principalmente referida a todo el daño y sufrimiento físico de la mujer causado por otra persona. Se puede evidenciar a través de moratones, quemaduras, heridas y otras lesiones físicas.
Violencia psicológica
Ocurre principalmente cuando las mujeres permiten ser humilladas y lo intentan disimular como si no ocurriera nada. Aunque esta situación pasa “desapercibida” muchas veces, puede causar baja autoestima y problemas psicológicos. En el futuro la mujer repetirá el trato con sus hijos y otras personas.
También podemos clasificar la violencia atendiendo a los ámbitos en los que se desarrolla, entre los que distinguimos:
Violencia obstétrica
Es el tipo de violencia, que comete el personal médico contra una mujer embarazada. Es un maltrato que deshumaniza a la mujer y atenta contra los procesos naturales reproductivos. Incluye negación de tratamiento, indiferencia ante los reclamos, burlas, ironías, decisiones médicas inconsultas, incluso esterilizaciones forzadas.
Violencia sexual
Este tipo violencia incluye todo lo previo al acto sexual en sí, cuando este se produce por medio de la agresión y sin consentimiento de la mujer. También puede producirse al no permitirle a la mujer tomar decisiones en torno a su sexualidad. La mujer tiene derecho a decidir con quién, cuándo y cómo.
Violencia simbólica
Es uno de los tipos de violencia más naturalizado porque se puede observar en el día a día. Son principalmente todos aquellos mensajes, iconos, publicidad e incluso las letras de las canciones que nos desvalorizan. Por ejemplo, cuando destacan a la mujer como débil o frágil.
Violencia laboral
Es bastante común que se dé la violencia laboral en contra de la mujer. Muchas veces, esta violencia se esconde bajo infinitas excusas sin ningún tipo de valor. Es importante que como mujeres estemos seguras de nuestras capacidades y conocimientos para que esto no ocurra.
“Celos sin razón, invasión de la privacidad y aislamiento de las amistades también es un tipo de violencia contra la mujer”
Pasos para evitar la violencia contra la mujer
Al notar cualquier tipo de violencia, debemos seguir una serie de pasos para detectar y detener a tiempo la situación. En cualquier momento puede ocurrir y todas las mujeres estamos expuestas, por lo que debemos estar atentas y actuar a tiempo.
- Identifica el acto de violencia. Ante la sospecha de que alguna persona cercana pueda ser violenta, debemos analizar muy bien cómo nos trata. Si aún no estamos seguras de que sea un acto de violencia, siempre podemos comentárselo a alguna amiga o a un familiar y conocer su opinión.
- No normalices los actos de violencia. Que nos hagan comparaciones destructivas o nos empujen son actos de violencia que debemos denunciar. Si vemos este tipo de actos como algo normal y los seguimos permitiendo, no se detendrán y serán cada vez más perjudiciales para nosotras.
- Busca apoyo. Cuando somos violentadas de manera constante, es necesario encontrar apoyo en personas cercanas, así podremos sentirnos con mucha más fuerza y enfrentar la situación.
- Sé fuerte como mujer. Esta no es una tarea sencilla, pero no es imposible y todas podemos lograrlo. La clave está en ser fuertes y tomar la decisión. Debemos tener claro que estamos sufriendo violencia y visualizarnos libres de ella.
- Busca ayuda psicológica. Es normal que cuando vivimos una situación de violencia nuestra autoestima disminuya, además de que nos sintamos inseguras y desvalorizadas. Asistir a una terapia psicológica nos ayudará a recuperar toda esa confianza que perdimos a causa de la violencia.
- Investiga todo acerca del maltrato contra la mujer. Hay más posibilidades de evitar la violencia contra la mujer si estamos correctamente informadas, no solo por nosotras, sino también por si una amiga o familiar pasan por alguna situación de violencia.
- Si notas algún tipo de violencia, denuncia. Este es uno de los puntos más importantes para evitar la violencia contra la mujer. Si notamos alguna actitud violenta, no debemos quedarnos calladas, denunciar es lo más importante.
Ante cualquier situación que pueda afectarnos o hacernos daño, lo más importante es tener la determinación de salir de ella. Cualquier mujer está expuesta a sufrir algún tipo de violencia, estar informadas e investigar es vital para detener cualquier situación. Evitar la violencia contra la mujer sí es posible.
La violencia doméstica contra la mujer
En casa ocurren con mucha frecuencia actos de violencia contra la mujer. Lo peor es que ocurren en presencia de los hijos, generando una espiral basada en el mal ejemplo. O peor, si cabe, en soledad; creando un clima atroz en el que puede suceder cualquier cosa.
Debes pues, estar atenta a las sitiaciones que se presentan, casi siempre in crescendo:
- Abuso físico: acaso comienza con un pellizco, más tarde deriva en empujones, bofetadas, puños, puntapiés, estrangulamiento, homicidio.
- Abuso emocional: en este caso la idea parece ser someter a la mujer a un desgaste psicológico con insultos, amenazas, gritos, críticas, etc. Esto la conducirá a la depresión e incluso al suicidio.
- Abuso sexual: se refiere a la obligación de mantener relaciones sexuales contra la voluntad de la mujer
- Abuso financiero: aprovechar el trabajo de la mujer y sus ingresos, empleando la violencia y el chantaje como mecanismo de extorsión.
Conoce las fases de la violencia doméstica
Para evitar la violencia doméstica es importante reconocer sus fases, de manera de ayudar a prevenirla y desactivarla a tiempo:
- Fase 1. Acumulación de tensión: consiste en episodios que conducen a roces y malestar permanente. Crece la ansiedad y el sentimiento de hostilidad. Es el caldo de cultivo para los signos de violencia.
- Fase 2. Episodio agudo de golpes: lo acumulado en la Fase 1, se precipita. El agresor pierde el control y de la amenaza pasa a los hechos.
- Fase 3. «Luna de miel»: En esta fase ocurre el arrepentimiento. El agresor da un virage y se excusa en que todo fue un error, una pérdida pasajera de la razón. Se torna amable y encantador.
En esta última, es recurrente que por diversas razones la mujer crea que este de la Fase 3 es su compañero, y no el de las dos fases anteriores.
La situación dulce y calmada le impide tomar la decisión más sabia: salir del ciclo de la violencia que, lamentablemente se repetirá. Es este el preciso momento de buscar ayuda para evitar que las cosas lleguen a mayores, pero es el momento más difícil para hacerlo.
Ten conciencia, fuerza y actúa para evitar más agresiones.
Bibliografía
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