La importancia de tu actitud ante el deporte de tu hijo

Todas las actividades que realiza tu hijo son importantes, incluso el deporte. Por ello, debes tener la mejor actitud posible, apoyarlo y alentarlo a seguir adelante.
La importancia de tu actitud ante el deporte de tu hijo
Andrés Felipe Cardona Lenis

Escrito y verificado por el licenciado en educación física y deportes Andrés Felipe Cardona Lenis.

Última actualización: 05 julio, 2023

Tu actitud ante el deporte de tu hijo es fundamental, no solo para el desarrollo del mismo, sino para brindarle apoyo en todo momento. Aunque no lo creas, tus hijos suelen prestarle mucha atención a la manera en como te comportas, ¿lo habías pensado? En ese orden de ideas, se hace necesario ser un apoyo auténtico y útil. No se trata de ser permisivo o adulador, sino de mostrarte positivo cuando lo requiere el caso o ser consejero en momentos de dificultad.

La actitud es fundamental

Muchos padres tienen la creencia de que entre más actividades hagan los niños mucho mejor. Sin embargo, aunque es positivo realizar diversas labores, también se aconseja evitar que se saturen o se frustren. Lo ideal es que tus hijos realicen algún deporte, disciplina que debe ser de elección propia y no impuesta por ti u otras personas. Ese primer paso es fundamental para mostrar una buena actitud ante el deporte de tu hijo. ¡No lo olvides!

¿Qué actitudes se deben evitar?

Frente a las situaciones que plantea la vida sobresalen actitudes buenas y malas, eso algo normal. De la misma manera ocurre con la práctica deportiva de tus hijos. En este caso, te enseñaremos algunas actitudes negativas que debes evitar.

Presionar al niño para practicar el deporte que te gusta a ti solo le provocará desesperación y rechazo hacia esa disciplina. Es clave que el pequeño pueda elegir y que cuente con tu apoyo de forma incondicional

Frustración

Ser un padre frustrado con respecto al deporte de tu hijo es un tema muy delicado, especialmente si es una actitud que no sabes manejar. Usualmente, los que terminan por sufrir las consecuencias son los hijos. La frustración lleva a empujar al niño para que elija ese deporte que tanto amas y que nunca pudiste practicar. Incluso, en ocasiones, es tal el grado que llegas a proyectarte hasta el punto de obligarlo.

Agresividad o enfado

La agresividad y el enojo pueden trasladarse del hogar hasta las gradas. Incluso, tu hijo puede replicar este tipo de comportamiento con sus compañeros. Por el contrario, el deporte debe ser una práctica llena de valores positivos, como el respeto y el compañerismo. Allí, tu ejemplo es fundamental tanto para tus hijos como para los demás niños. En caso de contar con episodios de ira, busca ayuda profesional para ser tratado de manera oportuna.

Ser sabelotodo

Probablemente, te apasiona el deporte que practica tu hijo o en algún momento tú también lo practicaste. Sin embargo, eso no te convierte en el entrenador o en la persona que dirige el equipo. No te atrevas a cruzar dicha línea, porque lo único que ocasionarás es una fuerte confusión en tu pequeño. Recuerda que él te ve con respeto y como una figura de autoridad, por lo tanto, hará lo que le digas en torno a su deporte.

A pesar de ello, la figura de autoridad en el campo es el entrenador y tú debes evitar desautorizarlo. En este caso, el objetivo es que tu hijo comprenda que existen lugares en los cuales otras personas tienen el control.

¿Qué actitudes debes tener?

A pesar de existir aspectos negativos que debes evitar a toda costa, también existen actitudes que debes reforzar y aplicar constantemente.

Primero el esfuerzo

Tienes el privilegio de observar todo lo que hace tu hijo antes de cada partido. Por ejemplo, la manera como se arregla para competir, su ansiedad por ir al campo y su felicidad. Todos estos aspectos hacen parte del esfuerzo que realiza día a día. Estos, sumado con el desempeño dentro del campo, son cosas que debes valorar ampliamente.

Cada vez que termine un encuentro, procura darle palabras de aliento y un abrazo a tu hijo sin importar el resultado. Así, seguramente notará tu apoyo.

El resultado pasa a un segundo plano

Si le prestas mucha atención al resultado, es probable que tu hijo empiece a centrarse solo en él y no en la manera como lo obtiene. Incluso, si los resultados empiezan a ser negativos, podría frustrarse o querer abandonar el deporte. Por ello, sea cual sea el resultado, debes recibirlo con la misma euforia y apoyo. A partir de esta actitud, puedes ayudar a construir el concepto de deportividad: no importa quien gane, sino divertirse y respetar al rival.

Cuidado físico y emocional

El cuidado emocional puede evidenciarse en todas las actitudes positivas que debes abordar constantemente. Apoyar, respetar su autonomía y aceptar que el niño comete errores ayuda al desarrollo de la relación entre ambos. Por otra parte, el cuidado físico va de la mano con la asesoría profesional. En este punto, se hace necesario que lo acompañes a sus chequeos médicos de manera regular. Además, también es aconsejable contar con apoyo nutricional.

La mejor actitud ante el deporte de tu hijo

La mejor actitud que puedes tener frente al deporte que practica tu hijo es el interés. Probablemente, apoyes la idea de que realice su deporte favorito, pero si no muestras algo de interés en lo que hace, probablemente se sienta solo y frustrado. Procura sacar tiempo para acompañarlo a sus prácticas semanales y a sus partidos. Este tipo de acompañamiento es relevante para los niños y les puede brindar mucha felicidad.


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