Los 2 principales trastornos alimentarios en niños

Te vamos a contar cuáles son los trastornos alimentarios más frecuentes en niños para que estés atento a los síntomas y consigas plantear un tratamiento temprano.
Los 2 principales trastornos alimentarios en niños
Saúl Sánchez Arias

Escrito y verificado por el nutricionista Saúl Sánchez Arias.

Última actualización: 19 diciembre, 2022

Los menores también pueden sufrir trastornos alimentarios. Estos problemas condicionan la dieta y la nutrición de los más pequeños y pueden llegar a generar efectos nocivos de gran calibre. Hay que tener en cuenta que si se experimentan carencias en el aporte de nutrientes durante las primeras etapas de la vida, se puede poner en riesgo el crecimiento. Sigue leyendo para conocer cuáles son los principales trastornos alimentarios en niños.

Estos son los principales trastornos alimentarios que se presentan en niños

Los trastornos alimentarios cuentan con un componente psicológico importante. Por eso, es determinante detectarlos a tiempo y abordarlos desde un punto de vista multidisciplinar. De lo contrario, podrían dejar secuelas de por vida y condicionar la sensación de bienestar. Conoce cuáles son los principales trastornos a continuación.

1. Anorexia en niños

La anorexia se caracteriza por una fuerte restricción a nivel dietético, tal y como lo afirma un estudio publicado en la revista Current Problems in Pediatric and Adolescent Health Care . Esta se asocia con un patrón depresivo y es esencial iniciar un tratamiento precoz para evitar la progresión de la misma. Los signos de alarma suelen ser la inapetencia y la evasión a la hora de comer.

En estos casos, se suele generar un déficit en el aporte de calorías y de proteínas que frena el crecimiento. También, se experimenta una situación de bajo peso que puede terminar en desnutrición. Por otra parte, es posible que el niño que desarrolla este problema tienda a la soledad y cuente con problemas a nivel social.

La bulimia y la anorexia son los trastornos alimentarios más frecuentes. Si bien son más propios de la adolescencia, los casos en niños han aumentado en los últimos años.

2. Bulimia, uno de los trastornos alimentarios más frecuentes

La bulimia suele estar marcada por la presencia de restricciones dietéticas y posteriores atracones que terminan en conductas purgativas. Así lo evidencia una investigación publicada también en la revista Current Problems in Pediatric and Adolescent Heatlh Care Tras consumir alimentos sin control, se tiende al vómito o a la aplicación de enemas para estimular la deposición.

En estos casos, suele detectarse una alteración a nivel bucal, sobre todo en el esmalte de los dientes. No siempre existe un bajo peso, pero el ácido estomacal suele dejar signos que permiten identificar las conductas purgativas. Los niños que presentan estos desórdenes suelen ser más abiertos desde el punto de vista social, al contrario que los que desarrollan anorexia.

¿Cómo actuar ante un trastorno alimentario?

Si se detecta la presencia de un trastorno alimentario, es preciso consultar con un especialista cuanto antes. Lo mejor es optar por un tratamiento multidisciplinar que incluya un nutricionista, un psicólogo y un psiquiatra. En ocasiones, es necesario el uso de farmacología para tratar también los episodios de ansiedad y de depresión, que son frecuentes en estos casos.

Ser paciente y comprensivo con el niño

Hay que tener en cuenta que es fundamental desarrollar la paciencia y la comprensión con los niños que sufren estos problemas. Normalmente, la solución no es inmediata y requiere de un proceso que puede llegar a durar meses. Ahora bien, un buen tratamiento será capaz de prevenir los daños colaterales durante la edad adulta.

Consultar con un profesional

Asimismo, hay que tener en cuenta que muchos de los trastornos alimentarios se generan a partir de eventos traumáticos. El maltrato, la pérdida de un familiar o una situación de soledad pueden ser los mayores desencadenantes. Lo cierto es que su prevalencia en niños se ha incrementado en los últimos años, aunque sean patologías más propias de la adolescencia. En todos los casos es clave la consulta con un profesional.

El maltrato, la pérdida de un familiar o una situación de soledad pueden ser desencadenantes del trastorno alimentario. La detección temprana es clave para iniciar un tratamiento adecuado.

Evitar ver ciertos programas de televisión

Por otra parte, no hay que olvidar la influencia negativa que tienen los medios de comunicación sobre la salud mental de los más jóvenes. Los cánones de belleza y las conductas observadas en los programas televisivos pueden llegar a desencadenar esta clase de trastornos, sobre todo cuando se generan referentes poco saludables.

Trastornos alimentarios en niños, un problema de salud creciente

Como has podido comprobar, los trastornos alimentarios son problemas complejos, tanto en diagnóstico como en tratamiento. Es fundamental detectarlos a tiempo para ponerles remedio durante los primeros estadios. De lo contrario, pueden quedar secuelas de por vida que condicionen negativamente la dieta.

En el caso de los niños, hay que estar muy pendientes a las conductas que se consideran anormales. Si pasan demasiado tiempo encerrados en el baño, si tienen poco apetito, si se comparan con sus hermanos o si son reacios a las relaciones con otros semejantes, se puede sospechar de la existencia de un problema de este tipo.

Siempre y cuando exista la sospecha, lo mejor es consultar con un profesional y abordar el tema con cierta prudencia y paciencia. De lo contrario, se podría generar una respuesta negativa por parte de los más pequeños y complicar el tratamiento posterior.


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