4 trucos para planificar bien las comidas de los bebés

Planificar bien las comidas de los bebés es determinante para lograr que crezcan y se desarrollen de manera adecuada. Es preciso que obtengan la cantidad de nutrientes que necesitan para alcanzar un estado de equilibrio en el medio interno. De lo contrario, podrían aparecer patologías crónicas y complejas con el paso de los años. Sigue leyendo para conocer 4 trucos para planificar las comidas de los bebés.

Antes de comenzar, es preciso comentar que durante las primeras etapas de la vida será clave restringir algunos alimentos para evitar complicaciones. Por ejemplo, la miel antes del primer año de vida (por el riesgo de botulismo), la sal, las carnes crudas y el azúcar todo el tiempo que sea posible.

Trucos para planificar bien las comidas de los bebés

A continuación, te vamos a mostrar una serie de trucos para planificar bien las comidas de los bebés. Si tienes más dudas al respecto, siempre puedes acudir a la consulta de un profesional de la nutrición. De este modo, conseguirás un menú adaptado a cada circunstancia individual.

1. Haz una previsión de las comidas

Lo mejor para organizar el menú del bebé es hacer una previsión semanal de todas las comidas y lograr una buena distribución de los nutrientes. Sobre todo, hay que prestar atención a la fracción proteica. Las proteínas resultan los elementos más importantes en el desarrollo de los tejidos, por lo que sus requerimientos se encuentran aumentados en este momento de la vida.

Además, también hay que incluir grasas de calidad en la pauta y vegetales en cantidades suficientes. Estos últimos alimentos aportan una buena cantidad de micronutrientes esenciales, como las vitaminas y los minerales. Gracias a ellos, se optimizan diversos procesos, como el transporte de oxígeno a través de la sangre.

2. Cocina más cantidad

Acostúmbrate a elaborar un poco más de cantidad de comida que la que vas a consumir. De este modo, siempre podrás congelar una parte. Así, en el caso de que tengas poco tiempo, podrás utilizar las reservas para confeccionar un plato saludable para el bebé rápidamente.

3. Utiliza papillas

En el supermercado existe una gran variedad de potitos y de papillas adecuadas para los más pequeños. Es bueno observar primero el etiquetado, pero en general, se trata de elaboraciones que cuentan en su interior con varios antioxidantes de calidad. Estos elementos neutralizan la formación de los radicales libres y su posterior acumulación en los tejidos del organismo. Gracias a dicho efecto se reduce el riesgo de enfermar a medio plazo, según indica un estudio publicado en el European Journal of Medicinal Chemistry.

Ten en cuenta que una buena opción es preparar las papillas de forma casera y congelarlas después. Así, se eligen con precisión todos los ingredientes y se evita la presencia de aditivos artificiales o de azúcares simples en su interior. Ambos compuestos podrían llegar a provocar alteraciones en el medio interno y condicionar el buen funcionamiento del organismo.

4. Compra por internet productos de calidad

En la actualidad existen multitud de portales web que ofrecen comida para niños y para bebés de excelente calidad. No solo potitos y papillas, sino sopas y otras muchas elaboraciones distintas. Son productos que se preparan con ingredientes frescos y naturales que consiguen aportar una cantidad importante de nutrientes esenciales. Para las personas que tienen poco tiempo es una buena alternativa, ya que así se encajará mejor la alimentación del bebé en las rutinas diarias.

Planifica bien las comidas de los bebés

Como has podido comprobar, existen diferentes trucos que puedes poner en marchar para planificar correctamente las comidas de los bebés. Esto será determinante para asegurar que crecen correctamente y sin alteraciones fisiológicas importantes. Eso sí, en caso de existir alguna patología de base, puede ser necesario adaptar los menús para facilitar el manejo de la misma.

Por último, no te olvides que la dieta es uno de los hábitos saludables, pero no es el único que determina el buen funcionamiento del organismo. Será imprescindible que desde las primeras etapas de la vida se acostumbren a dormir un número de horas óptimo cada noche. También, se debe hacer ejercicio de manera regular.