Los tubérculos de Montgomery, también llamadas glándulas areolares, no son partes famosas del cuerpo humano. Sin embargo, cumplen funciones esenciales que se modifican de acuerdo a las necesidades del organismo.
Su nombre corresponde al del obstetra irlandés que los describió por primera vez, en el año 1837. A continuación te contamos qué son y qué función cumplen los tubérculos de Montgomery.
¿Qué son los tubérculos de Montgomery?
Los tubérculos de Montgomery son glándulas sebáceas que se manifiestan como pequeñas protuberancias alrededor de los pezones, más exactamente en la aréola.
No todas las mujeres logran reconocerlos con facilidad, sin embargo, durante el embarazo es más fácil detectarlos. Si observas en detalle verás diminutas protuberancias que provocan un leve relieve en la areola, el área oscura del pezón.
La cantidad de tubérculos puede variar de una persona a otra, al igual que su tamaño. En promedio, suelen encontrarse entre 10 y 20 glándulas areolares por mama.
Funciones de los tubérculos de Montgomery
Una de las funciones más importantes de los tubérculos de Montgomery es favorecer la lubricación y mantener los senos libres de gérmenes.
De hecho, cuando la mujer se encuentra amamantando, las secreciones en ellos producidas contribuyen a evitar la contaminación de la leche materna antes de ser ingerida por el lactante.
Alteraciones de los tubérculos de Montgomery
Los tubérculos de Montgomery pueden sufrir alteraciones como consecuencia de los cambios hormonales, entre los cuales se destacan los siguientes procesos:
- La pubertad.
- El embarazo.
- El ciclo menstrual.
Algunas de las causas de agrandamiento, no relacionadas a las alteraciones hormonales, incluyen las siguientes:
- Estrés.
- Cáncer de mama.
- Fármacos.
- Prendas de vestir ajustadas.
- Estimulación del pezón.
- Cambios físicos, como pérdida o aumento brusco de peso.
Cambios en el embarazo
Las alteraciones en las glándulas mamarias pueden ser uno de los primeros signos del embarazo. Incluso, muchas veces se perciben antes de que se haya perdido el período.
Algunos síntomas iniciales que pueden acompañar al agrandamiento de los tubérculos de Montgomery se describen a continuación:
- Senos agrandados o sensibles.
- Náuseas matutinas.
- Cansancio.
- Edema.
- Alteración del humor.
Con el paso del tiempo, a medida que el organismo se prepara para amamantar, el tamaño las glándulas también se incrementa y se modifica el tamaño y la pigmentación del pezón.
Cambios de los tubérculos de Montgomery durante la lactancia
Uno de los grandes beneficios que ofrecen las glándulas areolares es la lubricación del pezón durante la lactancia, para evitar lesiones y molestias. Esto se debe al tipo de secreción sebácea y antibacteriana que en ellas se produce.
En consecuencia, se recomienda a la mujeres que amamantan lavar o enjuagar sus pezones con agua y jabón en la ducha diaria. Es importante evitar soluciones desinfectantes o productos que tiendan a secar o lastimar el área.
Infección de los tubérculos de Montgomery
Como ocurre con todas las glándulas, los tubérculos de Montgomery pueden bloquearse, inflamarse e infectarse.
De acuerdo a una publicación de la Asociación Española de Pediatría, siempre que se note inflamación, enrojecimiento, dolor o algún cambio fuera de lo normal alrededor del área del pezón, es aconsejable concurrir al médico.
Si se evidencia sangrado, secreción de pus, picazón o algún tipo de erupción en los alrededores del pezón, también se debe realizar una consulta con el especialista en mamas.
Existen algunos cambios más raros, que podrían ser signos o síntomas de cáncer de mama. Estos son los siguientes:
- Bultos duros en el pecho.
- Hoyuelos en la superficie.
- Cambios en el tamaño o forma del pezón o del seno.
- Ganglios linfáticos axilares aumentados de tamaño.
- Secreción del pezón.
Cuidados para la areola y las glándulas
Durante el periodo de amamantamiento, la areola puede sufrir traumatismos que conllevan al desarrollo de fisuras. Esto puede afectar la salud de la gestante e interferir con la lactancia materna.
Una manera de evitar esta situación es siguiendo algunos consejos para garantizar la correcta higiene de la zona:
- Evitar siempre apretar los tubérculos de Montgomery, cuando aumenten de tamaño y simulen ser una grano con contenido líquido. Al romperse la piel, podría generar molestias dolorosas y se abriría una puerta de entrada a diversos gérmenes.
- Generar hábitos de higiene durante la lactancia que no involucren jabones o desinfectantes que resequen la piel.
- No usar productos astringentes, ya que pueden alterar la función principal del tubérculo de generar secreciones protectoras.
- Utilizar la propia leche materna para untar la región y estimular su hidratación.
Los tubérculos de Montgomery y su importancia
Las glándulas areolares no son un signo de enfermedad y no deben ser consideradas como manifestaciones infrecuentes de la superficie cutánea.
Cumplen una función esencial durante la lactancia materna, aumentando su tamaño y disminuyendo de manera paulatina cuando cesa el período de amamantamiento.
Bibliografía
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