Ver que nuestro bebé está enfermo es la peor noticia que podemos recibir como padres. Definitivamente, se nos cae el mundo encima. Solo tenemos que armarnos de valor para enfrentar cualquier elemento que le esté perjudicando y atender esas señales que, como la fiebre, se manifiestan para decirnos que algo no está bien.
Muchos piensan que la fiebre es un signo de ataque del organismo, pero esto no es más que un mito. Cuando el cuerpo eleva la temperatura significa que está reaccionando contra una situación irregular y, por ende, debemos estudiar a qué grado se encuentra, para conocer si se trata de algo grave o pasajero.
La fiebre es una señal del cuerpo para indicar que algo no está bien
En los niños que están completamente sanos, la fiebre no es un tema que deba asustarnos. Es decir, aunque nos asusta este escenario y queremos resolverla como sea, este factor no es un hecho negativo. De hecho, podemos considerarla como un asunto positivo, porque es la manera en que se combaten infecciones.
Además de esto, hay que destacar que no es necesario tratar todas las fiebres, pero lo que sí es fundamental es que sepamos cómo medirla correctamente, para saber cuál es el estado de tu chiquitín.
¿Cómo corroborar si mi hijo tiene fiebre?
En muchas ocasiones, tocarle la frente con la palma de la mano o darle un beso es suficiente para reconocer este cuadro. Sin embargo, este método, conocido como temperatura táctil, no es preciso y no te ofrece una información clara de la realidad; por lo tanto, lo recomendable es utilizar un termómetro.
Existen tres formas básicas para identificar la fiebre: la medida oral, rectal o debajo de la axila. En cada caso, hay que estar alerta cuando los valores obtenidos superan los siguientes niveles:
- Debajo de la boca: 37,5 °C (99,5 °F)
- En el recto: 38 °C (100,4 °F)
- En la axila: 37,2 °C (99 °F)
Ahora bien, el hecho de que esté muy elevada, no quiere decir que se encuentre tan enfermo. A veces, una simple infección o una gripe pueden subir los grados entre 38,9 ° y 40 °C (102 ° y 104 °F). E, incluso, en los recién nacidos que presentan un cuadro infeccioso es posible que no se refleje la fiebre.
Tipos de termómetros
En el mercado vas a encontrar una increíble variedad de termómetros y, seguramente, necesitarás reconocer cuál es el más efectivo. En principio, no importa cuál elijas, mientras que sepas utilizarlo de forma adecuada y conserves las instrucciones del fabricante.
A continuación, te detallamos los diferentes modelos que conseguirás en farmacias o supermercados;
- Digitales: es una de las opciones que te ofrecerán los especialistas, porque ofrecen una lectura rápida. Estos se utilizan para llevar a cabo cualquiera de las tres metodologías de medición (oral, rectal o bajo el brazo).
- Electrónicos de oído: miden la llamada temperatura timpánica. No dan un cálculo exacto para niños menores de seis meses y deben ser colocados adecuadamente. La Academia Estadounidense de Pediatría no lo aconseja.
- Arteria temporal: van desde la frente hasta la parte trasera de la oreja. Solo son precisos si se utilizan de forma correcta, la frente debe estar seca y tiene que hacer múltiples pruebas.
- De chupete: aunque parecen prácticos, son menos fiables que los rectales. No hay que usarlos en bebés menores de tres meses.
- Tira plástica: no son recomendables por su baja precisión, en especial, en chiquitines que acaban de nacer.
- De mercurio: pese a ser uno de los más conocidos, lo mejor es evitarlo para no exponer al bebecito a ese elemento tóxico.
¿Qué metodología elegir?
Mamá y papá deben seleccionar cuál es el método que usarán para saber cómo se encuentra su hijo. En el caso de que tu retoñito sea muy pequeño, deberán descartar la vía oral para realizar este procedimiento.
Tomar la temperatura por la axila es la forma más efectiva para saber la temperatura
Por lo general, a la mayoría les causa impresión tomar la temperatura por el recto y, si es posible, lo mejor es evitarlo para evitar hacerle algún daño. Pero, si no tiene otra alternativa, trata de lubricar la zona con un gel lubricante hidrosoluble.
Por lo tanto, la vía axilar es la opción que queda y, para tener resultados certeros, utiliza un termómetro digital. Quítale la camisa y deja que la piel entre en contacto con el aparato.
Sobre todo, mantén la calma y recuerda estos consejos para que estés preparada en estos momentos de incertidumbre.