4 remedios caseros para el estreñimiento en niños

El estreñimiento en los niños es uno de los males más frecuentes que pueden sufrir. Es normal que la ingesta de fibra no sea la adecuada o que el intestino no cuente con la motilidad adecuada por encontrarse todavía en desarrollo. Sin embargo, este problema se puede solucionar de una forma relativamente sencilla.

De todos modos, y a pesar de los remedios que te vamos a proponer, ten en cuenta que has de consultar con el médico si el estreñimiento persiste a lo largo del tiempo. Es posible que haya una patología funcional de base que pueda afectar al tránsito.

Remedios para el estreñimiento en niños

A continuación, te vamos a presentar los principales remedios contra el estreñimiento y la posición de la ciencia al respecto.

Incrementar el aporte de fibra

De acuerdo con un estudio publicado en la revista Alimentary Pharmacology & Therapeutics, la ingesta de fibra resulta clave para aliviar el estreñimiento. Esto se debe a que la sustancia genera un incremento en el volumen del bolo, lo que estimula al intestino y vuelve más intensas las contracciones del mismo. Así, la materia desciende de forma más eficiente.

Por ello, es recomendable consumir vegetales y otros productos que contengan una gran cantidad de fibra en su interior. Incluir en la dieta granos integrales como la quinoa puede ser también una solución eficaz. Dentro de las frutas, hay que priorizar la ingesta de manzana y de kiwi.

Beber más agua

El agua es clave para lubricar el bolo fecal. Así se consigue un descenso óptimo del mismo a través del intestino, reduciendo el riesgo de estreñimiento en niños. Hay que tener en cuenta que la deshidratación es capaz de generar problemas de salud severos y graves. Aunque no se trata de un mal frecuente en niños, es importante garantizar que beben con frecuencia.

Asimismo, la bebida por excelencia ha de ser siempre el agua. No resulta beneficioso que se acostumbren a consumir zumos o refrescos con frecuencia. Ambos líquidos cuentan en su composición con azúcares simples, elementos capaces de dañar la salud metabólica del individuo, aumentando la demanda de trabajo del páncreas.

Practicar ejercicio

Tal y como evidencia un estudio publicado en Scandinavian Journal of Gastroenterology, el ejercicio es clave para prevenir el estreñimiento. Por medio de la actividad física se incrementa la funcionalidad de todos los tejidos del cuerpo, incluyendo los que componen el intestino.

De este modo, se aumenta la motilidad. También las contracciones peristálticas. Además, se consigue, por medio del movimiento continuado, que la masa fecal descienda de forma eficiente motivada por la propia fuerza de la gravedad. En este sentido, mantenerse activo puede suponer un alivio eficaz para el estreñimiento en niños. Por otra parte, será clave para mejorar su composición corporal.

Consumir lácteos fermentados

Una de las posibles causas del estreñimiento en niños tiene que ver con los problemas a nivel de microbiota intestinal. Cuando la diversidad de esta no es la adecuada, pueden generarse ineficiencias en la absorción de los nutrientes y en la motilidad del tubo.

Por este motivo, resulta muy adecuado incrementar la presencia de alimentos fermentados en la dieta. Estos cuentan con bacterias probióticas, capaces de aumentar la diversidad del tubo y de generar un efecto beneficioso sobre la salud.

Además, puede ser valorable la suplementación con probióticos llegado el caso. No obstante, se recomienda que dicha pauta esté supervisada por un profesional. Elegir el producto adecuado no suele ser tarea fácil.

Es posible prevenir y manejar el estreñimiento en niños

Como has visto, es relativamente sencillo conseguir aliviar el estreñimiento en niños si sigues los consejos que te hemos dado. De todos modos, no siempre se consiguen los resultados esperados. Esto se debe a que las causas del estreñimiento pueden llegar a ser muy diversas.

Si a pesar de implementar cambios en la dieta el problema persiste, lo mejor será consultarlo con un médico especialista. Puede ser que exista alguna patología de base que dificulte el tránsito o que genere problemas en el intercambio de agua a nivel intestinal.

En estos casos será necesario establecer un diagnóstico preciso, además de complementar el tratamiento dietético con una pauta farmacológica adecuada. De lo contrario, no se podrá solucionar la dolencia, que puede ocasionar un malestar digestivo continuado.