¿Cómo afecta el cáncer de mama al embarazo?
El momento más feliz de nuestras vidas, el de ser madres, puede verse ensombrecido por la presencia de un tumor en nuestro cuerpo. El cómo afecta el cáncer de mama al embarazo y el estadio en el que se encuentre la enfermedad serán claves en las decisiones futuras que deberemos tomar.
Pero no todo son malas noticias y, aunque se estima que 1 de cada 3000 mujeres es diagnosticada de ‘cáncer de mama gestacional’, existen varias alternativas médicas para frenar el avance de la enfermedad sin dañar a nuestro bebé.
¿Qué es el cáncer de mama?
Analicemos, previamente, cómo se desarrolla el cáncer de mama antes de ver si es viable el embarazo en estos casos. La tumoración es fruto de un cúmulo de células que han sufrido una mutación en su ADN por diversos factores, ya hayan sido genéticos o ambientales.
Esto provoca que dichos protooncogenes doten a la célula de mecanismos para proliferar descontroladamente y, al mismo tiempo, induzcan esta capacidad a las células mamarias vecinas. Se crea, así, una masa de células inmortales que el cuerpo no reconoce como extrañas.
Dependiendo de los genes que se hayan visto afectados, existe una clasificación clásica de los tumores de mama: luminal, triple negativo y HER2, de la que dependerá el tratamiento a seguir. También el estadio en el que se encuentre el tumor y si los ganglios se han visto afectados van a determinar cómo afecta el cáncer de mama al embarazo.
“El cáncer de mama no es más agresivo ni diferente al de las otras mujeres no embarazadas”.
-Dr. Sánchez Méndez (Unidad Patología Mamaria de La Paz)-
¿Cómo afecta el cáncer de mama al embarazo?
¿Afectan las pruebas diagnósticas del cáncer de mama al feto?
Existe poca literatura al respecto ya que, actualmente, son pocos los estudios relacionados con este aspecto. Sin embargo, tanto la AECC (Asociación Española Contra el Cáncer) como la Organización Estadounidense de Cáncer coinciden en que es posible tratar la enfermedad sin que el embarazo se vea comprometido. La barrera placentaria protege al embrión, aunque se aconseja esperar a que haya transcurrido el primer trimestre de embarazo.
Por otro lado, su detección no resulta sencilla durante el embarazo, ya que los cambios en las mamas durante este periodo pueden enmascarar los bultos. Para detectarlos y confirmar el diagnóstico, es necesario realizar una mamografía. No obstante, esta prueba diagnóstica no supone un riesgo para el feto, ya que la cantidad de radiación es muy pequeña y no alcanza otras partes del cuerpo.
También, aunque menos aclaratoria, está la opción de realizar una ecografía que, por el tipo de prueba, resulta totalmente inocua tanto para la madre como para el bebé. Al contrario que la resonancia magnética, la cual queda descartada ya que el contraste puede atravesar la barrera placentaria y provocar malformaciones en el feto. Y, ¿qué pasa con los tratamientos si se detecta un tumor? ¿Son seguros para el embarazo?
Tratamientos para el cáncer de mama que no afectan al embarazo
El embarazo no es uno de los factores de riesgo que afecten al embarazo. E n muy raras ocasiones, las células cancerígenas afectan a la placenta, no así los tratamientos. Estos deben adecuarse al tipo de tumor, su tamaño, estadio y la edad del feto, sin perder de vista que lo más importante, en estos casos, es la vida de la madre. Pero tranquilas, la mayoría de los tratamientos convencionales no afectan al bebé.
En la mayoría de los casos suele optarse por la cirugía, ya que la anestesia no supone un riesgo para el bebé. Además, si tenemos el tiempo transcurrido desde la detección del tumor hasta que se programa la intervención, es más que posible que ya estemos, al menos, en el segundo trimestre de embarazo. Lo más frecuente es realizar una mastectomía radical, ya que la radioterapia no es una opción viable.
“Todo el arsenal contra el cáncer de mama se puede administrar durante el embarazo con seguridad para el bebé, salvo la radioterapia”.
-Dr. Sánchez Méndez-
Si fuera preciso la administración de quimioterapia, es aconsejable hacerlo pasado el primer trimestre. No entraña graves riesgos para el feto, aunque es posible que el bebé sea prematuro o se opte por programar una cesárea y adelantar el parto. En muy raras ocasiones, según nos indica la AECC, hay ‘perdida fetal’, aunque recalca que: “no hay suficientes datos de seguridad al respecto debido a la poca experiencia en su uso, sobre todo con los taxanos”.
Cuando creemos que no hay esperanza
Es posible que lleguemos a plantearnos la posibilidad de interrumpir el embarazo, dependiendo del estadio del cáncer y de la salud de la madre. Esta decisión no ha mejorado el pronóstico en la salud de las madres que han optado por ello, dato muy significativo de cómo afecta el cáncer de mama al embarazo, por lo que debemos pensar en las consecuencias que el tratamiento va a tener en el bebé y, si fuera posible, posponerlos hasta dar a luz.
“Ningún lenguaje puede expresar el poder, la belleza y el heroísmo del amor de una madre”.
-Edwin Hubbell Chapin-
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- AECC. (última consulta octubre 2019). Embarazo y cáncer de mama. Recuperado de: www.aecc.es
- American Cancer Society. (1 agosto 2017). Tratamiento cáncer de mama durante el embarazo. Recuperado de: www.cancer.org
- Valerio, M. (20 marzo 2013). Cuando cáncer y embarazo van de la mano [entrevista en periódico nacional]. Recuperado de: www.elmundo.es
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