¿Qué es el trastorno de estrés postraumático posparto?

El trastorno de estrés postraumático posparto se desencadena cuando el parto se vive como amenazante o se recibe un trato deshumanizado durante el mismo. ¿Te interesa conocer más?
¿Qué es el trastorno de estrés postraumático posparto?
Elena Sanz Martín

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Última actualización: 13 octubre, 2022

El embarazo, el parto y el posparto son procesos naturales para los que el cuerpo de la mujer está preparado, y que deberían constituir experiencias asumibles e incluso positivas. Sin embargo, en algunos casos, dichas experiencias se viven como muy negativas, angustiantes y susceptibles de atentar contra la integridad propia y del bebé. Y en este contexto, puede desencadenarse un trastorno de estrés postraumático posparto.

No podemos perder de vista que dar a luz es un evento sumamente intenso, cargado de incertidumbre y en el que tienen lugar numerosos e impactantes procesos físicos y emocionales. Si el parto no fue respetado, si la mujer no recibió una atención empática o no estaba bien preparada a nivel psicológico para afrontarlo, la experiencia puede resultar muy traumática.

Las consecuencias de este trastorno impactan no solo en el bienestar de la madre, sino también, en el funcionamiento familiar e incluso, en su capacidad para vincularse con el bebé. Por eso, resulta imprescindible tomar las medidas pertinentes para prevenir y para abordar adecuadamente esta problemática.

A continuación, te explicamos cuáles son sus indicios, para que reconozcas a tiempo esta condición.

¿Qué es el trastorno de estrés postraumático (TEPT) posparto?

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Las situaciones que se vivencian como un trauma dejan huellas profundas y deben ser reconocidas y abordadas a tiempo, a fin de ayudar a quien lo padece a recuperar el estado de bienestar.

El TEPT posparto es una de las condiciones psiquiátricas más frecuentes entre las mujeres que acaban de dar a luz.

Se estima que una de cada tres mujeres puede llegar a vivir el nacimiento de sus hijos como un evento traumático y presentar síntomas relacionados con esto. De hecho, el 6 % de las mujeres puérperas llegan a desarrollar el cuadro clínico completo, lo cual puede resultar sumamente incapacitante y acarrear consecuencias graves.

Este trastorno se produce cuando la madre vive el parto como un evento capaz de poner en riesgo su integridad o la de su bebé. Siente peligrar su vida o la de su hijo a raíz de un trato poco digno o inadecuado o percibe la sensación de indefensión y de falta de control total.

Los síntomas del estrés postraumático posparto son similares a los que se derivan de cualquier otra situación vivenciada como trauma, pero en este caso respecto, giran en torno a la experiencia de dar a luz. Así, las principales manifestaciones son las siguientes:

  • Pesadillas, flashbacks y recuerdos intrusivos acerca del momento del parto.
  • Esfuerzos reiterados por evitar cualquier persona, situación o estímulo que recuerden a ese momento traumático. Por ejemplo, la mujer no puede acudir a sus revisiones obstétricas o incluso, se rehúsa a estar sola con su bebé.
  • Se producen alteraciones del sueño, dificultades de concentración y episodios de sobresaltos exagerados. Además, el ánimo es irritable o ansioso.
  • La mujer puede experimentar desinterés, desapego y apatía, así como embotamiento afectivo.
  • Es común que aparezcan sensaciones físicas, como palpitaciones o dificultades para respirar, al momento de recordar el parto.

¿Por qué se produce el trastorno de estrés postraumático posparto?

Por desgracia, muchas mujeres experimentan el parto como una experiencia negativa o traumática, aunque no en todas ellas se desencadena este trastorno.

Así, cabe preguntarse ¿qué lleva a algunas madres a desarrollar sus síntomas? En general, la presencia de ciertos factores de riesgo como los siguientes:

  • Historial de problemas psiquiátricos, de depresión o de trastornos de ansiedad.
  • Antecedentes de abusos, de enfermedades graves o de varios eventos vitales estresantes.
  • Experiencias obstétricas traumáticas previas, como los partos instrumentalizados y las cesáreas de emergencia.
  • Gran estrés, miedo y preocupación durante el embarazo con relación al parto. Esto puede suceder en las madres primerizas, debido a la incertidumbre y a la falta de información y preparación para este momento. Sin embargo, en aquellas que ya han tenido más hijos, también puede deberse a una mala experiencia previa.
  • La falta de apoyo durante el posparto y las dificultades para procesar lo sucedido (un alumbramiento que no ha cumplido las expectativas).
Mujer con depresión posparto con síntomas postnatales
Los partos complicados o muy instrumentalizados, en los que se sufre gran dolor, se percibe una amenaza para la vida, se separa al bebé de la madre al nacer o se recibe una atención médica pobre o poco empática, conllevan un mayor riesgo de padecer este trastorno.

Prevención y tratamiento

El estrés postraumático posparto es un trastorno muy incapacitante y una importante causa de sufrimiento y de malestar. Sin embargo, es poco conocido (a diferencia de la depresión posparto) y no suele recibir la atención que merece.

La mujer que lo padece puede sentir ansiedad, rabia, culpa y una gran tristeza e incluso, tener dificultades para establecer un vínculo sano con su bebé o proyectar futuros embarazos. En suma, no solo su persona, sino todas las dinámicas familiares se ven afectadas.

Para evitar que este problema siga sucediendo, es fundamental que los profesionales sanitarios respeten los procesos de parto, aporten a las familias un trato digno, humanizado y empático y no infantilicen ni invaliden a las mujeres durante el alumbramiento. La violencia obstétrica es más común de lo que se piensa y puede generar graves secuelas emocionales.

Además, en la medida de lo posible, es necesario que la mujer acuda al parto informada y preparada. Esto le ayudará a empoderarse, a afrontar el evento con más protagonismo, a tener una idea de cómo puede transcurrir todo y a tomar decisiones pertinentes. Pues, las mujeres deben mantener el control sobre el proceso siempre que sea posible.

Por otro lado, una vez que el TEPT posparto se haya desencadenado, es crucial no mirar hacia otro lado y buscar atención psicológica lo antes posible. La psicoterapia centrada en el trauma, el EMDR y la terapia cognitivo-conductual han demostrado ser intervenciones eficaces, pero se necesita mayor investigación al respecto. Y, por supuesto, una mayor alarma y una mejor atención hacia este trastorno tan oculto y silenciado.


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