6 pautas para cuidar a un bebé prematuro

Tu niño decidió conocer este mundo antes de tiempo y eso trae consigo un montón de características que debes tener en cuenta a la hora de su desarrollo. Sigue estas recomendaciones para que crezca sano y fuerte.
6 pautas para cuidar a un bebé prematuro

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 27 octubre, 2017

Cuidar a un bebé prematuro es más delicado y requerirá mayor atención que un niño nacido en el periodo estipulado. Por ello, existen diversas pautas que debemos tener en cuenta para que crezca sano.

Es importante tener en cuenta que el niño experimentará diversas situaciones a las que debemos estar muy atentas; por ejemplo, la respiración de un niño prematuro puede variar de forma brusca y repentina, por ello es muy importante observar su patrón regular de respiración y al notar alguna variante, consultar con el pediatra.

Al observar al bebé respirar debemos tomar especial atención al tórax, su número de respiraciones por minuto y los ruidos que hace al respirar.

Pautas para cuidar a un bebé prematuro

Temperatura

La temperatura de la habitación del bebé debe estar comprendida entre los 20-24 grados. En el caso de que el radiador esté funcionando, es muy necesario humidificar el aire. Es importante que el bebé no esté en ambientes muy cargados o con humo, debido a que estos pueden afectar notablemente su salud.

Un bebé prematuro necesita más cuidados.

Visitas

Los bebés prematuros son más sensibles y propensos a contagiarse de cualquier enfermedad. Por eso es importante que no reciba demasiadas visitas al mismo tiempo y que los familiares o amigos se sitúen a una distancia prudente.

Si algún familiar o amigo presenta algún resfriado o gripe, debemos tener mucha precaución y evitar que se acerque mucho al bebé. De igual manera, si la madre está enferma, es recomendable utilizar una mascarilla cuando dé el pecho al bebé o lo tenga en sus brazos, para así evitar cualquier tipo de contagio.

Salidas

Para cuidar a un bebé prematuro, es importante ser precavidos con las salidas, principalmente en las primeras semanas. Cuando nos aseguremos de que el bebé está bien y está creciendo regularmente, podrás llevarlo de paseo, pero siempre tras haber consultado con su pediatra. Debes evitar también lugares donde haya muchas personas.

Hábitos de higiene

Un bebé nacido antes de tiempo es más propenso a contraer el virus respiratorio sincitial, que es muy similar a un resfriado común. Para evitarlo, hay que tomar algunas medidas higiénicas como lavarse las manos con frecuencia, utilizar pañuelos desechables, limpiar y desinfectar los juguetes, así como mantener limpio el entorno cercano al bebé. También es importante evitar las guarderías y preparar una habitación diferente para él.

Alimentación

Debido a que sus músculos de succión son muy débiles, los bebés prematuros necesitan más tiempo para alimentarse. Por eso deben realizar un número mayor de tomas más breves durante el día en intervalos continuados. En caso del biberón, se puede utilizar una tetina más blanda de lo normal. En caso de que notes que su respiración para y cambia de color mientras se está alimentando, debes detener la succión, incorporarlo y estimularlo con golpes en la espalda.

Llanto

Los bebés prematuros pueden llorar seis o incluso más horas al día. Es importante que los padres aprendan a interpretar su llanto. Así podrán saber si llora porque tiene hambre, sueño, el pañal sucio o se siente incómodo por alguna otra razon. Si el llanto se prolonga demasiado, será necesario comunicárselo a su pediatra.

La respiración de un niño prematuro puede variar de forma brusca y repentina.

¿Cuándo consultar al médico?

Debemos estar muy atentas ante cualquier situación sospechosa. Si notamos que algo es inhabitual o extraño en el estado o comportamiento del bebé, deberemos consultar inmediatamente con su pediatra. Estos son algunos de los síntomas a los que debemos prestar atención:

  • Dificultad para respirar.
  • Dificultad para despertarse.
  • Cambio de color en su cara (azulado o muy pálido).
  • Fiebre.
  • Hipotermia.
  • Movimientos oculares anormales.
  • Ausencia de seguimiento visual.
  • Ensucia mucho menos los pañales.
  • Llora sin motivo y durante mucho tiempo.
  • No quiere comer o come menos.

“Cuidar a un bebé prematuro precisa de tiempo, paciencia y dedicación por parte de los padres”

Seguimiento en los bebés prematuros

Los bebés prematuros requieren de un seguimiento médico especial. Sobre todo aquellos niños que pesan menos de 1.500 gramos. Periódicamente se examina su vista y oído y se controla el desarrollo de su sistema nervioso, prestando especial atención al momento en que sonríen, se sientan y andan por primera vez.

También se realiza un seguimiento en el desarrollo del lenguaje hablado y el tono muscular. Algunas bebés prematuros necesitarán de logopedia o fisioterapia cuando crezcan, por lo que es importante determinar esto con tiempo.

Debemos estar muy atentas a las señales que muestre el bebé y observar si notamos algo fuera de lo normal, principalmente durante los primeros días que esté en casa. Si aplicas los cuidados antes mencionados será mucho más sencillo cuidar a tu bebé y ofrecerle lo mejor para su salud.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.