6 valores que podríamos aprender de nuestros hijos adolescentes

Sí, tus hijos adolescentes aprenden de ti. Pero tú, ¿te permites aprender de ellos?

Grupo de amigos adolescentes.

Es inmenso lo que los adultos podemos aprender de los valores de los adolescentes. ¿Alguna vez te has puesto a pensar en eso? Los jóvenes viven una de las etapas más intensas de la vida y, en tanto seamos capaces de quitarnos de encima los prejuicios en relación con este período, encontraremos en él grandes enseñanzas.

Los valores de los adolescentes

Es evidente que los adolescentes no se interesan por cualquier cosa. Es decir, no todo les parece importante y nos lo hacen saber a diario. Ahora bien, cuentan con ciertos valores indiscutibles en aquellos aspectos de la vida que les resultan significativos e importantes.

1. El valor de la amistad es prioritario para los adolescentes

Todos sabemos que la amistad durante la adolescencia es muy relevante. De hecho, muy probablemente muchos adultos mantengan amistades de aquel entonces o las recuerden con enorme cariño. El punto es que a los mayores nos vendría más que bien darle a la amistad el mismo nivel de importancia que le dan los adolescentes.

Los adolescentes conocen el significado del compañerismo y de la lealtad gracias al fuerte vínculo que tienen con sus amigos más cercanos. Ellos encuentran en sus pares la posibilidad de compartir aventuras y experiencias novedosas.

2. Son auténticos

Otro valor que todos deberíamos admirar y, por qué no, incorporar, es la autenticidad que muchos adolescentes tienen en su haber. Si bien es cierto que a muchos jóvenes les cuesta mostrarse tal como son, muchos otros viven acorde a sus convicciones, independientemente de lo que los demás pensemos.
Este aspecto se viene haciendo más notorio durante las últimas décadas, pues los chicos van de a poco despojándose de las preocupaciones por el qué dirán, y actuando según sus deseos genuinos. ¡Cuán bien nos haría a los adultos ser más honestos con nosotros mismos!

3. Son libres e independientes

La libertad es, prácticamente, una búsqueda incesante de los adolescentes. Para ellos, es muy importante conquistar espacios basados en la independencia e individualización. Así, quieren hacer las cosas por sí solos, a pesar de que esto implique enfrentarse a complicaciones y obstáculos para los cuales no están cien por ciento preparados.
En un afán por explorar el mundo, los jóvenes buscan espacios propios y libres de mandatos o exigencias familiares. A su vez, esta autonomía creciente fortalece el sentido de la responsabilidad, ya que conlleva el hecho de empezar a tomar decisiones y hacerse cargo de ellas. 

4. Disfrutan y se divierten

A los adolescentes no solo les gusta divertirse, sino que invierten gran parte de su tiempo y energía para pasarla bien. Con absoluto merecimiento, el bienestar representa una de sus prioridades. Así, buscan salir con amigos a pasar un buen momento y quieren realizar actividades innovadoras y excitantes. Reírse a carcajadas al punto de llorar es habitual en ellos.
Aunque es entendible que, con la adultez, el tiempo de ocio se reduzca debido a las responsabilidades laborales, el placer debería mantenerse como un valor innegociable a lo largo de la vida.

5. Respetan el medioambiente 

Está claro que la juventud siempre ha sido representativa de luchas revolucionarias que tienen como objetivo provocar un impacto positivo en la sociedad y en el planeta. Al contrario de lo que muchas personas esperarían, a menudo los adolescentes son quienes generan conciencia ecológica en la población adulta.
Lo cierto es que los jóvenes están preocupados por el cambio climático y por las consecuencias que este conlleva. Es urgente que escuchemos su pedido y nos involucremos en el valor del respeto por el medioambiente. 

Los adolescentes son protagonistas de manifestaciones y marchas masivas para la concientización sobre el cuidado del medioambiente. También, contribuyen activamente con esa tarea.

6. Son solidarios

Afortunadamente, no es difícil encontrar a adolescentes comprometidos con la comunidad y con un sentido de la solidaridad muy latente. Ellos suelen sensibilizarse, incluso a veces más que los adultos, frente a situaciones vulnerables que viven otras personas.
Muchos jóvenes están involucrados en actividades solidarias como voluntariados o simplemente actúan desde la empatía con las personas que tienen a su alrededor. Además, están dispuestos a ayudar desinteresadamente. Este es uno de los valores más valiosos que podemos aprender de nuestros adolescentes. 

Los adolescentes también dan el ejemplo

Los adolescentes son mucho más que personas con acné y conflictos emocionales. El hecho de tener toda la vida por delante los convierte en grandes soñadores. Se trata de una etapa rica y valiosa por sí misma que brinda muchísimas oportunidades de aprendizaje y crecimiento. Es cuando comienza a construirse y a fortalecerse el sistema de creencias.

Así, los adultos podríamos observar y poner en práctica muchos de los valores que los adolescentes tienen por prioridad y que nosotros también tuvimos en aquella etapa, pero que parece que los hemos olvidado.

Bibliografía

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  • Ochoa, G. M. (2000). Socialización familiar y valores en el adolescente: un análisis intercultural. Anuario de psicología/The UB Journal of psychology, 15-32.
  • Díaz-Tepepa, G. (2007). Valores en los adolescentes. Revista mexicana de investigación educativa12(34), 1015-1019.
  • Aspiazu, L. G. (1985). Dimensiones de personalidad y valores interpersonales en adolescentes. Revista Latinoamericana de Psicología17(2), 193-203.
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