Los bebés empiezan a chuparse el dedo desde que están en el vientre materno. Es un reflejo de succión normal. Ellos buscan y succionan cuando se les toca alrededor de la boca.
Después de los 4 o 6 meses, la succión deja de ser un reflejo y ya lo hacen de manera consciente. La utilizarán para alimentarse, explorar el mundo, calmarse, etc. Ellos tienen muy desarrollado el sentido del gusto y el tacto en la boca. Cuando los niños son pequeñitos se llevan todo a la boca para reconocer y diferenciar texturas, formas, sabores, etc.
La succión en los bebés
La succión les proporciona seguridad y además, gracias a ella, podrán alimentarse durante bastante tiempo.
Los bebés suelen chuparse el dedo porque tienen hambre, están aburridos, tienen sueño, están enfadados, nerviosos o ansiosos. Así lo explica el Dr. Willie Hoffer: “desde la vida intra-uterina en adelante, la mano se une en estrecha alianza con la boca para aliviar tensiones (y…) dentro de la alianza conduce a la primera estructuración del yo primitivo. A partir de entonces, la mano no puede abandonar ya la función de aliviar tensiones y en esta forma se vuelve el servidor más útil y versátil del yo”
Durante los dos primeros años de vida es normal que necesiten su dedo o chupete para coger el sueño, relajarse, calmar las emociones negativas, etc.
Esta actitud no tiene que generar mayor preocupación, ya que la gran parte de los niños dejan de chuparse el dedo por sí solos entre los 2 y 4 años. Pasado este tiempo, si no han dejado de hacerlo, es conveniente empezar a corregir el hábito para evitar malformaciones.
De esta manera evitaremos problemas en el paladar, en los dientes, malformación en el dedo, inflamación de las encías, infecciones, etc.
Sigue leyendo, te daremos algunos consejos para conseguir que tu pequeño no se chupe el dedo.
7 Consejos para evitar que nuestro hijo se chupe el dedo
1. Utilizar la terapia de la sustitución
Si tu hijo se chupa el dedo porque tiene sueño y le cuesta cogerlo, le puedes dar un peluche que le haga compañía. Se convertirá en su nuevo compañero de juegos.
2. Buscar alternativas para calmar al niño en momentos de ansiedad
Si tu niño se chupa el dedo cuando se siente ansioso o enfadado, busca alternativas como un abrazo, caricias o hablar con él y atenderlo en sus emociones.
3. Proporcionarle distracciones en las que se implique el uso de sus manos
Cuando el pequeño se chupa el dedo porque está aburrido, es aconsejable proporcionarle otras distracciones en las que tenga que usar sus manos. Algún juego de plastilina, manualidades, pintar, etc. En definitiva, cualquier cosa que se nos ocurra y lo mantenga distraído, de esta manera se olvidará de llevarse el dedo a la boca.
4. Utilizar técnicas de refuerzo positivo
Estas técnicas ayudan a modificar conductas infantiles. Consisten en aplicar un refuerzo positivo cada vez que el menor actúe de manera adecuada. Podemos hacer una tabla con pequeños objetivos diarios o semanales, a corto plazo. Si los objetivos se cumplen, merecen una recompensa (una pegatina, un juguete pequeño…).
Conforme vaya pasando el tiempo, se puede ir aumentando el nivel de exigencia. De esta manera tu niño se sentirá orgulloso cuando vea que alcanza los objetivos propuestos. Por ejemplo, dormir una noche sin chuparse el dedo. Con esto conseguiremos modificar la conducta y mejorar su autoestima.
5. Hablar con el niño
Podemos hablar con él y darle una explicación sencilla, acorde a su edad acerca de por qué no debe chuparse el dedo. Para esto hay que encontrar el momento adecuado, cuando esté tranquilo y receptivo.
6. No ridiculizarle, ni gritarle o utilizar la violencia
Si le gritamos y lo ridiculizamos, sólo conseguiremos que tenga miedo y se asuste, no modificaremos el hábito haciendo esto. Con una explicación acerca de por qué no debe chuparse el dedo, es suficiente. Es mejor fijarse cada vez que no se chupe el dedo y reforzarlo, en lugar de reñirle de forma agresiva cuando sí lo hace.
7. Usar algún remedio casero para evitar que se chupe el dedo
Los que se utilizan con más frecuencia son:
- Pintar la uña del dedo con esmalte amargo que venden en las farmacias. Pero esta sustancia se recomienda no usarla en menores de 30 meses.
- Mojar el dedo en limón o vinagre.
- Poner una tirita o esparadrapo en el dedo que se chupa.
Si llega a los 5 años y no hemos podido eliminar esta conducta, es recomendable hablarlo con el pediatra o con el psicólogo infantil, y ellos derivarlos al logopeda si la situación lo requiere. Teniendo paciencia y llevando a cabo estos consejos, seguro que será más fácil evitar que nuestro niño se chupe el dedo.
Bibliografía
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