No me exijas como entrenador, aliéntame como fan. Palabras de tu hijo
![No me exijas como entrenador, aliéntame como fan. Palabras de tu hijo](https://eresmama.com/wp-content/uploads/2016/09/3c90f68e037999a1b62c85c7717dcc23.jpg?auto=webp&quality=60&width=1920&crop=16:9,smart,safe)
![María Alejandra Castro Arbeláez](https://eresmama.com/wp-content/themes/base-deploy/assets/img/about-us/Maria_Alejandra.jpg?auto=webp&quality=60&width=128&crop=16:9,smart,safe)
Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez
Aliéntame en cualquier actividad escolar o extra escolar. No me exijas como entrenador, simplemente conviértete en mi fan. Aunque tus intenciones sean las mejores para conmigo, siento que me ahogas y terminas por anularme.
No quiero que te conviertas en mi preparador, pues muchas veces siento una presión insoportable de tu parte. Una obligación que no hace más que bloquearme y paralizarme. Yo solo necesito que me apoyes: aliéntame, levántame en cada caída y festeja mis pequeños triunfos.
Por mi seguridad y autoestima, aliéntame
Cuida cada una de tus palabras que usas mientras crece no solo un simple resultado, exposición o muestra, sino mi personalidad. Aliéntame asertivamente, con palabras positivas. No me lastimes con frases que solo lograrán frustrarme.
![Some figure](https://eresmama.com/wp-content/uploads/2016/09/8ed5ebcfd116800e9772d6a0d8be7815-500x361.jpg?auto=webp&quality=60&width=1920&crop=16:9,smart,safe)
No me hieras exigiéndome éxitos, cuando solo busco divertirme mientras me formo. Tampoco me hagas sentir disminuido, ni mucho menos me compares. Yo soy yo, con virtudes y defectos, con talentos o sin ellos. Por favor, no generes un mal innecesario mientras intento socializar.
Nuevamente, aliéntame como si fueras un fan. Destaca cada uno de mis aciertos y logros, por pequeños que sean. Alimenta mi autoestima y seguridad. Carga mi mochila con elementos de motivación, cerciórate de potenciar mis capacidades.
Simplemente te pido, mami o papi, que me acompañen y apoyen sin depositar en mí sus deseos y frustraciones. Pues no soy más que un niño en pleno proceso de formación y desarrollo. Ten en cuenta lo que me pides, de acuerdo a mis aptitudes y destrezas.
Aliéntame sin herirme ni angustiarme
Por supuesto que entiendo que quieres lo mejor para mí y que solo sueñas con verme brillar. Del mismo modo, yo solo anhelo verte feliz y ser parte de ese gran acontecimiento de la vida. Sin embargo, cuando adoptas la fría, cruel y demandante postura del entrenador, matas mi alma y mi corazón.
No es para menos, pues todo lo que necesito es un fanático que se le caiga la baba al hablar de mí. Que sepa en consecuencia reconocer y destacar mi esfuerzo y dedicación. Obviamente no preciso que me critiquen vilmente o me hagas sentir un inútil o incompetente.
Sin dudas, no me refiero a que me engañes y alientes quizás faltando a la verdad. No quiero verme inmerso en una mentira ni perder la autocrítica. Solo quiero ser un niño pleno y feliz, socializando y divirtiéndome mientras aprendo jugando.
Como pueden notarlo, no planeo ser el mejor, sino solo ser lo que soy: ni más ni menos que un simple niño común alegre y feliz. Ese pequeño que llegó para poner color a tus días más grises. El ser que, haciendo gala de su incomparable olor a vida, cargó tus mañanas de razones para seguir adelante.
![Some figure](https://eresmama.com/wp-content/uploads/2016/09/ef2ae877cefed04abf4f06a02dc6ed26-500x334.jpg?auto=webp&quality=60&width=1920&crop=16:9,smart,safe)
Invierte en mí, ¡aliéntame!
Hazme sentir bien con todo aquello que valientemente emprenda. No rebajes ninguna de las actividades que llamen mi atención, para las cuales me siento hábil o simplemente me entretienen. Dame la libertad de elegir, pero también bríndame la libertad de acción.
Entonces invierte en mí y aliéntame. Aún entendiendo que no me convertiré en un Lionel Messi, Rafael Nadal, Nadia Comeneci o Gabriela Sabatini, te pido por favor que creas en mí. Déjame ser, quizás no busco simplemente ser un botín de oro o una medalla de plata.
Detrás de mi actividad extra escolar se esconden otras necesidades y, por qué no, otras tantas satisfacciones. No toda meta u objetivo obedecen a una tabla de posiciones, a los tantos convertidos o al resultado de un encuentro deportivo.
Créeme, gracias a lo que tanto me apasiona, hay mucho más. La posibilidad de interactuar con pares, de aprender sobre un tema, de introducirme en el mundo de las reglas y de divertirme. Por eso mismo, volveré a pedirte una vez más y para siempre: no me exijas como entrenador, aliéntame como fan.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.